La ¨²ltima hora de Feij¨®o
El presidente de la Xunta, cuya relaci¨®n con Rajoy no va m¨¢s all¨¢ de la cortes¨ªa y lealtad pol¨ªtica, ya no est¨¢ solo a disposici¨®n de Galicia
¡°Yo no soy un Judas¡±, dijo hace 12 a?os Alberto N¨²?ez Feij¨®o (Os Peares, Ourense, 1961) tras ser elegido sucesor de Manuel Fraga al frente del PP de Galicia. Ten¨ªa 44 a?os, hab¨ªa sido apadrinado por Jos¨¦ Manuel Romay Beccaria y, tras pasar por el Insalud y Correos, fue depositado antes de tocar cumbre al frente de Pol¨ªtica Territorial, la conseller¨ªaintocable de Xos¨¦ Cui?a, el eterno delf¨ªn de Fraga.
Esta declaraci¨®n de intenciones la repiti¨® hace unos d¨ªas sobre Mariano Rajoy: ¡°Nunca ser¨¦ un Judas¡±. Hay una diferencia sustancial entre las dos, m¨¢s all¨¢ de que por el camino Feij¨®o se haya convertido en el valor electoral m¨¢s prometedor del PP. En referencia a Fraga, ya ten¨ªa el poder y no traicionar¨ªa su legado; en referencia a Rajoy, el pontevedr¨¦s era su presidente y ¨¦l no se mover¨ªa para ocupar su sitio. Todo cambi¨® este martes y, de nuevo, por en¨¦sima vez en los ¨²ltimos tiempos, todos los focos vuelven sobre ¨¦l.
No deja de ser curioso que la mejor explicaci¨®n del acercamiento de N¨²?ez Feij¨®o al PP nacional sea, precisamente, su c¨¢lculo electoral distanci¨¢ndose de ¨¦l. El origen de su baraka se data en Pontevedra, a?o 2009, cuando decidi¨® arrancar la campa?a en la que recuper¨® la Xunta del posfraguismo en la plaza de toros. ¡°Si la llenamos, ganamos¡±. La llenaron, pero el mensaje no estaba tanto en el escenario como en la afici¨®n: miles de banderas y pancartas con los colores de la bandera gallega, apenas alguna bandera espa?ola suelta. La campa?a fue Feij¨®o09, con el logo del partido apenas perceptible. En la siguiente campa?a no hab¨ªa ni siglas: Feij¨®o, En Galicia Si y Galicia Primeiro, Feij¨®o 2012. Sali¨® hasta Mar¨ªa Dolores de Cospedal, secretaria general del partido, a quitarle hierro al asunto para decir que vio las siglas del PP ¡°en alg¨²n acto¡± y que Feij¨®o era suficientemente conocido.
En Galicia el PP es sitio distinto, un partido desmarcado electoralmente de la marca nacional no solo por razones de reputaci¨®n, sino porque buena parte de su granero de votos es el nacionalista de centroderecha, un votante hu¨¦rfano de partidos en Galicia que conf¨ªa desde hace a?os en un modo de hacer pol¨ªtica cuyos m¨¢ximos exponentes eran Fraga, el fallecido Cui?a Crespo o Xos¨¦ Luis Baltar; es famosa la frase del propio Cui?a avisando de que su partido se situaba al ¡°borde de la autodeterminaci¨®n¡±, as¨ª como su humillaci¨®n a Rajoy en un congreso del PPdeG sent¨¢ndolo en el gallinero.
Feij¨®o, cuya relaci¨®n con Rajoy no va m¨¢s all¨¢ de la cortes¨ªa y lealtad pol¨ªtica (nunca fueron amigos), comprendi¨® a tiempo tan particular idiosincrasia, si bien ¨¦l baj¨® varios grados para no terminar en la cuneta, o m¨¢s bien para terminar en Madrid. En su entorno se cree que est¨¢ acabando el tiempo de la contenci¨®n, las declaraciones en las que su coraz¨®n solo lo ocupaba el amor a Galicia (¡°Galicia no me da nietos¡±, le avis¨® su madre hace nueve a?os; ya tiene uno). Ahora ya est¨¢ a disposici¨®n de Galicia y tambi¨¦n de su partido, como no pod¨ªa ser de otra forma. Es la lenta y pesada burocracia de la ambici¨®n, que tan mal se paga.
En 2009, en una entrevista que le hizo Karmentxu Mar¨ªn en EL PA?S, la periodista le pregunt¨® por sus aficiones y Feij¨®o se lo tom¨® a la tremenda: ir a Marruecos, pasar temporadas en el Caribe, tomar el sol en Salvador de Bah¨ªa y perderse por M¨¦xico. ¡°O sea que en Galicia no le pillan ni harto de vino¡±, contest¨® Mar¨ªn. Y Feij¨®o, queriendo salvar la bola pero meti¨¦ndola dentro (como cuando dijo sobre sus viajes con Marcial Dorado que recordaba ¡°mucha nieve¡±), dijo que en Galicia hab¨ªa 1.300 kil¨®metros de playas ¡°y le puedo asegurar que en estos cuatro a?os no voy a salir de aqu¨ª¡±. Le toca decidir, despu¨¦s de una larga espera, si deja las dos cosas para el verano.
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