Rescate de Julen: mineros a 73 metros bajo tierra, a martillazos contra la roca y reciclando su propio ox¨ªgeno

Del hotel Rinc¨®n Sol, con balcones al mar en Rinc¨®n de la Victoria, el pueblo vecino de M¨¢laga que est¨¢ a los pies de la monta?a que lleva a Total¨¢n, llevan saliendo dos d¨ªas ocho mineros de la Brigada de Salvamento creyendo que se van a meter en la tierra. Est¨¢n rodeados de una expectaci¨®n casi cinematogr¨¢fica, algo que detestan porque entre ellos se suele decir que la publicidad de un rescate perjudica al rescate. Esta vez esa parte la tienen perdida; entre los periodistas y los ¨¢nimos espont¨¢neos de la gente en el hotel y en Total¨¢n, los brigadistas que picar¨¢n a mano bajo la tierra para llegar a Julen, el ni?o de dos a?os que se busca en un pozo desde el 13 de enero, representan, desde su llegada, la parte positiva de un suceso angustioso y la punta de lanza de un inmenso dispositivo de b¨²squeda.

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¡°Son los m¨¢s cualificados. Los que m¨¢s destacan de todos nosotros, los m¨¢s h¨¢biles. Unos somos mejores para picar, otros para postear¡­ Los mineros de la Brigada son h¨¢biles y r¨¢pidos en todos los terrenos: pueden picar, postear la madera y tienen unas cualidades sobresalientes para hacer cualquier cosa que surja ah¨ª abajo¡±, dice Jos¨¦ ?ngel Quir¨®s, un minero con 21 a?os de experiencia en el Pozo Mar¨ªa Luisa de Langreo.

Tras terminar el entubado del nuevo pozo, una acci¨®n a la que no han dejado de salirle problemas, este jueves es el momento de los mineros. M¨¢s de una semana despu¨¦s de su aterrizaje en un avi¨®n del Ej¨¦rcito, el equipo liderado por Sergio Tu?¨®n da el relevo a la gigantesca perforadora que ha construido un pozo de 1,5 metros por el que cabe la c¨¢psula de hierro construida ad hoc para que los mineros desciendan, por parejas, a 73 metros de profundidad.

Su trabajo lo har¨¢n, explica Quir¨®s, mediante lo que en argot minero se conoce como rampl¨®n, es decir, con inclinaci¨®n. ¡°El pozo nuevo lo bajaron un poquit¨ªn m¨¢s del sitio en concreto en el que creen que se encuentra el ni?o [el pozo nuevo tiene 80 metros y los mineros empezar¨¢n a trabajar en la cota 73]. Eso se denomina caldera. ?Por qu¨¦? Porque ah¨ª se va cayendo el material cuando se pica. Y al hacerlo en rampl¨®n, con pendiente, el material baja ya solo¡±. El problema para este minero es que sus compa?eros no saben el material que van a romper. ¡°Nosotros en otros sitios sabemos a qu¨¦ nos enfrentamos. Pero tengo la seguridad de que se va a hacer bien y lo m¨¢s r¨¢pido posible¡±. ?Qu¨¦ materiales son los peores para trabajar? ¡°La roca dura para el picador es terrible. Pizarra, cuarzo. Hay un tipo de piedra arenisca azul que empiezas a picar en ella y te rebota el martillo¡±.

?¡°He o¨ªdo que hay granito¡±, dice el espele¨®logo Ra¨²l P¨¦rez L¨®pez, cient¨ªfico del Instituto Geol¨®gico y Minero de Espa?a en el ¨¢rea de Riesgos Geol¨®gicos. ¡°Son rocas que llamamos metam¨®rficas (pizarra, filitas y cuarcitas), y dentro hay granito, que es una roca ¨ªgnea. Cualquiera de ellas son rocas muy fuertes, bastante duras. Alguien que quiera hacer un agujero y se encuentre con este tipo de materiales se va a encontrar con algo que le obliga a cambiar su estrategia. Aparte de que cuando pasas una roca dura, lo normal es que el sondeo se tuerza; te cambia las propiedades, t¨² est¨¢s haciendo una rotopercusi¨®n y cambia la vibraci¨®n y la rotaci¨®n. Siempre se tuercen los sondeos¡±.

La mina y las galletas de chocolate

Jos¨¦ ?ngel Quir¨®s hace hincapi¨¦ en el espacio que tendr¨¢n los mineros ah¨ª abajo, un lugar m¨ªnimo debido a la urgencia del rescate. ¡°El problema de trabajar en sitios tan reducidos es que hay que adaptarse a las condiciones que tienes; no hay espacio para el brazo, para coger fuerza, para moverte, son condiciones dur¨ªsimas¡±. Se ha dicho que los mineros abrir¨¢n la piedra de rodillas, pero eso puede variar. ¡°Mira, en la mina trabajas como sea, echado, de rodillas¡­ Tu desempe?o se produce en la forma a la que mejor te adaptes y que te permita la mina. ?T¨² sabes c¨®mo son las galletas de chocolate? Pues la mina es igual, solo que m¨¢s ancha: nosotros comemos el chocolate y dejamos la galleta¡±, explica Quir¨®s.

Los mineros de la brigada trabajar¨¢n de dos en dos, y llevar¨¢n las herramientas de mano habituales; pico, pala y un martillo neum¨¢tico con punz¨®n que pesa ocho kilos. Ese martillo hay que levantarlo y golpearlo, una y otra vez, en un sitio en el que el brazo tiene un recorrido concreto, mientras se levanta un armaz¨®n de madera (postear) que sostenga la presi¨®n de la tierra y permita avanzar a los mineros. Todo ello, con un equipo aut¨®nomo de respiraci¨®n que pesa 14 kilos, como cuenta a EL PA?S el antiguo jefe de la Brigada de Salvamento, Santiago Su¨¢rez, y un autorrescatador por si hay desprendimientos (consiste en un equipo de urgencia que facilita treinta minutos de autonom¨ªa para poder escapar ante la falta de ox¨ªgeno o la presencia de un gas t¨®xico).

Con el equipo aut¨®nomo de respiraci¨®n que llevan los mineros a la espalda, el aire exhalado no se expulsa al exterior, sino que vuelve a entrar en el equipo para ser regenerado. Ellos llevan una botella de ox¨ªgeno medicinal, explica Su¨¢rez, as¨ª que al principio lo que hacen es respirar ox¨ªgeno puro. Luego, se recicla. Esto se explica al detalle en la revista Seguridad Minera: ¡°Al respirar consumimos ox¨ªgeno y generamos di¨®xido de carbono (CO2), estos equipos funcionan retirando el CO2 exhalado mediante diferentes sistemas y aportando ox¨ªgeno para volver a ser usado¡±. Esto tiene ventajas e inconvenientes. La principal ventaja es la autonom¨ªa, ya que no se depende del consumo de aire propio: ¡°El aporte de aire es continuo y podemos estar varias horas respirando con ¨¦l (de dos a cuatro horas, seg¨²n tipo y modelo)¡±. La desventaja, explica la revista, es que ¡°al utilizar continuamente el mismo aire, este se va calentando y aumentando su humedad a medida que pasa el tiempo, sobre todo al realizar un trabajo pesado con gran consumo de aire¡±. Un aire que acaba llegando a temperaturas muy altas.

¡°Es ox¨ªgeno, s¨ª, pero mucho m¨¢s seco, y es aire caliente y hay mucho m¨¢s agobio. No es lo mismo respirar a escape libre que cuando te ponen algo en la boca¡±, dice el minero Eduardo de Deus. ¡°El aire sale a una temperatura muy alta. Las condiciones para ser parte de la brigada son muy exigentes. Hay, por ejemplo, que tener un certificado m¨¦dico que pruebe una determinada capacidad pulmonar. Vamos, que f¨ªsicamente hay que ir como un ca?¨®n¡±, cuenta Quir¨®s. De Deus entiende, por su parte, que nada ser¨¢ nuevo para un cuerpo de rescate de ¨¦lite. ¡°Los espacios confinados y el riesgo son parte de nuestro trabajo, es inherente a ¨¦l, partamos de ah¨ª; la gente que est¨¢ all¨ª es gente que ha estado en arranque, que est¨¢ acostumbrada a trabajar en espacios muy peque?os. Los trabajos de arranque, mantenimiento o levantamiento de piedras conllevan el mismo riesgo. Ocurre que este es un rescate en el que se dan unas condiciones fuera de lo normal. Debajo de la tierra suele haber condiciones malas, con un ambiente muy seco o muy h¨²medo y en el que hay muchas variantes, con un ambiente viciado con polvo o gases¡±.

?Qu¨¦ es arranque? La operaci¨®n de destrozo de la roca para separarla del bloque, la veta o el macizo rocoso en que se encuentre. Hay que golpearla y arrancarla a golpes, y hacerlo en trozos suficientemente peque?os como para que puedan ser despu¨¦s cargados y transportados. ¡°Hay que tirar de martillo¡±, dice Quir¨®s. La roca dura para el picador, a?ade, es ¡°terrible¡±.

Para estudiar los terremotos, una de sus ¨¢reas de trabajo, el espele¨®logo Ra¨²l P¨¦rez L¨®pez ha llegado a liderar una expedici¨®n por la sima m¨¢s temida de mundo, la asturiana Cerro del Cuev¨®n, a 1.600 metros de profundidad. Ha vivido experiencias extremas en cuevas, ha visto a compa?eros colarse por grietas imposibles y salir, y un d¨ªa, tras dormir a 700 metros, en silencio y sin ver nada, confes¨® a EL PA?S meses despu¨¦s: ¡°Dentro de la cueva, la principal sensaci¨®n que tienes es miedo. El grado de aislamiento es tal que te preguntas si le importas a alguien. Est¨¢s en un sitio donde muy poca gente puede ir a por ti. En ese momento tu cerebro deja de tener sensaciones¡±.

¡°En el Instituto Geol¨®gico Minero¡±, dice, ¡°tenemos un convenio con la Comunidad de Madrid, con Bomberos y con la Unidad Militar de Emergencias para trabajar en grandes cat¨¢strofes, como terremotos, erupciones volc¨¢nicas, grandes inundaciones... El grupo se activ¨® en el primer momento, al menos estaba en preactivaci¨®n, y se puso en contacto con nosotros para que le di¨¦semos apoyo. Al final a nosotros no se nos activ¨®¡±, cuenta. Disponen de esc¨¢ner de sondeos, c¨¢maras o testificadores, pero muchos de estos instrumentos no valdr¨ªan para una operaci¨®n como el rescate de Julen. Por ejemplo, el instituto tiene atribuciones en temas de sondeos como el de Total¨¢n, pero son sondeos distintos. ¡°?Qu¨¦ hacemos? Hacemos un agujero con una broca y sacamos lo que se queda en el centro. Y nosotros los ge¨®logos interpretamos ese material y qu¨¦ propiedades tiene: presencia de agua, dureza, densidad, conductividad el¨¦ctrica, propiedades magn¨¦ticas¡­ Porque nosotros buscamos recursos minerales que puedan ser de inter¨¦s, desde para construir m¨®viles hasta piedras raras. Pero esto es distinto. El pozo en el que se ha ca¨ªdo Julen es un sondeo que se llama destroza, y que significa que t¨² haces un sondeo y te da igual lo que saques: lo tiras todo. ?Y qu¨¦ pasa? Que no sabes lo que has sacado¡±.

Procedencia del tap¨®n

Ra¨²l P¨¦rez pone otro ejemplo. ¡°Nosotros hemos visto las im¨¢genes de c¨®mo se baj¨® la primera c¨¢mara. ?Pero qu¨¦ nos interesa a nosotros como ge¨®logos? Las paredes laterales. Porque t¨² me vas a preguntar qu¨¦ material es, qu¨¦ composici¨®n mineral¨®gica va a tener, qu¨¦ presencia de agua, qu¨¦ fracturaci¨®n¡­ Nosotros no miramos para abajo, miramos a los lados¡±. El cient¨ªfico recuerda que lleva muchos a?os trabajando en geolog¨ªa de emergencias, y dice que no hab¨ªa visto nunca ¡°nada igual en mi vida¡±. ¡°Esto de encontrarse a una persona a 60 metros en un sitio as¨ª, tan dif¨ªcil de entrar, no lo he visto¡±.

P¨¦rez recuerda el caso de una mujer en el terremoto de Se¨²l que lleg¨® a estar 16 d¨ªas enterrada en escombros, en un agujero. ¡°Pero no ten¨ªa traumatismo ni contusiones, y el agua que ten¨ªa era de una roca que chupaba¡±, cuenta. Naciones Unidas suele esperar entre cinco y siete d¨ªas a encontrar supervivientes antes de empezar con la maquinaria pesada en los terremotos. El cient¨ªfico insiste: ¡°En un terremoto, no en un caso as¨ª¡±.

Una de las inc¨®gnitas de este rescate que ha movilizado a tanta gente es la procedencia del tap¨®n de tierra en el pozo que obstaculiza el acceso a Julen. Se entiende que procede, precisamente, de los laterales del sondeo. ¡°No tengo ni idea de d¨®nde ha salido la tierra, pero en principio se produce un derrumbe. Cuando t¨² abandonas as¨ª un pozo de estos, lo normal es que se produzcan ca¨ªdas de las paredes laterales. Por la humedad que se va filtrando, la lluvia¡­ Pierden consistencia los laterales y va cayendo arena o tierra. Pero yo no s¨¦, no tengo ni idea de qu¨¦ hace eso ah¨ª. Si quiere saberlo alguien, tienes ese tap¨®n ah¨ª, coges una muestra y tienes en ella toda la litolog¨ªa y geolog¨ªa del lateral del sondeo, sabes de d¨®nde viene: de la parte de en medio, de m¨¢s arriba, de m¨¢s abajo o es una mezcla de todo. Si es una mezcla de todo, es un buen criterio para pensar que fue cayendo seg¨²n algo fue cayendo¡±.

Desde el momento en que los mineros desciendan, se calcula un trabajo manual de 24 horas. Puede ser m¨¢s dependiendo de los materiales y las condiciones que se encuentren. Puede ser menos. Cuando avancen lo suficiente podr¨¢n colar una c¨¢mara al otro lado, debajo de ese tap¨®n de tierra, y ver si es all¨ª, a esa altura, donde se encuentra Julen, el ni?o de dos a?os que hace ya 11 d¨ªas cay¨® en un pozo de una finca de Total¨¢n.?