¡°Gritaba ¡®Allahu Akbar¡¯ mientras corr¨ªa hacia nosotros y disparamos¡±
Los audios de las declaraciones ante el juez de los mossos que abatieron los yihadistas del 17-A desvelan la tensi¨®n vivida en Cambrils y Subirats
¡°Estaba en un estado de euforia, de locura, gritando. Me acuerdo de que el camino hac¨ªa subida y estaba lejos. Sin ning¨²n tipo de escr¨²pulos, subi¨® gritando hacia nosotros y nos ense?¨® el cintur¨®n [explosivo]¡±. El agente de los Mossos d¡¯Esquadra con el indicativo Astor 925 fue uno de los dos que, el 21 de agosto de 2017, abati¨® a tiros al autor material del atentado de La Rambla de Barcelona, Younes Abouyaaqoub. ?l y su compa?ero, Astor 926, efectuaron 27 disparos para acabar con el yihadista. El juez Fernando Andreu les tom¨® declaraci¨®n como testigos. EL PA?S ha accedido a los audios de ambos testimonios, as¨ª como a los de otra veintena de agentes que participaron en los sucesos de Cambrils que terminaron con la muerte de otros cinco integrantes de la c¨¦lula.
¡°Estaba a 50 metros cuando lo vemos por primera vez. Se esconde en los matorrales. Y luego aparece¡±, rememor¨® ante el magistrado, al describir su encuentro en un vi?edo de Subirats (Barcelona) con el terrorista. ¡°A medida que se iba a acercando, vimos claramente que ten¨ªa como unos cilindros, tres o cuatros, incluso el cable¡±. Le dieron el alto pero, cuando Abouyaaqoub empez¨® a correr hacia ellos, dispararon. ¡°Vemos el cintur¨®n y vimos nuestra vida en peligro y una explosi¨®n inminente¡±.
Su compa?ero describi¨® una escena id¨¦ntica: ¡°Se levanta la camisa y muestra unos tubos cil¨ªndricos peque?itos. Baja la camisa y empieza a correr en direcci¨®n a nosotros [¡] Ni lo piensas. Viendo la amenaza y que no se detiene, empezamos a disparar hasta que cae¡±. Tras recibir los primeros impactos y desplomarse, el yihadista se volvi¨® a incorporar y a dirigirse hacia los agentes. Astor 926 detall¨® lo que vivieron durante aquellos segundos: ¡°Cae la primera vez a unos 12 o 15 metros [de nosotros]. Cae y entonces yo digo ¡®ya est¨¢, ha ca¨ªdo¡¯¡ [pero] se vuelve a levantar, vuelve a correr. Volvi¨® a chillar Allahu Akbar [Al¨¢ es grande] y volvi¨® a correr¡±. Los agentes volvieron a disparar. El cuerpo del terrorista recibi¨® seis impactos.
Los sucesos de Cambrils
Tambi¨¦n vieron en peligro su vida los agentes que unos d¨ªas antes, el 18 de agosto, abatieron a otros cinco integrantes de la c¨¦lula yihadista en Cambrils (Tarragona), adonde hab¨ªan acudido armados de cuchillo a atentar. Dos de los mossos, con n¨²meros de identificaci¨®n 14361 y 3573, fueron los primeros que llegaron al paseo mar¨ªtimo. ¡°Vimos al individuo con un artefacto, gritando Allahu Akbar y con algo en la mano. No tengo conocimientos de explosivos, pero para m¨ª lo era. Quer¨ªamos que se estuviera quietecito¡±. ¡°Pero no hac¨ªa caso. [¡] Se dirig¨ªa a nosotros. No sab¨ªamos si el artefacto era real o no. Tuvimos que abrir fuego¡±, a?adi¨® uno de ellos.
Tras efectuar cuatro disparos, el terrorista ¡ªel quinto en ser abatido¡ª cay¨® al suelo, pero se volvi¨® a levantar. ¡°Me echo un poco hacia atr¨¢s, a ver si va a detonar lo que lleve y la liamos m¨¢s parda. Y luego sali¨® por el paso de peatones y se dirigi¨® a m¨ª hasta quedar a 4 o 5 metros¡±, cont¨®. Preguntado por el juez sobre qu¨¦ pens¨®, el agente fue tajante: ¡°Que quer¨ªa hacer lo que hab¨ªa hecho e irse con su Dios, Al¨¢. La actitud era de ¡®voy a morir y si me llevo a alguien por delante, pues me lo llevar¨¦¡±.
Los agentes volvieron a disparar y el terrorista cay¨® definitivamente. Su compa?ero 3573 coincidi¨® en su relato de lo sucedido: ¡°Lleva una especie de chaleco. Como si fueran latas de Coca-Cola. Y una cosa en la mano negra. Pens¨¢bamos que pod¨ªa ser un detonador. Despu¨¦s supimos que era el mango del cuchillo que hab¨ªa utilizado y se le hab¨ªa roto¡±. El agente tambi¨¦n asegur¨® que, como no atend¨ªa a sus indicaciones de alto, tuvieron que disparar. ¡°Durante unos segundos estuve pensando que ah¨ª acababa todo y que en cualquier momento esa persona har¨ªa detonar el explosivo¡± concluy¨®.
Otros cuatro mossos dieron detalles sobre la muerte de otro terrorista abatido aquel d¨ªa. El agente con TIP 12324 asegur¨® que al llegar observ¨® a un hombre tendido en el suelo que parec¨ªa llevar un cintur¨®n con explosivos y a un compa?ero, a pocos metros, apunt¨¢ndole con un arma. ¡°Estaba tendido en el suelo y parec¨ªa que ten¨ªa impactos en el cuerpo. Ileso no estaba. Panza arriba. Con una mano se?alaba al cielo con el dedo ¨ªndice. Se tocaba el cintur¨®n. No escuch¨¦ que dijera nada. [¡] Parec¨ªa totalmente surrealista que despu¨¦s del primer y segundo impacto insist¨ªa en tocarse... Parec¨ªa de pel¨ªcula¡±.
El sargento 10553 tambi¨¦n recordaba que lo que mostraban los terroristas adheridos a sus cuerpos parec¨ªan artefactos explosivos. ¡°Era como un color plateado con diferentes abultaciones. Como un chaleco. Estamos a unos 10 metros. Estaba muy cerca. Todo fue muy r¨¢pido. ?l se levanta rapid¨ªsimo y empiezo a chillar. Se oyen las voces. Se levanta r¨¢pidamente y empieza a andar hacia nosotros. ?l mueve la mano hacia arriba y habla en ¨¢rabe. No sabr¨ªa decir qu¨¦ dec¨ªa. Andando a velocidad normal. La mano derecha iba levant¨¢ndola. Yo ten¨ªa claro que iba a disparar¡±.
Un poco m¨¢s lejos se encontraba el agente con TIP 16978, quien record¨® al magistrado que el yihadista hizo caso omiso a las ¨®rdenes que le daban para que se estuviera quieto. ¡°Est¨¢bamos a 25 metros. Llevaba un chaleco. Se ve¨ªan cosas plateadas. Iba gritando Allahu Akbar. Vi que iba lleno de sangre¡±, record¨® en su declaraci¨®n. ?l efectu¨® dos disparos. ¡°Se volvi¨® a incorporar haciendo gestos para tocarse el chaleco. Recib¨ª ¨®rdenes y efectu¨¦ un disparo. Pasaron 5 o 6 minutos y volvi¨® a hacer lo mismo. Estaba tumbado. Me fij¨¦ que con los dedos ¨ªndices se?alaba hacia el cielo. Volvi¨® a tocarse el cintur¨®n. Nueva orden, que fue cuando ya lo abatimos. Mantuvimos la posici¨®n hasta que vinieron los compa?eros de Tedax [especialistas en desactivaci¨®n de explosivos]¡±.
El subinspector 5018, que dio la orden de disparar a sus compa?eros, recuerda que el terrorista ¡°al ver de uniforme, vino a nosotros. A unos 15 metros, orden¨¦ disparar. Dispar¨¦ yo primero y la l¨ªnea de fuego respondi¨®¡±. El agente insisti¨® en que una de sus grandes preocupaciones era un establecimiento cercano en el que se hab¨ªan refugiado numerosas personas que paseaban aquella noche por la zona: ¡°Aparte del cintur¨®n [explosivo], como ven¨ªamos predispuestos con los atentados de Barcelona, nuestra preocupaci¨®n es que al lado hab¨ªa un bar con unas 40 personas encerradas que su protecci¨®n era un cristal¡±.
Control de tr¨¢fico en la Diagonal
El juez tambi¨¦n tom¨® declaraci¨®n a cinco polic¨ªas que participaron en un control instalado a la salida de Barcelona poco despu¨¦s del atropello de La Rambla para interceptar a los terroristas y que fueron arrollados por el yihadista en su huida a bordo de un coche que hab¨ªa robado tras asesinar a cuchilladas a su propietario. En aquel incidente, los agentes efectuaron nueve disparos sin ¨¦xito. Varios polic¨ªas resultaron lesionados. El m¨¢s grave, la sargento con TIP 4998, se mostr¨® ante el magistrado convencida de que el terrorista quer¨ªa matarla a ella y a sus compa?eros: ¡°Yo ya me lo vi encima. Lo que si recuerdo muy claramente fue el aceler¨®n, o¨ªr el aceler¨®n, levantar la vista y seguir oyendo el aceler¨®n. Entonces fue cuando me arroll¨®. [¡] La intenci¨®n era para m¨ª totalmente clara¡±.
Otro agente que participaba en ese dispositivo, el subinspector 5520, tuvo la misma impresi¨®n: ¡°Se observa que var¨ªa su trayectoria y se mete entre dos coches policiales. Y yo no llego a ver, pero por lo que comenta y se apunta en la minuta [informe policial del suceso], afirmar¨ªa tambi¨¦n la tesis de que est¨¢ sonriendo y mirando a los agentes. [¡] El hecho del aceler¨®n tambi¨¦n es un detalle. [¡] Lo que hace es embragar el coche y hace que la salida sea como si fuera una carrera de F¨®rmula 1, que es cuando ponen el sem¨¢foro en verde y salen corriendo. Son esos elementos los que me hacen llegar a que no se equivoca de trayectoria o de volantazo, que de forma consciente intent¨® hacer ese atropello¡±.
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