Muere el hombre de los ¡®vis¨¦¡¯ de la caja b del PP
B¨¢rcenas se?al¨® a ?lvaro Lapuerta como la persona que recib¨ªa las donaciones ilegales en el partido. El anciano tesorero siempre lo neg¨®.
Una de las ¨²ltimas im¨¢genes que captaron lo medios de ?lvaro Lapuerta lo mostraba como un octogenario maltrecho de salud que necesitaba ayuda para caminar. Fue en 2014, a las puertas de la que entonces era sede provisional de la Audiencia Nacional en la madrile?a calle de Prim. Lapuerta, tesorero del PP durante 15 a?os y jefe directo de Luis B¨¢rcenas, comparec¨ªa entonces ante el entonces juez instructor del caso G¨¹rtel, Pablo Ruz, para ser interrogado como imputado por los llamados papeles de B¨¢rcenas. No lo hizo. Escud¨¢ndose en su salud, se limit¨® a leer una declaraci¨®n escrita en la que negaba cualquier irregularidad en las cuentas de su partido. Dos a?os despu¨¦s, en septiembre de 2016, cuando estaba a un paso de sentarse en el banquillo de los acusados, la Audiencia Nacional decidi¨® sobreseer la causa contra ¨¦l por "demencia sobrevenida".
La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n ped¨ªa para ¨¦l cinco a?os de c¨¢rcel acusado de apropiaci¨®n indebida, falsedad documental y fraude fiscal por apropiarse supuestamente de 286.000 euros de esa caja b del PP y permitir que su subordinado, B¨¢rcenas, distrajera dinero para nutrir sus cuentas en Suiza y comprarse una vivienda de lujo en Baqueira. Lapuerta, el hombre al que su sucesor en el cargo de tesorero se?al¨® como el ¨²ltimo responsable de visar el dinero que entraba y sal¨ªa de la contabilidad opaca con una marca de bol¨ªgrafo al lado de cada apunte, ha fallecido en Madrid a los 90 a?os de edad solo diez d¨ªas despu¨¦s de que la justicia certificara la existencia de esta ¨²ltima de la que nunca quiso hablar ante el juez.
Procurador en las Cortes franquistas y diputado por Alianza Popular y el PP durante siete Legislaturas, entre 1977 y 2004, su relevancia en el partido iba mucho m¨¢s all¨¢ de sus quehaceres parlamentarios. Heredero de Rosendo Naseiro ¡ªotro tesorero popular que tuvo problemas con la justicia¡ª y valedor de B¨¢rcenas, Lapuerta es citado 17 veces en la sentencia que no solo castigaba con duras penas a los principales implicados en la primera ¨¦poca del caso G¨¹rtel, sino que tambi¨¦n confirmaba la caja b. Cuando B¨¢rcenas decidi¨® tirar de la manta en julio de 2013, ¨¦l fue uno de los principales se?alados. El hoy preso de la c¨¢rcel de Soto del Real asegur¨® entonces que su jefe era el que recib¨ªa en mano las donaciones il¨ªcitas de constructores y las anotaba en tarjetas de visita. Que Lapuerta se encargaba de descolgar el tel¨¦fono para que el donante fuera atendido el tal o cual ministerio. Tambi¨¦n el que marcaba con un?vis¨¦ manuscritos cada apunte de los que aparec¨ªan en los papeles de B¨¢rcenas ¡ªalgo que los estudios caligr¨¢ficos de la Polic¨ªa nunca pudieron corroborar¡ª. En el juicio, el exsenador volvi¨® a descargar parte de sus responsabilidades en ¨¦l en un intento de reducir su responsabilidad en las irregularidades.
Aquella decisi¨®n de B¨¢rcenas de confesar la existencia de lo que en la vista terminar¨ªa bautizando como "contabilidad extracontable" hizo que todo el PP se volcara durante la instrucci¨®n de la causa en defender la "honorabilidad" de su anciano tesorero. En la calle G¨¦nova se tem¨ªa que siguiera los pasos de su pupilo, sobre todo despu¨¦s de que en agosto de 2013 Lapuerta decidiera dejar el abogado que le hab¨ªa puesto el partido para su defensa y se buscase un letrado de fuera de la?casa. Meses antes, el anciano hab¨ªa sufrido dos ca¨ªdas que, seg¨²n su familia, se produjeron en "extra?as" circunstancias y de las que nunca se conocieron detalles. Estuvo en coma y se agrav¨® un estado de salud en el que Lapuerta se escud¨® para seguir manteniendo el silencio y, finalmente, quedar fuera del banquillo.
Parad¨®jicamente, esos mimos que el PP dispens¨® siempre a Lapuerta, antes incluso de que estallase el esc¨¢ndalo, sirvieron al tribunal del caso G¨¹rtel para a?adir un indicio m¨¢s a la lista de los que confirmaban la existencia de la caja b del partido y que, de paso, pusieron en duda la credibilidad de Mariano Rajoy. El fallo destacaba que dos exdirigentes populares, Javier Arenas y P¨ªo Garc¨ªa Escudero, hab¨ªan admitido "indirectamente" durante la vista la existencia de la contabilidad opaca al reconocer que en 2008 se celebr¨® una cena de homenaje al anciano tesorero en la que regalaron un reloj. Dos gastos que aparec¨ªan recogidos en uno de los apuntes de la caja b cuyo visado, seg¨²n B¨¢rcenas, era cosa de Lapuerta.
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