Ser joven en el barrio m¨¢s pobre de Espa?a
La combinaci¨®n de paro, violencia y tr¨¢fico de drogas amenaza el futuro de los j¨®venes del barrio sevillano de Los Pajaritos
Cuando cae el sol, los vecinos del barrio sevillano de Los Pajaritos salen a la calle. No hay bibliotecas, ni centros c¨ªvicos y las plazas no tienen fuentes. As¨ª que compran pipas y cerveza en alguno de los quioscos clandestinos situados en los bajos de las casas y se sientan en un banco a charlar. ¡°Los Pajaritos no se va a reformar nunca¡±, le comenta Cristina Anglada, de 17 a?os, a su amiga Sandra Rodr¨ªguez, de 20. Las dos chicas fuman mientras pasan el rato sentadas al borde de la calle Galaxia. Cristina dice frecuentar el barrio desde hace tres a?os porque en ¨¦l se consigue hach¨ªs con facilidad. Sandra, sin embargo, ha crecido en Los Pajaritos. ¡°La gente nos ve desde fuera como si fu¨¦ramos un barrio marginal, pero no es tan as¨ª¡±, afirma.
En 2017, Los Pajaritos repiti¨® en las estad¨ªsticas como el barrio m¨¢s pobre de Espa?a. La renta anual por familia era de 12.307 euros de media, seg¨²n el ¨²ltimo informe del INE que analiza los barrios de 16 municipios espa?oles de m¨¢s de 250.000 habitantes. Estas son las cifras a las que se enfrenta cada d¨ªa Salvador Mu?iz, presidente de la asociaci¨®n de vecinos Tres Barrios-Amate, que lleva 50 a?os trabajando ¡°por y para el barrio¡±.
¡°El perfil de los j¨®venes que viven en el barrio es de chicos de entre 20 y 25 a?os sin experiencia laboral, que dependen de la econom¨ªa familiar o de las pensiones de sus abuelos y que dejan los estudios en aproximadamente un 60%¡±, explica Mu?iz. En Tres Barrios ¡ªintegrada adem¨¢s de Los Pajaritos por La Candelaria, Madre de Dios y las casas bajas de Amate¡ª viven unos 22.000 habitantes. La tasa de paro supera el 50% y golpea con m¨¢s fuerza a los j¨®venes. "No quiero que dejen morir mi barrio. Responsabilizo directamente al Ayuntamiento, la Junta de Andaluc¨ªa y el Gobierno porque ellos son los que pueden?cambiar el rumbo de esta juventud", sentencia.
Sandra Rodr¨ªguez ve en las dificultades del barrio un aliciente para desarrollar su profesi¨®n. Est¨¢ estudiando un ciclo de interacci¨®n social, cuenta que le encanta sentarse en la plaza a mirar a la gente y lo que m¨¢s observa son carencias. ¡°Cuando tienes a la gente todo el d¨ªa sin hacer nada, termina por consumir alcohol y drogas. Habr¨ªa que fomentar cursos ocupacionales para los vecinos¡±, dice.
¡°El barrio est¨¢ estigmatizado, hay gente muy hip¨®crita que viene aqu¨ª a pillar (comprar droga) pero que luego no quiere quedarse ni un segundo¡±, dice, ¡°piensan que les van a robar pero para nada, este sitio no es un gueto¡±. Sandra quiere dedicar su vida a mejorar las condiciones de vida de la gente de su barrio. Y concluye: ¡°La expectativa de futuro que tiene un joven aqu¨ª es ganar dinero f¨¢cil. ?Y qu¨¦ es el dinero f¨¢cil? La droga. Es lo que ven y lo que reproducen. Pero en mi caso, yo he llegado a estudiar. Por muchos obst¨¢culos que existan, si quieres puedes hacerlo. El entorno y el barrio influyen, pero no son determinantes¡±.
Uno de los grandes problemas que afecta a Los Pajaritos desde hace varios a?os es el tr¨¢fico y consumo de droga. Comenz¨® en la d¨¦cada de los 80, con una epidemia de consumo de hero¨ªna. Hoy en d¨ªa, el tr¨¢fico se ha asentado en muchas casas de la zona y hay un traj¨ªn constante de personas entrando y saliendo de esas casas para comprar droga. ¡°Han empezado a venir traficantes de las Tres Mil Viviendas que compran pisos y fomentan en trapicheo¡±, explica Mu?iz. El dinero f¨¢cil es un gran atractivo para algunos j¨®venes que se inician en el tr¨¢fico de estupefacientes siendo todav¨ªa adolescentes.
A Jes¨²s Jurado, de 22 a?os, no le importa revelar su nombre, pero no quiere que le saquen fotos. ¡°En cuanto alguien sube a las redes sociales una foto m¨ªa, la polic¨ªa aparece por aqu¨ª busc¨¢ndome¡±, cuenta desde la barra del bar de su suegro, en la que ayuda ocasionalmente. ¡°No trabajo y no me tengo que partir la espalda todos los d¨ªas¡±, explica. Cuenta que en todos los bloques hay uno o dos pisos donde se vende droga y que en su casa entr¨® la polic¨ªa hace poco para hacer una redada. ¡°Se equivocaron, iban a por el vecino de enfrente as¨ª que me van a pagar la puerta y el sof¨¢ que rompieron¡±. Jes¨²s tiene un beb¨¦ de nueve meses y se resigna a que el ni?o, cuando crezca, aprenda ¡°todas las cosas malas¡± en la calle.
Dice sentirse seguro viviendo en el barrio, porque todo el mundo lo conoce, pero cuenta que los proveedores no quieren entrar a traer los insumos para el bar. Cree que no existe futuro para la juventud que lo rodea as¨ª que espera poder mudarse antes de que su hijo crezca. ¡°Lo de que este es el barrio m¨¢s pobre de Espa?a es cierto, pero tambi¨¦n es el barrio con m¨¢s dinero negro del pa¨ªs¡±, analiza.
La alta tasa de absentismo escolar es otro de los frentes abiertos. Lourdes Ruiz Parejo, trabajadora social de la zona, cuenta que una de las grandes batallas de su trabajo es intentar que los ni?os acudan a clase. Para ello trabajan con familias con menores en riesgo de exclusi¨®n. ¡°Hay que tener en cuenta que las necesidades en este barrio son muy b¨¢sicas: agua, luz, ropa y alimentaci¨®n¡±. Mu?iz afirma que cerca del 40% de las casas est¨¢n enganchadas a la luz. Desde su asociaci¨®n, se hacen tres entregas de alimentos anuales a 500 familias. ¡°El d¨ªa 10 de cada mes es el ¨²nico d¨ªa que el barrio respira un poco¡±, cuenta Mu?iz, ¡°es cuando la gente cobra el paro y la ayuda¡±.
¡°Veo ni?os correteando por las calles entre semana¡±, cuenta Antonio de Los Santos, un vecino de 34 a?os, mientras arregla su coche a la entrada de su casa. Lleva siete a?os en Los Pajaritos, pero est¨¢ deseando irse. Se compr¨® un piso por unos 20.000 euros para ahorrar durante unos a?os y poder mudarse a un barrio mejor para ganar mejor calidad de vida.
En estos a?os le han robado el coche una vez y en otra ocasi¨®n le rompieron los cristales y se llevaron lo que ten¨ªa dentro: la radio, un perfume y los papeles del coche. ¡°De d¨ªa es un barrio casi normal. Pero cuando llega la noche esto se parece a la serie 'The Walking Dead¡±. No le gustan la inseguridad ni la suciedad que se acumula en las calles, por eso dentro de un mes tiene previsto dejar su casa. Lo tiene claro: ¡°Quien pueda, que se vaya de aqu¨ª¡±.
Desde el a?o 2.000 han muerto 11 personas de forma violenta, lo que coloca Los Pajaritos como el barrio m¨¢s violento de Sevilla. El ¨²ltimo homicidio se produjo a finales de julio. Una mujer apareci¨® carbonizada en unos matorrales del Parque Amate. La autopsia revel¨® que la v¨ªctima de 39 a?os muri¨® por asfixia.
¡°A m¨ª me gusta el barrio porque soy de barrio¡±, dice Carlos de Jes¨²s Ram¨ªrez, un dominicano de 19 a?os que lleva seis residiendo en Los Pajaritos. Este cantante de trap y camarero dice que en sus letras refleja la vida diaria de este lugar: ¡°Hay mucha droga, peleas, robos y viene mucho la polic¨ªa a detener gente con y sin raz¨®n¡±. Pero dice que uno debe adaptarse al entorno, y si este es el lugar que le toca, hay que vivir con ello. ¡°Si quieres vivir mejor la ¨²nica soluci¨®n es mudarse¡±, explica.
Carlos, Kenzi Oficial de nombre art¨ªstico, es optimista. Cree fervientemente que el futuro de los j¨®venes lo construyen ellos mismos. ¡°Aqu¨ª muchos j¨®venes se dedican a vender droga y a robar. El futuro que tienen ellos es la c¨¢rcel o la muerte. Yo no s¨¦ qu¨¦ va a pasar el d¨ªa de ma?ana pero trabajo cada d¨ªa para conseguir lo que quiero ser¡±, dice. Admite que el entorno influye: ¡°El barrio es muy malo. Pero no podemos dejarnos influenciar por el barrio. Tenemos que salir de lo malo para construir algo bueno¡±.
¡°Yo amo y vivo la m¨²sica y estoy trabajando para ser el cantante que quiero ser. La cuesti¨®n es progresar en la vida¡±. Sentado en una escalera, reproduce una base de trap con su m¨®vil. Su discurso se centra en las dificultades a las que se enfrentan sus amigos y familiares: robos, c¨¢rcel y violencia. Pero deja entrever su visi¨®n de superaci¨®n: ¡°Soy peque?o s¨ª, pero un so?ador gigante¡±.
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