Detenci¨®n, renuncia o silla vac¨ªa: las opciones de Puigdemont si es elegido eurodiputado

Un a?o y cuatro meses despu¨¦s de su llegada a B¨¦lgica, Carles Puigdemont afronta su segunda campa?a electoral desde su huida de la justicia espa?ola. Tras la mayor¨ªa del independentismo en las catalanas de 2017, el expresidente vuelve a ser cabeza de lista de Junts per Catalunya, esta vez a los comicios europeos. Si la primera campa?a tuvo que compaginarla con la batalla judicial por su extradici¨®n a Espa?a, en esta, una vez retirada la euroorden, tiene las manos libres para dedicarse a tiempo completo a hacer proselitismo de su lista. Y su figura ser¨¢ de nuevo omnipresente a trav¨¦s de la videoconferencia en los actos de su partido.

Puigdemont toma la decisi¨®n de concurrir a sabiendas de que si es elegido tendr¨¢ que viajar a Madrid para ser eurodiputado. Fuentes de la Junta Electoral Central se?alan que no es necesario recoger el acta en persona, pero que el tra?mite de acatamiento de la Constitucio?n Espan?ola ¡ªprevio y necesario para obtenerla¡ª si? es indelegable y como marca la ley electoral, debe hacerse presencialmente ante dicho organismo, cuya sede se encuentra en el Congreso de los Diputados.

Eso significa que una vez proclamado como cargo electo, Puigdemont tendr¨ªa cinco d¨ªas para jurar o prometer la Constituci¨®n en persona, dado que a diferencia de lo que sucede en el Parlamento catal¨¢n, la presencia f¨ªsica del electo es imprescindible. Si no aparece, su esca?o ser¨¢ declarado vacante indefinidamente hasta que viaje a Espa?a para aceptar la Constituci¨®n o renuncie al esca?o para que el siguiente nombre en la lista se haga cargo de ¨¦l. En los ¨²ltimos comicios europeos de 2014, los eurodiputados acataron la Constituci¨®n en una sesi¨®n celebrada el 13 de junio, apenas tres semanas despu¨¦s de la votaci¨®n.

Dado que la imagen del expresidente catal¨¢n cruzando la frontera espa?ola sin conocimiento de la polic¨ªa y acatando la Constituci¨®n evitando ser detenido parece del todo imposible, el movimiento de Puigdemont busca sumar otro agravio al memorial de da?os del Estado espa?ol contra su persona, y lograr as¨ª un titular de resonancia internacional: ¡°Espa?a impide a Puigdemont ser eurodiputado¡±.

Otro posible escenario a explotar en la estrategia de internacionalizaci¨®n del proc¨¦s ser¨ªa dejar vac¨ªo su asiento en el hemiciclo en lugar de ser sustituido por otro miembro de la lista. Esa f¨®rmula, sin precedentes en el Parlamento Europeo, le servir¨ªa de denuncia de la imposibilidad de ocupar su puesto en la Euroc¨¢mara, y para apuntalar el relato, tan habitual en sus intervenciones, de la Espa?a poco respetuosa con los derechos humanos. En ese combate por visibilizar su ausencia contar¨ªa con la ayuda, entre otros, de los eurodiputados nacionalistas flamencos de la N-VA, sus grandes aliados. Sin embargo, el coste de perder voz e influencia en Bruselas resulta, a priori, demasiado elevado.

El paso adelante de Puigdemont tambi¨¦n entra?a sus riesgos. Con la eventual alianza con el PNV por definir, a¨²n no est¨¢ claro si obtendr¨¢ los apoyos suficientes para llegar a la Euroc¨¢mara. Los estudios del Parlamento Europeo no otorgan esca?o al PDeCAT en solitario, con lo que el ruido preelectoral que lograr¨¢ gracias a su candidatura ¡ªacrecentado en las anteriores elecciones con la multitudinaria manifestaci¨®n de Bruselas¡ª, puede quedar silenciado en caso de fracaso, y su posici¨®n interna, verse debilitada.

Mismo problema en el Congreso

En el Congreso, la situaci¨®n es parecida.?Jordi S¨¤nchez,?presidente de la Crida Nacional y diputado de Junts per Catalunya en el Parlament,?encabezar¨¢ la lista de JxCat por Barcelona al Congreso. El exdirigente de la ANC, al igual que Josep Rull y Jordi Turull, cabezas de lista por Tarragona y Lleida, se encuentra en prisi¨®n preventiva por riesgo de fuga mientras dure el juicio del proc¨¦s, que previsiblemente seguir¨¢ hasta comienzos del verano y del que no se espera sentencia a corto plazo. Mientras sigan en la c¨¢rcel, ser¨ªa imposible para los independentistas recoger su esca?o.?