La reuni¨®n entre S¨¢nchez y Torra se abre paso pese a los recelos mutuos

El Gobierno y la Generalitat tratan de calmar las aguas antes del Consejo de Ministros del 21-D en Barcelona; no parece f¨¢cil. Los dos ejecutivos se tantearon este viernes, con muchas dificultades por los recelos mutuos, y exploraron una posible reuni¨®n entre Pedro S¨¢nchez y Quim Torra. La Generalitat trata de garantizar que en dicho encuentro se aborde la ra¨ªz del conflicto catal¨¢n. Esta exigencia hace que la cita siga en el aire. S¨¢nchez defendi¨® este viernes en Bruselas el viaje a Barcelona como ¡°un gesto de concordia¡±, pero se ha convertido en un problema pol¨ªtico que ambas partes intentan reconducir.

La relaci¨®n entre la Generalitat y el Gobierno se parece cada d¨ªa m¨¢s a una monta?a rusa. El lunes, todo parec¨ªa camino de la ruptura, cuando el Ejecutivo envi¨® tres cartas amenazando con tomar el control de la seguridad en Catalu?a. Solo dos d¨ªas despu¨¦s, el presidente Pedro S¨¢nchez lanz¨® en el Congreso mensajes muy duros contra el independentismo. Pero tras un sin n¨²mero de conversaciones ¡ªdiscretas¡ª para intentar bajar la tensi¨®n, tanto el Ejecutivo como la Generalitat suavizaron este viernes sus mensajes, aunque a¨²n no hay acuerdo definitivo. Con todo, la portavoz del Gobierno, Isabel Cela¨¢, avis¨®, tras la celebraci¨®n del Consejo de Ministros, a preguntas de periodistas, que la reuni¨®n no puede ser una cumbre con presencia de consejeros y ministros. El Govern, por su parte, insiste en que el formato no ser¨¢ un problema.

Desde Bruselas, al terminar la reuni¨®n del Consejo Europeo, y pese a la presi¨®n de sectores de su partido para que rompa con los independentistas, S¨¢nchez volvi¨® al discurso de di¨¢logo, y reivindic¨® su decisi¨®n de trasladar el Consejo de Ministros a Barcelona. ¡°La celebraci¨®n en Barcelona es una muestra de respeto a Catalu?a. Acercar el consejo a la Espa?a auton¨®mica es un gesto de concordia. Estuvimos en Sevilla, vamos a estar en Barcelona y en otras ciudades. Es un reconocimiento a la diversidad territorial admitir que no toda la vida pol¨ªtica pasa en Madrid. Es una muestra de cari?o a la sociedad catalana¡±, insisti¨®.

El Gobierno lanz¨® otros mensajes de consenso a lo largo de la jornada. La vicepresidenta, Carmen Calvo, ofreci¨® por carta formalmente la reuni¨®n entre S¨¢nchez y Torra y pidi¨® colaboraci¨®n. Su hom¨®logo, Pere Aragon¨¨s, contest¨® por la tarde sin dar por cerrada la reuni¨®n ¡ªpese a que hay indicios de que el encuentro se celebrar¨¢¡ª y mostr¨® en un tono constructivo su ¡°voluntad de encontrar los t¨¦rminos y contenidos para hacer efectivo¡± el di¨¢logo. En plata: se sigue negociando el formato y el guion de la reuni¨®n, pero el tono ha cambiado y parece que se har¨¢.

Desde Bruselas, S¨¢nchez parec¨ªa aceptar lo que al menos en parte pide la Generalitat: que no sea una cita protocolaria, sino con contenido, con enjundia pol¨ªtica. ¡°[Torra] querr¨¢ hablar de autodeterminaci¨®n y yo de precariedad laboral, de la calidad de los servicios p¨²blicos, de ver c¨®mo reforzamos el Estado del bienestar¡±, sentenci¨®.

Fuentes de Presidencia sostienen que no se han movido de la posici¨®n que fijaron en la ¨²ltima reuni¨®n celebrada entre ambos en julio pasado: que en esa cita se debe de hablar de todos los temas sin excluir nada, en clara alusi¨®n al derecho de autodeterminaci¨®n. ¡°No se trata de hablar, sino de abordar a fondo todos los asuntos¡±, afirman. ¡°Si no se est¨¢ en disposici¨®n de abordarlos a fondo no hace falta hacer reuniones¡±, se?alan las mismas fuentes. ¡°Para eso ya est¨¢n las bilaterales entre consejer¨ªas y departamentos¡±.

S¨¢nchez, que se somet¨ªa a una rueda de prensa por primera vez despu¨¦s de las elecciones andaluzas, no quiso entrar en el debate que se est¨¢ generando dentro del PSOE sobre la posibilidad de que la ola de derecha que se ha visto en Andaluc¨ªa se imponga en toda Espa?a y acabe llegando a La Moncloa. Tampoco quiso rebatir abiertamente el temor de algunos dirigentes socialistas de que sea la pol¨ªtica del ibuprofeno en Catalu?a, como la ha definido Josep Borrell, la que est¨¦ perjudicando las expectativas electorales del PSOE.

El presidente se concentr¨® en pedir ¡°sosiego¡± porque la crisis catalana lleva larv¨¢ndose al menos 10 a?os y tardar¨¢ muchos m¨¢s en resolverse. Al final, en una repregunta, s¨ª admiti¨® impl¨ªcitamente que est¨¢ dispuesto a asumir el coste que puede tener su pol¨ªtica en relaci¨®n con el proc¨¦s. ?Teme usted que la pol¨ªtica del ibuprofeno en Catalu?a acabe con su Gobierno?, le preguntaron. ¡°Yo asumo mi responsabilidad¡±, contest¨® con gesto serio.

Desde Berl¨ªn, la consellera de Presidencia de la Generalitat, Elsa Artadi, acompa?ada del diputado fugado Antoni Com¨ªn, defendi¨® el derecho que tiene la ciudadan¨ªa catalana para protestar por el Consejo de Ministros en Barcelona. ¡°El Gobierno de Catalu?a garantizar¨¢ los derechos de todo el mundo, tanto el de reuni¨®n como el de manifestaci¨®n y de protesta. Recortar el derecho de expresi¨®n, el derecho de manifestarse, es un camino muy peligroso que han seguido algunos pa¨ªses europeos y que nosotros nos negamos a transitar¡±, dijo Artadi tras denunciar la ¡°represi¨®n¡± que en su opini¨®n sufre el independentismo en Espa?a, informa Enrique M¨¹ller. Con todo, Artadi dijo que el formato de la reuni¨®n ¡°no ser¨¢ un problema¡±. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, confi¨® en que la reuni¨®n del 21 no suponga ¡°la militarizaci¨®n del centro de Barcelona¡± para garantizar su celebraci¨®n, informa Daniel Cordero. El ambiente de la cita, en fin, no es el ideal, pero ambos gobiernos parecen ahora buscar espacios para bajar la presi¨®n.