El falso informe que trat¨® de tumbar a Podemos en pleno auge
El caso sali¨® a la luz a los 23 d¨ªas de entrar el partido en el Congreso con 69 diputados
Eran d¨ªas de vino y rosas para Podemos: quiz¨¢ por eso trataron de tumbarlo. All¨¢ por 2016, en pleno auge electoral y apenas 23 d¨ªas despu¨¦s de que la formaci¨®n irrumpiera en el Congreso con 69 esca?os, el digital OK diario?lanzaba la primera piedra. El peri¨®dico dirigido por Eduardo Inda publicaba una informaci¨®n sobre un supuesto documento policial que afirmaba que el Gobierno de Ir¨¢n hab¨ªa financiado al l¨ªder del partido y a su entorno para lanzar la carrera pol¨ªtica del dirigente de izquierdas. Un informe que no llevaba el sello de ninguna unidad de las Fuerzas de Seguridad, pero que dio lugar a numerosos titulares durante meses. Adem¨¢s, sirvi¨® de base para que la Unidad de Delincuencia Econ¨®mica y Fiscal (UDEF) de la Polic¨ªa Nacional llevase el caso al Tribunal de Cuentas y para que se presentasen, sobre la base de su difusi¨®n en los medios de comunicaci¨®n, dos denuncias en la Audiencia Nacional y en el Tribunal Supremo contra la c¨²pula de la tercera fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs.
Pero ese escrito, bautizado como Informe Pisa (acr¨®nimo de Pablo Iglesias Sociedad An¨®nima), nunca ha tenido ning¨²n recorrido judicial. Vinculada su autor¨ªa a la brigada patri¨®tica¡ªel grupo creado en el seno de la Polic¨ªa Nacional en la etapa del ministro Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz para supuestamente perseguir a adversarios pol¨ªticos¡ª, la Audiencia Nacional rechaz¨® de forma contundente la denuncia presentada contra Podemos por un partido denominado Uni¨®n C¨ªvica Espa?ola-Partido por la Paz, Reconciliaci¨®n y Progreso de Espa?a.
En junio de 2016, el magistrado Alejandro Abascal, entonces juez de refuerzo en el Juzgado Central de Instrucci¨®n n¨²mero 6, asever¨® en un dictamen que la sucesi¨®n de hechos recogida en ese "supuesto informe policial" carec¨ªa "de toda virtualidad indiciaria como principio de prueba". Es m¨¢s, conclu¨ªa que el documento no ten¨ªa ning¨²n valor y sentenciaba: "La denuncia es un conjunto desordenado de reproducciones de noticias publicadas en la prensa, en las que se atribuye a los denunciados y otras personas recibir cantidades de dinero de para¨ªsos fiscales o pa¨ªses de riesgo a trav¨¦s de la empresa 360? Global Media, propiedad supuestamente de un ciudadano iran¨ª".
Antes, en abril de 2016, hab¨ªa sucedido algo similar en el Supremo. Despu¨¦s de que la Fiscal¨ªa del alto tribunal rechazara que se admitiese a tr¨¢mite una querella del pseudosindicato Manos Limpias y tachase el informe de "mera remisi¨®n de informaciones no autentificadas", los magistrados conclu¨ªan que no exist¨ªan indicios "m¨ªnimamente avalados por alg¨²n elemento objetivo que apoyen la verosimilitud" del Informe Pisa.
Aun as¨ª, los ataques contra el partido de izquierdas ya se hab¨ªan sucedido durante casi medio a?o, con las elecciones de junio de 2016 en el horizonte, despu¨¦s de que ning¨²n partido fuese capaz de formar Gobierno tras las celebradas en diciembre de 2015. Y esas arremetidas tampoco cesaron despu¨¦s, tras el archivo de las dos denuncias presentadas en la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo. Algunos partidos colaboraron a fomentar las sospechas de financiaci¨®n irregular. De hecho, el PP cre¨® en esta legislatura una comisi¨®n de investigaci¨®n en el Senado donde lleg¨® a asegurar que estaba "muy cerca" de poder afirmar que Podemos se financi¨® ilegalmente con dinero de Venezuela e Ir¨¢n. "Tenemos indicios m¨¢s que racionales", dijeron los populares. De momento, en los tribunales no saben nada de esas sospechas.
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