El declive de ETA en diez hitos
La banda anunciar¨¢ su disoluci¨®n la pr¨®xima semana en Francia. Con este motivo, EL PA?S publica una serie de reportajes dedicados a recordar las cinco d¨¦cadas de horror terrorista que pusieron a prueba a la sociedad espa?ola
ETA ha sido la lacra heredada del franquismo que m¨¢s ha durado. Aunque naci¨® en 1959, cometi¨® su primer asesinato en los estertores de la dictadura, en 1968, s¨®lo siete a?os antes de la muerte de Franco. Y si bien asesin¨® al heredero del dictador, el almirante Carrero Blanco, no fue una organizaci¨®n antifranquista: el 93% de sus 829 asesinatos los cometi¨® tras la muerte de Franco. Peor a¨²n. ETA pretendi¨® desestabilizar la democracia espa?ola y el autogobierno vasco para imponer su proyecto totalitario. Concentr¨® el mayor n¨²mero de asesinatos en los a?os m¨¢s dif¨ªciles de la Transici¨®n. En 1978, el a?o de aprobaci¨®n de la Constituci¨®n, asesin¨® a 65 personas; en 1979, el del refer¨¦ndum del Estatuto, a 86; en 1980, el de la constituci¨®n del primer Gobierno vasco tras la Guerra Civil, a 93, su r¨¦cord. Nunca en su historia alcanz¨® cifras similares. Solo en 1991, el a?o anterior a la celebraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos en Barcelona, tuvo un repunte: 46 asesinatos.
ETA estaba condenada a desaparecer cuando decidi¨®, tras beneficiarse de la amnist¨ªa de 1977, mantener el terrorismo contra la democracia reinstaurada en Espa?a. Su declive fue lento porque se benefici¨® de la dictadura franquista que, en sus ¨²ltimos coletazos, golpe¨® indiscriminadamente a la sociedad vasca en una respuesta ciega a una banda cuya osad¨ªa goz¨® de simpat¨ªas generales. Se benefici¨® tambi¨¦n del retraso de las fuerzas de seguridad en adaptarse a la democracia. Y, hasta mediados los a?os ochenta, de la ¡°guerra sucia¡± (Batall¨®n Vasco Espa?ol, GAL, etc.). No obstante, su declive fue inexorable desde 1981. Las cifras son claras. Ese a?o, ETA asesin¨® a 32 personas mientras el anterior hab¨ªa matado a 93. La clave de ese primer baj¨®n radica en que ETA pol¨ªtico-militar (pm) ¡ªuna de las organizaciones terroristas junto con ETA militar (m) y los comandos aut¨®nomos¡ª declar¨® una tregua y abandon¨® el terrorismo. Ah¨ª empez¨® su p¨¦rdida progresiva de apoyo, no exenta de altibajos, que puede resumirse en 10 hitos.
Disoluci¨®n de ETA pol¨ªtico-militar (1982). La aprobaci¨®n del Estatuto, en octubre de 1979, y el intento de golpe del 23-F abrieron una crisis en ETA pm. Euskadiko Ezkerra, partido vinculado a esta organizaci¨®n armada, estaba comprometido con el Estatuto. El 23-F confirm¨® la tesis de sus l¨ªderes, Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s y Mario Onaindia, de que los golpistas utilizaban el terrorismo para desestabilizar la democracia. Onaindia se esforz¨®, tras la intentona golpista de 1981, en convencer a los l¨ªderes de ETA pm de su disoluci¨®n. Lo logr¨® en septiembre de 1982. Acord¨® con el Gobierno de UCD paz por presos. En tres a?os fueron excarcelados todos los poli-milis y regresaron sus exiliados. La disoluci¨®n de ETA pm fue un hito e implic¨®, por vez primera, el reconocimiento del mundo de ETA de la democracia y el autogobierno. Supuso, tambi¨¦n, una dr¨¢stica ca¨ªda de los asesinatos.
Asesinato de Yoyes (1986). El asesinato en septiembre de 1986 de Dolores Gonz¨¢lez, Yoyes, por ETA militar por abandonar el terrorismo y regresar a Euskadi, tras haber sido dirigente de la banda, tuvo un enorme impacto social. ETA militar estaba atemorizada por el abandono de miembros y empez¨® con una campa?a contra los ¡°traidores polimilis¡±. Al no conseguir atajar la crisis, en 1984 mat¨® a un militante reinsertado, Mikel Solaun, y dos a?os despu¨¦s a Yoyes. El atentado de Yoyes revel¨® que el totalitarismo etarra no respetaba siquiera a quienes hab¨ªan sido de los suyos. El investigador Gurutz J¨¢uregui fija en el asesinato de Yoyes el inicio del ¡°rechazo impl¨ªcito¡± de una mayor¨ªa vasca a ETA.
La incautaci¨®n de los archivos de ETA en Sokoa (1986). La incautaci¨®n de los archivos de ETA en la empresa Sokoa, en Hendaya (Francia), en noviembre de 1986, fue un hito en la colaboraci¨®n de las polic¨ªas francesa y espa?ola, iniciada en diciembre de 1983, con Fran?ois Mitterrand y Felipe Gonz¨¢lez. Francia intensific¨® las expulsiones de etarras e inici¨® las extradiciones a Espa?a. Pero el gran salto fue la incautaci¨®n de dichos archivos que facilit¨® a las fuerzas de seguridad, por vez primera, informaci¨®n clave sobre el funcionamiento de ETA. En septiembre de 1987, la detenci¨®n del responsable del aparato militar, Santi Potros, en Anglet (Francia), y la documentaci¨®n intervenida acarre¨® la mayor redada de la historia de ETA: un centenar de etarras en Francia y otro en Espa?a.
Atentado de Hipercor y Pacto de Ajuria Enea (1987-1988). ETA disminuye su capacidad operativa y recurre al coche-bomba. En junio de 1987 estall¨® uno en el Hipercor de Barcelona, dejando 21 muertos y 45 heridos. Fue el mayor asesinato de la banda y su indiscriminaci¨®n aument¨® la consternaci¨®n. Tanta que, por vez primera, todos los partidos vascos, nacionalistas y no nacionalistas, superaron sus diferencias y acordaron negar a ETA capacidad para negociar pol¨ªticamente con el Gobierno y legitimaron a las fuerzas de seguridad para combatirla. Fue el Pacto de Ajuria Enea. La unidad estimul¨® la movilizaci¨®n unitaria contra ETA y comenz¨® el aislamiento de HB.
Ruptura de las conversaciones de Argel (1989). Francia presionaba a Espa?a para que acabara con el terrorismo de ETA por la v¨ªa negociada. El Pacto de Ajuria Enea permit¨ªa al Gobierno un acuerdo de paz por presos. En enero de 1989, Felipe Gonz¨¢lez envi¨® una representaci¨®n a Argel para negociar con la banda terrorista. A los dos meses fracas¨® por la pretensi¨®n de ETA de tratar asuntos pol¨ªticos. La banda no midi¨® las consecuencias. Los etarras fueron expulsados de Argelia, y Francia dio otro salto en la colaboraci¨®n con Espa?a al permitir la presencia de polic¨ªas espa?oles en suelo franc¨¦s. Tambi¨¦n tuvo consecuencias para la banda terrorista. Un sector ¡ªAntx¨®n Etxebeste y Joseba Urrusolo¡ª discrep¨® de la ruptura de la negociaci¨®n.
Detenci¨®n de la c¨²pula de ETA en Bidart (1992). La detenci¨®n de la c¨²pula de ETA en Bidart (Francia) en marzo de 1992 marca otro hito. Fue la primera vez que se deten¨ªa a su direcci¨®n, lo que revelaba su vulnerabilidad y el avance de las fuerzas de seguridad. ETA desde entonces no fue la misma. Necesit¨® varios a?os para reorganizarse y, cuando lo hizo, no recuper¨® su ritmo anterior: en los a?os posteriores a 1992 y hasta su cese definitivo en 2011, la cifra de asesinatos baj¨® a m¨ªnimos: 15 entre 1995 y 2001 y tres en 2003. La excepci¨®n fueron los 23 asesinatos de 2000 debido a que ETA repunt¨® aprovechando la tregua de 1998-99.
Asesinato de Miguel Angel Blanco (1997). Tras la detenci¨®n de la c¨²pula de ETA, Mikel Antza se erige en jefe pol¨ªtico. Consciente de la creciente debilidad de ETA, sustituye el coche-bomba por la kale borroka, la actuaci¨®n pandillera de alevines etarras. E impulsa la ¡°estrategia de socializaci¨®n del sufrimiento¡±, una persecuci¨®n ¨¦tnica contra representantes del constitucionalismo en Euskadi para forzar al Gobierno a negociar. La inicia en 1995 con el asesinato de Gregorio Ord¨®?ez, edil donostiarra por el PP. La ira social estall¨® con el secuestro y asesinato del concejal del PP de Ermua Miguel Angel Blanco, en julio de 1997. Provoc¨® las mayores manifestaciones sociales contra ETA en su historia.
Pacto Antiterrorista y Ley de Partidos (2000-2001). Tras el levantamiento de Ermua, ETA y Batasuna se asustan e inician un acercamiento al PNV, que se plasma en el Pacto de Lizarra, en septiembre de 1998, que compromet¨ªa a todos los partidos nacionalistas a avanzar hacia la soberan¨ªa mientras ETA declaraba una tregua. El PP y el PSOE, excluidos, acuerdan un Pacto Antiterrorista, en 2000, como r¨¦plica mientras el lehendakari Ibarretxe, del PNV, mantiene el apoyo de Batasuna, pese a la ruptura de la tregua. El Pacto de Lizarra fue un retroceso. Pero el Pacto Antiterrorista acarre¨® la Ley de Partidos, que ilegaliz¨® a Batasuna, en 2002.
Ruptura de la tregua con el atentado de Barajas (2006). Tras el fracaso del Pacto de Lizarra y su ilegalizaci¨®n, Batasuna intenta un tercer proceso de di¨¢logo, esta vez con el Gobierno de Zapatero, que gana las elecciones en abril de 2004. Arnaldo Otegi, de Batasuna, y Jes¨²s Eguiguren, del PSE, dise?an una mesa negociadora entre el Gobierno y ETA, de paz por presos. ETA declara una tregua en marzo de 2006 y la rompe en diciembre, con un atentado en Barajas, al no resignarse a ceder a Batasuna la negociaci¨®n pol¨ªtica. El atentado deja a Batasuna en una situaci¨®n cr¨ªtica. El ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, emplaza al partido a elegir entre convencer a ETA o romper con ella si quiere sobrevivir como partido. Tarda cinco a?os en lograrlo.
Cese definitivo del terrorismo (2011). Cuando ETA ces¨® definitivamente el terrorismo, en octubre de 2011, estaba ya muy debilitada. El jefe de Informaci¨®n de la Guardia Civil, Pablo Mart¨ªn Alonso, dice que ten¨ªa tan s¨®lo medio centenar de militantes. Hab¨ªan sido detenidos sus principales dirigentes de manera continua desde 2004. En siete a?os cayeron tres c¨²pulas pol¨ªticas y cuatro militares. Batasuna estaba ilegalizada y deseosa de que acabara el terrorismo. Una encuesta de 2007 del Euskobar¨®metro se?alaba que el apoyo total a ETA desde la izquierda abertzale hab¨ªa bajado de un 20% a un 2%. Batasuna, en su af¨¢n de supervivencia, convence a la banda para poner el punto final.