Lo nunca visto ni ocurrido en la vida de Pablo Alberdi
Versiones policiales contradictorias ponen en evidencia un proceso judicial contra un manifestante de Logro?o
El 12 de noviembre de 2012, el carpintero Pablo Alberdi colg¨® una pancarta en un edificio abandonado del centro de Logro?o que dec¨ªa: ¡°14 N, paremos a la troika¡±. Fue identificado y detenido por la Polic¨ªa tras la llamada de un vecino. Alberdi, que entonces ten¨ªa 33 a?os, era un viejo conocido de las Fuerzas de Seguridad del Estado como miembro de la CNT y activista del 15M. Dos d¨ªas despu¨¦s estaba convocada en Portugal y Espa?a una huelga general contra las pol¨ªticas europeas de austeridad. Decenas de miles de personas salieron a la calle. En Espa?a se produjeron altercados entre manifestantes y disturbios; fueron detenidas 142 personas y hubo 74 heridos entre agentes y participantes. En Barcelona, una mujer, Ester Quintana, perdi¨® un ojo tras ser alcanzada por el disparo de una pelota de goma de los Mossos d¡¯Esquadra. En Logro?o, Pablo Alberdi y su compa?ero del sindicato Jorge Merino fueron detenidos bajo acusaciones que fueron cambiando a medida que las pruebas y los testimonios las desment¨ªan. Hubo un momento del largu¨ªsimo proceso en el que se les ofreci¨® un pacto para declararse culpables y no entrar en prisi¨®n. Respondieron que no pod¨ªan asumir la autor¨ªa de hechos que no hab¨ªan cometido y que confiaban en la justicia. Los dos han sido condenados y Alberdi, si el recurso de su defensa no prospera, entrar¨¢ en la c¨¢rcel.
El 14 de noviembre Logro?o vivi¨®, a prop¨®sito de la huelga, una de las manifestaciones m¨¢s grandes que se recuerdan. Hubo tres cargas policiales con porrazos y disparos de pelotas de goma, y lanzamiento de globos de pintura y piedras por parte de los manifestantes. Pablo Alberdi fue detenido acusado de atentado a la autoridad y des¨®rdenes p¨²blicos: se le se?al¨® como autor del lanzamiento de una piedra que impact¨® contra la rodilla de un polic¨ªa y le pidieron cinco a?os de c¨¢rcel. Jorge Merino fue acusado de lo mismo y le pidieron nueve a?os, pero se descubri¨® que cuando ten¨ªan lugar las cargas, ¨¦l estaba en una f¨¢brica de Navarra trabajando en su turno de noche. ?l hab¨ªa llevado el meg¨¢fono al principio de la manifestaci¨®n y luego se fue a trabajar. Su petici¨®n de pena baj¨® de nueve a dos a?os, y la de Alberdi subi¨® de cinco a?os a seis a?os y tres meses.
A Pablo Alberdi lo detuvieron mientras levantaba una pancarta frente al responsable del operativo, Fernando Fern¨¢ndez Beneite. El atestado lo firman cuatro agentes, uno de ellos Beneite. Uno de esos agentes dice en el atestado que Pablo Alberdi tir¨® una piedra que hiri¨® a un polic¨ªa en la pierna, y que eso desencaden¨® la carga policial. Tambi¨¦n dice el atestado que cuando fue a detenerlo Beneite, Alberdi se ech¨® para atr¨¢s tir¨¢ndole un globo lleno de pintura que le puso perdido el pecho y el casco al polic¨ªa. Entonces trat¨® de huir corriendo, siendo agarrado por los agentes mientras se resist¨ªa tirando patadas al aire.
Las im¨¢genes grabadas por los testigos muestran otra realidad. La carga policial se desencadena cuando un globo de pintura procedente de los manifestantes impact¨® en el escudo de un agente, y salpic¨® entera la espalda del inspector jefe Fern¨¢ndez Beneite. Con los agentes cargando, el v¨ªdeo muestra c¨®mo Alberdi se acerca a ellos, coge una pancarta del suelo y la levanta. Lo ve Beneite, que va hacia ¨¦l y lo empuja; a su vez, dos manifestantes empujan al inspector, y cuando ¨¦l se gira hacia ellos puede verse c¨®mo tiene la espalda llena de pintura rosa. Cuando Beneite trata de golpear a los manifestantes que lo empujaron, Alberdi le agarra del brazo y el polic¨ªa se revuelve contra ¨¦l. M¨¢s agentes tambi¨¦n lo hacen; Alberdi grita frente a ellos con los brazos en alto hasta que lo inmovilizan en el suelo.
Mientras se produc¨ªan las cargas, varios agentes se encargaron de grabar los disturbios. Hay varias im¨¢genes en las que se ven a funcionarios policiales a un lado, con una c¨¢mara alta y la misi¨®n de registrarlo todo. Esos v¨ªdeos podr¨ªan aclarar pr¨¢cticamente todo lo ocurrido esa noche en el centro de Logro?o durante las cargas. La defensa de Alberdi y Merino los reclam¨® en las primeras 24 horas y volvi¨® a hacerlo en las semanas siguientes. La respuesta oficial fue: ¡°(¡) si bien se realizaron grabaciones, todas ellas fueron destruidas debido a que por su calidad de imagen eran ineficaces desde la perspectiva de la operativa policial¡±. ¡°?No deber¨ªa haber juzgado su eficacia la jueza, o la defensa, quienes nunca vieron esas grabaciones?¡±, se pregunta la organizaci¨®n Stop Represiones, que lleva a?os acumulando documentaci¨®n sobre el caso. ¡°?Por qu¨¦ el fiscal y el juez de guardia no pidieron esas im¨¢genes? ?C¨®mo es posible que las grabaciones policiales fueran de mala calidad cuando hubo multitud de v¨ªdeos dom¨¦sticos grabados por los testigos de los mismos sucesos? Uno de ellos admitido por la juez como prueba y que desmonta el relato del atestado¡±. La defensa tambi¨¦n pidi¨® las im¨¢genes de las c¨¢maras fijas del palacio presidencial, que graban 24 horas, ya que ah¨ª ocurrieron los hechos y enfocan a la calle. La respuesta fue que las borraron, a pesar de que tienen la obligaci¨®n de conservarlas si graban hechos delictivos.
La sentencia dio por probado que Alberdi tir¨® una piedra de ¡°considerable tama?o¡± que dio en la rodilla de un agente. Se basa en la versi¨®n de uno de los polic¨ªas que firm¨® el atestado; en ese atestado no dijo por qu¨¦ supo que hab¨ªa tirado la piedra. S¨ª lo cont¨® seis a?os despu¨¦s, en la vista oral. Seg¨²n ¨¦l, Alberdi iba encapuchado, iba de negro y con pantalones de camuflaje [en realidad llevaba pantalones negros]. ?Si iba encapuchado, por qu¨¦ sab¨ªa que era Pablo Alberdi? Por ¡°la forma de moverse¡± cuando lo vio de nuevo con la cara descubierta. Endika Zulueta, abogado de Alberdi, le ense?¨® a este polic¨ªas varios v¨ªdeos en los que se ve a gente encapuchada. ¡°Vi lo que vi¡±, dijo. ¡°En ese v¨ªdeo, ahora mismo podr¨ªa ser cualquiera, en ese v¨ªdeo¡±, dijo en la vista.
El agente que en el atestado vio c¨®mo Alberdi le tir¨® un globo de pintura a su superior, y lo ratific¨® despu¨¦s, dijo seis a?os despu¨¦s, en la vista oral y tras ver el v¨ªdeo, que nunca hab¨ªa visto esa acci¨®n. Y en esa misma vista oral dijo que Alberdi peg¨® una patada o rodillazo a su superior, algo que no se ve en el v¨ªdeo, pero eso prefiri¨® no incluirlo en el atestado. ¡°Este funcionario policial pone en el atestado lo que en la vista dice que no hab¨ªa visto, y no pone en el atestado lo que en la vista afirma haber presenciado¡±, concluye Zulueta en el recurso presentado por la defensa.
-Veo la prensa, leo los peri¨®dicos, veo la tele, ?como cualquier logro?¨¦s!, y cualquier ciudadano, he visto el tema del globo, ?efectivamente! ?El globo no era un globo! Eso hay que matizar -dijo el inspector jefe Beneite en el juicio.
-Eso no es que usted lo est¨¦ matizando, es que est¨¢ diciendo que eso no ha pasado.
-No. Eso lo estoy matizando.
La jueza intervino en ese momento para decir que efectivamente era una aclaraci¨®n, ante la contrariedad de la defensa de Alberdi. ¡°Aclarar ser¨ªa que el globo fuese verde en lugar de rosa¡±, respondi¨® Zulueta, que record¨® que Alberdi estaba sentado en el banquillo por dos delitos, tirar una piedra y un globo de pintura. Lo primero se sosten¨ªa solo por un testimonio que no pudo ver la cara de Alberdi, y lo segundo no hab¨ªa ocurrido. En la sentencia, la jueza se muestra admirada por la ¡°precisi¨®n efectuada por el agente¡±.
Con todo, el recurso de la defensa de Pablo Alberdi incide en que la sentencia juzga sobre hechos que no estaban en el escrito de conclusiones provisionales. Nunca, ni en el atestado ni en la vista oral, se hab¨ªa dicho que Alberdi hab¨ªa agredido con su pancarta al inspector jefe Beneite. Pero tras el cambio de versi¨®n del globo de pintura, se incluy¨® en el escrito definitivo de acusaci¨®n esta afirmaci¨®n: ¡°El acusado Pablo Alberdi estamp¨® la pancarta contra el cuerpo del inspector jefe 17.216¡±. Eso no se ve en el v¨ªdeo y no se hab¨ªa contado nunca en seis a?os. La sentencia lo dio por cierto: ¡°Se le encar¨® y golpe¨® violentamente con la pancarta contra su cuerpo¡±, dice. ¡°El escrito muta los hechos e incorpora hechos nuevos, lo que est¨¢ vetado (¡). No se puede tener como objeto de enjuiciamiento estos hechos nuevos, ni por ende, pueden encontrarse en sentencia¡±, se explica en el recurso. La sentencia incluye como hechos probados partes que no estaban en el escrito de acusaci¨®n y de los cuales Alberdi no pudo defenderse: se dice que cuando Merino arengaba a los manifestantes estaba con ocho personas encapuchadas, entre las cuales se encontraba Alberdi, y que Alberdi, desde la primera fila de los concentrados, tir¨® una piedra de gran tama?o.
Ni en el atestado ni en los escritos de la acusaci¨®n se dijo que hab¨ªa persona encapuchadas, ni por tanto que Alberdi lo estuviese, como tampoco se dijo que estuviese en primera fila. Esa informaci¨®n, la de los encapuchados, la da por primera vez el polic¨ªa que dice que fue Alberdi el que tir¨® la piedra, seg¨²n la defensa al no poder confirmar que lo hubiese hecho ¨¦l.
Un a?o despu¨¦s de las cargas, Fernando Fern¨¢ndez Beneite fue nombrado comisario jefe de la Polic¨ªa Local de Logro?o; el Sindicato de Profesional de Polic¨ªas Municipales de Espa?a (SPPME) ha denunciado que cobra m¨¢s que el concejal de Seguridad, que la alcaldesa de Logro?o y que el presidente del Gobierno riojano. Pablo Alberdi fue condenado a cuatro a?os y nueve meses de c¨¢rcel por des¨®rdenes p¨²blicos y atentado a la autoridad, y Jorge Merino a un a?o de c¨¢rcel por des¨®rdenes p¨²blicos. El Ayuntamiento de Logro?o aprob¨® una moci¨®n de apoyo a los dos, y en estos a?os, adem¨¢s de manifestaciones y protestas, cargos de todos los partidos y representantes del mundo cultural y empresarial han mostrado su rechazo p¨²blicamente a lo que en Logro?o es conocido como No-Caso.
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