Los rescatadores del Estrecho
Pasan hasta 17 horas seguidas al tim¨®n salvando vidas. As¨ª es la tarea de las tripulaciones de Salvamento Mar¨ªtimo en la Frontera sur
Marineros y patrones de Salvamento Mar¨ªtimo que navegan en aguas del Estrecho han dejado de mirar las redes sociales. Algunos han pedido a sus mujeres que no divulguen en ellas informaci¨®n sobre sus guardias, ni fotos de sus rescates. Su trabajo ya no es bien entendido por todos y en los comentarios a sus perfiles los acusan de llenar Espa?a de negros, de ejercer de ferry de la inmigraci¨®n o de recibir dinero por cada migrante que salvan de morir ahogado. ¡°Antiguamente nos ve¨ªan como h¨¦roes. Ahora mis vecinos y mis amiguetes me dicen, medio en broma medio en serio, que deje de traer negritos¡±, lamenta Israel D¨ªaz, patr¨®n de la Salvamar Arcturus.
Entre martes y mi¨¦rcoles D¨ªaz y su tripulaci¨®n salvaron con su embarcaci¨®n, una de las m¨¢s activas en el rescate de migrantes, a casi de 200 africanos, una tercera parte de todos los que llegaron esos d¨ªas a las costas andaluzas. Est¨¢ exhausto desde hace a?os, pero este mes de julio, en el que las llegadas casi se han cuadriplicado respecto a 2017 (una media de 287 personas rescatadas por d¨ªa), ha encadenado una emergencia con otra. ¡°Hay d¨ªas que trabajo 17 horas. La torre de control no entiende de horarios. Se creen que eres como una farmacia 24 horas¡±, dice sin orgullo en el puerto de Tarifa.
D¨ªaz, hijo, nieto y bisnieto de armadores y pescadores, cumpli¨® su sue?o de entrar en Salvamento Mar¨ªtimo en 2000, pero tras 18 a?os de rescates y recogida de cad¨¢veres guarda cicatrices imborrables. Cada vez disfruta m¨¢s de sus d¨ªas libres, dedicados a fotografiar ballenas desde barcos tur¨ªsticos en las aguas que patrulla. ¡°Hace ocho a?os me hac¨ªa ilusi¨®n ir a por una patera. Ahora mismo le tengo cierta fobia¡±, confiesa. ¡°En mi casa no hay nada naranja [el color de las embarcaciones de Salvamento] y veo un guante de l¨¢tex para fregar y me recuerda a muerte, a desgracia. Amo mi trabajo, pero esto ya no se cura¡±.
Los trabajadores de la flota de Salvamento Mar¨ªtimo son el brazo invisible al que se agarran los n¨¢ufragos en el Estrecho y en el Mar de Albor¨¢n. Rara vez tienen protagonismo en los medios, pero est¨¢n detr¨¢s de la inmensa mayor¨ªa de los rescates de migrantes que llegan a Espa?a tras lanzarse al mar: 26.897 personas hasta el 14 de agosto, seg¨²n los c¨¢lculos de Acnur. En la ruta occidental del Mediterr¨¢neo, en la que Marruecos ejerce un papel residual en el salvamento, ya han muerto 308 personas este a?o.
Junto a D¨ªaz trabaja un jovial marinero, a punto de cumplir 40 a?os, que insufla toda la motivaci¨®n que su patr¨®n ha ido perdiendo con los a?os. ¡°Aqu¨ª un d¨ªa recoges la muerte y otro d¨ªa la vida. Forma parte del oficio¡±, relativiza Antonio Morillo. ¡°Cuando conseguimos salvar a 20 personas en una patera donde caben ocho es muy gratificante. Que la primera mano que cojan es la tuya te hace sentir importante¡±, ilustra. Morillo, que trabaj¨® en un centro de personas con discapacidad, confiesa que cada vez que rescata un beb¨¦ le dan ganas de adoptarlo. Su mujer se r¨ªe y sus dos hijas peque?as le rega?an: ¡°Que no pap¨¢, que ya somos muchos¡±.
En los barcos de Salvamento Mar¨ªtimo hay voluntarios de las ONG dedicadas al rescate en el Mediterr¨¢neo Central, antiguos pescadores en las costas de Senegal, exmilitares, buzos profesionales o marineros de yates de recreo. No coinciden en sus ideas y algunos reproducen los bulos sobre inmigraci¨®n que circulan en Internet. Todos recuerdan que ellos rescatan un Aquarius cada fin de semana y a la mayor¨ªa les molesta irse cada vez m¨¢s cerca de Marruecos a salvar pateras. ¡°No somos taxis¡±, dispara un marinero mal encarado en Algeciras. Tampoco est¨¢n de acuerdo con la decisi¨®n del Gobierno de crear un mando ¨²nico comandado por un guardia civil para coordinar las operaciones. Est¨¢n hartos de jefes, nombrados por el Gobierno de turno, que no saben diferenciar babor de estribor. Todos, a pesar de sus quejas, saben y defienden su misi¨®n: salvar vidas.
Barcos como CIE
La pasi¨®n por el oficio vive d¨ªas de zozobra entre los m¨¢s veteranos. A las demandas habituales de personal en la flota, se ha sumado la falta de recursos de polic¨ªas y ONG para asumir la llegada de tantos inmigrantes a la vez. El enorme remolcador Mar¨ªa Zambrano pas¨® los ¨²ltimos d¨ªas de julio atracado en puerto con cerca de 200 personas a bordo. Fue noticia, pero no fue el ¨²nico. ¡°Han usado los barcos como CIE ¡±, denuncian los patrones de los barcos afectados.
La Salvamar Gadir, en el puerto de Barbate, ya ha estado bloqueada dos veces la ¨²ltima semana de julio. ¡°Tuvieron que hacer sus necesidades en bolsas de pl¨¢stico. Nuestro ba?o no est¨¢ preparado para esa cantidad de gente¡±, ilustra el patr¨®n Dami¨¢n Malia. Vivieron situaciones de caos. Uno de los d¨ªas, con 135 marroqu¨ªes y argelinos agolpados en solo 22 metros de eslora, los rescatados comenzaron a tirarse al agua para huir del control policial. ¡°T¨² imag¨ªnate que un d¨ªa de esos se parte un ferry por la mitad y nosotros estamos con los barcos bloqueados¡±, cuestiona V¨ªctor Tierra, el patr¨®n de la Salvamar Den¨¦bola, en un muelle de Algeciras. ¡°Nunca me hab¨ªa pasado algo parecido. Cien personas en cubierta a las que adem¨¢s ten¨ªa que dar de comer. Eso me genera much¨ªsima ansiedad. Del 28 al 31 de julio tuve la embarcaci¨®n inoperativa. Esto era un campamento¡±, afirma Tierra.
Esta es una profesi¨®n de hombres ¡ªlas mujeres en el mar representan un 2% de los 830 tripulantes que integran la flota¡ª con mucha m¨¢s vocaci¨®n que ganas de hacerse rico. Un marinero gana en torno a los 1.400 euros y un patr¨®n 2.300, dependiendo de la antig¨¹edad y los complementos.
¡°Yo esto no lo hago por dinero. En el yate donde trabajaba antes ganaba cuatro veces m¨¢s. Ten¨ªa una vida mejor y solo ve¨ªa gente guapa. Pero a m¨ª me enorgullece trabajar aqu¨ª¡±, ilustra en Barbate el marinero de 35 a?os Manuel Dom¨ªnguez. ¡°Me fui de la Armada porque me sent¨ªa jugando a hundir la flota, todo el d¨ªa haciendo maniobras. Aqu¨ª lo que hago es real. Si no estoy, la gente se muere¡±, asegura el marinero, que habla ¨¢rabe con los rescatados. Sergio L¨®pez, regatista profesional de la Armada, de 43 a?os, no olvida el abrazo que le dio un subsahariano que vend¨ªa souvenirs en la Torre Eiffel, al decirle que era marinero en Tarifa. ¡°Coincid¨ªan las fechas, aunque no s¨¦ si fui yo quien le rescat¨®. Pero ¨¦l estaba vivo y era feliz. Para ¨¦l yo era alguien importante. Quiso regalarme todos sus llaveros¡±.
"Es una burrada hacer lo que hacemos con cuatro a bordo"
Con el repunte de las llegadas de migrantes, Salvamento Mar¨ªtimo, empresa p¨²blica adscrita al Ministerio de Fomento, ha reforzado provisionalmente la flota de la frontera sur. Algunas tripulaciones de las salvamares, las lanchas r¨¢pidas dedicadas a las emergencias, ya hacen guardias de 24 horas durante tres d¨ªas y descansan seis, frente a las escalas de siete d¨ªas de trabajo y siete de descanso de hace solo unos d¨ªas. Para la empresa es suficiente, aunque no descarta futuros refuerzos. Los trabajadores siguen reclamando m¨¢s organizaci¨®n y recursos, m¨¢s all¨¢ de crisis puntuales. ¡°Seguimos siendo pocos. Es una burrada hacer lo que hacemos con solo cuatro hombres a bordo¡±, lamenta V¨ªctor Tierra en Algeciras. El sindicato CGT, mayoritario en la flota, lleva a?os denunciando ¡°la precariedad laboral de una tripulaci¨®n que se enfrenta a un aumento de los rescates con largas jornadas de trabajo y medios limitados¡±. Las plantillas, denuncia CGT, sufren una precarizaci¨®n del trabajo y la falta de contrataciones fijas desde el 2012.
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