Generales en uniforme de campa?a electoral
Abascal ficha a militares para que se identifique a Vox con los valores del Ej¨¦rcito. El riesgo es que se identifique al Ej¨¦rcito con las ideas de Vox
Dos militares en la reserva se disputar¨¢n el 28 de abril el ¨²nico esca?o que tiene Melilla en el Congreso. El general Fernando Guti¨¦rrez D¨ªaz de Otazu, excomandante militar de la plaza, por el PP; y el coronel Jos¨¦ Antonio Herr¨¢iz, 11 a?os destinado en la Legi¨®n, por Vox.
Aunque Melilla sea un caso extremo, nunca en democracia ha habido tantos militares candidatos como en las pr¨®ximas elecciones generales, auton¨®micas y locales. El grueso ha sido reclutados por Vox, que encabeza con militares retirados o en la reserva sus listas por Castell¨®n (general de divisi¨®n Alberto Asarta), C¨¢diz (general de brigada de Infanter¨ªa de Marina Agust¨ªn Rosety), Alicante (teniente general del Aire Manuel Mestre), Pontevedra (general de divisi¨®n de Intendencia Antonio Budi?o) y el Ayuntamiento de Palma de Mallorca (general de Ej¨¦rcito Fulgencio Coll), adem¨¢s del citado coronel Herr¨¢iz. Los dos primeros son firmantes del manifiesto de apolog¨ªa de Franco y justificaci¨®n del golpe del 18 de julio de 1936 difundido el verano pasado tras el anuncio de la exhumaci¨®n de los restos del dictador.
¡°Han arruinado en 10 minutos el trabajo de 40 a?os para conseguir que la sociedad asuma que las Fuerzas Armadas son de todos los espa?oles y no solo de una parte", se lamenta el comandante retirado Javier Marcos, que ha dedicado su carrera a mejorar la imagen de los ej¨¦rcitos.
El Cuartel General del Ej¨¦rcito de Tierra est¨¢ en la calle Prim, en homenaje al general que mand¨® al exilio a Isabel II. Cerca de all¨ª tienen su calle Serrano, O'Donnell y Narvaez, los espadones, liberales o moderados, que lideraron los partidos espa?oles en el siglo XIX. Espartero, el Pacificador, tiene una estatua ecuestre junto al Retiro y una calle que no lleva su nombre sino uno de sus t¨ªtulos nobiliarios: Pr¨ªncipe de Vergara.
Un general y un coronel pugnan por el ¨²nico esca?o de Melilla en el Congreso
"Han arruinado 40 a?os de trabajo para que toda la sociedad haga suyo al Ej¨¦rcito"
El ¨²ltimo militar que ocup¨® un cargo pol¨ªtico destacado fue el general Manuel Guti¨¦rrez Mellado, vicepresidente con Adolfo Su¨¢rez. Fue ¨¦l quien se enfrent¨® a Tejero cuando asalt¨® el Congreso y quien oblig¨® a los militares que quisieran hacer pol¨ªtica a colgar definitivamente el uniforme. Se acabaron los espadones, los Primo de Rivera y los Franco. ?l sent¨® las bases para convertir el Ej¨¦rcito del bando vencedor de la Guerra Civil en el de la Monarqu¨ªa constitucional.
Desde entonces, unos pocos militares se han pasado a la pol¨ªtica: el coronel jur¨ªdico Julio Padilla (PP), el exJemad Julio Rodriguez (Podemos) o la comandante Zaida Cantera (PSOE), entre otros. Pero nunca en la cantidad en que lo has reclutado Vox.
¡°Estamos muy orgullosos del papel del Ej¨¦rcito y, adem¨¢s, [los suyos] son los valores que me gustar¨ªa ense?arle a mis hijos, que es lealtad, sacrificio y amor a Espa?a¡±, explicaba el pasado jueves en TVE la presidenta del partido en Madrid, Roc¨ªo Monasterio. ¡°Y como estamos orgullosos [de esos valores] y creemos que se tienen que visibilizar en la sociedad, por eso damos visibilidad a los militares¡±, agreg¨®.
Es decir: Vox presenta a militares para que la sociedad le identifique con los valores que representa el Ej¨¦rcito. El peligro es que se produzca el efecto contrario: que se identifique al Ej¨¦rcito con las ideas de Vox.
¡°Es un riesgo¡±, admite el teniente general retirado Pedro Pitarch. Niega que vaya a presentarse por Vox, como se ha publicado, pero defiende el derecho de sus compa?eros a hacerlo y asegura que, con su preparaci¨®n y experiencia, ¡°van a elevar el nivel medio del Congreso¡±.
Pitarch, que sustituy¨® al entonces capit¨¢n general de Sevilla cuando en 2005 carg¨® contra el Estatuto catal¨¢n, cree que el conflicto de Catalu?a ha sido ¡°determinante¡± para que algunos generales decidan dar el salto a la pol¨ªtica. ¡°La unidad de Espa?a est¨¢ en el ADN de los militares y han sentido que est¨¢ en peligro¡±, alega. ¡°Estoy seguro de que no comparten muchas de las ideas de Vox, pero la unidad de Espa?a s¨ª, al 100%, y yo tambi¨¦n¡±, concluye.
¡°El tema catal¨¢n ha hecho reverdecer pulsiones nacionalistas que estaba dormidas¡±, reflexiona un militar ya retiradao que vivi¨® en primera fila la transici¨®n. ¡°Muchos generales est¨¢n pagados de s¨ª mismos, se consideran la ¨¦lite, y piensan; '?Aqu¨ª estoy yo, en primer tiempo de saludo, dispuesto a salvar a Espa?a!¡± Y convencidos de que lo har¨¢n mejor que nadie¡±.
El patriotismo acerca a los militares a Vox. Tambi¨¦n su recelo hacia las autonom¨ªas. Y el rechazo a la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica, que sufren cada vez que un nuevo destino les obliga a cambiar de comunidad y de colegio para sus hijos. Pero, por formaci¨®n, la mayor¨ªa tiene sensibilidad social, lo que les aleja del neoliberalismo de Abascal.
¡°Los militares no somos de derechas, sino conservadores. Al¨¦rgicos al desorden y la anarqu¨ªa. En la Espa?a de los setenta ser conservador era ser franquista, pero en la URSS era ser comunista¡±, explica un general en activo.
Los resultados de las elecciones andaluzas de diciembre pasado muestran que, en los municipios con grandes instalaciones militares, Vox obtuvo resultados algo mejores que en el resto, pero no radicalmente distintos. En Viator (Almeria), base de la Legi¨®n, logr¨® el 17,2%; y en la vecina Hu¨¦rcal, el 20,4%. En la provincia tuvo el 16,7%.
La base naval de Rota (C¨¢diz) est¨¢ entre los municipios de Rota (donde Vox tuvo el 10,6%) y El Puerto de Santa Mar¨ªa (donde lleg¨® al 14,2%); mientras que la Infanter¨ªa de Marina tiene su cuartel en San Fernando (donde Vox tuvo el 13,1%). En la provincia de C¨¢diz obtuvo el 11,2%.
En Mor¨®n de la Frontera (Sevilla), principal base a¨¦rea andaluza, se qued¨® en el 7,5%; y en la cercana Utrera, en el 10,2. Su porcentaje provincial fue del 10,7. Los datos deben tomarse con cautela porque los militares ya no viven agrupados en barrios (Defensa se deshizo de su parque de viviendas) sino mezclados con el resto de la poblaci¨®n.
Y no todos los militares tienen los mismos intereses. Es dudoso que Vox siga apoyando a los soldados temporales que son despedidos al cumplir los 45 a?os tras fichar a los generales que defendieron esta medida. En el Ej¨¦rcito tambi¨¦n hay clases.
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