Coalici¨®n Canaria: 25 a?os de hegemon¨ªa inesperada
Los nacionalistas gobiernan la regi¨®n desde 1993 a pesar de ser la tercera fuerza en votos
Cuando Coalici¨®n Canaria (CC) se cre¨® tras la moci¨®n de censura de marzo de 1993 contra el socialista Jer¨®nimo Saavedra, que gobernaba con los insularistas conservadores, muchos pensaron que no durar¨ªa un telediario. Pero esta formaci¨®n, en la que se mezclaron los propios insularistas ¡ªque traicionaron a Saavedra de la noche a la ma?ana¡ª, centristas de la ¨®rbita de Adolfo Su¨¢rez, comunistas y nacionalistas de izquierdas, lleva 25 a?os gobernando, a pesar de no haber ganado las elecciones en votos desde 2003.
La ley electoral canaria, que convirti¨® en las ¨²ltimas elecciones a CC en la primera fuerza en esca?os, 18 de 60, pese a ser el tercer partido en votos ¡ªlogr¨® el 18,19%, por detr¨¢s de PSOE y PP¡ª, es clave para explicar una hegemon¨ªa que se construye en torno a las circunscripciones insulares. "El sistema beneficia a CC, que naci¨® en parte de fuerzas insularistas bien implantadas en casi todas las islas menores, que est¨¢n muy sobrerrepresentadas y con menor movilidad del voto", comenta Vicente M¨²jica, portavoz de Dem¨®cratas para el Cambio, una plataforma que defiende la reforma electoral, cuesti¨®n que se discute actualmente en el Parlamento canario. Y es que el 83% de la poblaci¨®n, quienes viven en Tenerife y Gran Canaria, tiene los mismos diputados que el 17% que vive en las islas menores.
"Este sistema electoral es anterior a Coalici¨®n Canaria y permiti¨® al PSOE sacar 27 diputados en 1983", replica Guadalupe Gonz¨¢lez Ta?o, secretaria de Organizaci¨®n de CC. "La actual ley obedece a un principio de equilibrio y solidaridad", defiende. "Todav¨ªa hay muchos problemas en las islas menores, donde algunos j¨®venes se marchan porque piensan que viven en un sitio peor que Tenerife o Gran Canaria".
Coalici¨®n Canaria ha aprovechado el antagonismo a escala nacional entre PP y PSOE para mantenerse en el poder, a pesar de que hay sectores de ambos partidos en las islas dispuestos a unirse para enviar a CC a la oposici¨®n. En 2007, cuando el exministro socialista Juan Fernando L¨®pez Aguilar gan¨® las elecciones canarias, el candidato nacionalista, Paulino Rivero, gobern¨® con el PP de Jos¨¦ Manuel Soria. Cuatro a?os despu¨¦s, cuando Soria gan¨® en Canarias, Rivero cambi¨® de socio y gobern¨® con el PSOE. Ahora, CC acaba de pactar con el PP el presupuesto de la comunidad.
La definici¨®n ideol¨®gica de CC siempre ha sido problem¨¢tica. Para Antonio Gonz¨¢lez Vi¨¦itez, exconsejero de Pol¨ªtica Territorial, hist¨®rico de la izquierda canaria que abandon¨® CC en 1996, "la deriva derechista en CC fue muy marcada a partir del pacto con el PP de ese a?o y para una buena parte de la izquierda fue algo intragable". Un an¨¢lisis muy diferente al que hace Ana Oramas, diputada de CC, que recuerda que figuras actuales del partido provienen de esa izquierda, como el alcalde de La Laguna, Jos¨¦ Alberto D¨ªaz.
CC ha penetrado en el tejido social de pueblos y barrios a trav¨¦s de asociaciones de vecinos a cuyos actos y comidas acuden muchas veces sus dirigentes, lo que para algunos partidos de la oposici¨®n es una mezcla de populismo y clientelismo. "Son pr¨¢cticas neocaciquiles, una actualizaci¨®n de formas muy viejas de hacer pol¨ªtica", afirma L¨®pez Aguilar. "Si lo hacen otros es participaci¨®n ciudadana; si lo hacemos nosotros es clientelismo. Tenemos que estar en la calle todav¨ªa m¨¢s", responde Gonz¨¢lez Ta?o.
En el camino se ha producido la consolidaci¨®n de Nueva Canarias en Gran Canaria, el sector progresista escindido de CC en 2005, que la ha convertido en un partido irrelevante en esa isla, la segunda en habitantes. Y, por ¨²ltimo, est¨¢n las secuelas de la dur¨ªsima batalla por el liderazgo interno entre el actual presidente del Gobierno regional, Fernando Clavijo, y su antecesor, Paulino Rivero, que firm¨® un manifiesto contra la nueva Ley del Suelo impulsada por Clavijo, en el que se le acusaba de convertir el territorio "en mercanc¨ªa".?
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