C¨®mo son los nuevos indecisos

Hay muchos indecisos. Un 41,6% de la gente que quiere votar dice que no tiene decidido su voto. Son diez puntos m¨¢s que en 2016 y tanta gente como en 2015, que fue una cifra r¨¦cord desde los noventa. A continuaci¨®n analizamos con datos del CIS c¨®mo son los votantes en duda.

M¨¢s dudas entre j¨®venes y mujeres. El 57% de los menores de 24 a?os tiene su voto por decidir, pero solo el 34% de los mayores de 64 a?os. Tambi¨¦n hay m¨¢s indecisi¨®n entre las mujeres: un 45% por un 38% de los hombres. Esto ya ocurr¨ªa en 2015 y 2008. En esos procesos electorales fueron mayoritarias entre quienes decidieron su voto el d¨ªa mismo de los comicios.

Hay una diferencia entre los dos grupos. Mientras que los j¨®venes acabaron votando poco en 2016 ¡ªun 28% reconoci¨® despu¨¦s de las elecciones que no hab¨ªa votado¡ª, las mujeres votaron tanto como los hombres.

M¨¢s indecisi¨®n en el centro, aunque ha subido en la derecha. Entre la gente que se define muy de izquierdas o de derechas la indecisi¨®n no llega al 30%. Es razonable por dos motivos: primero, porque esas personas suelen tener un partido m¨¢s cercano, pero tambi¨¦n porque suelen ser m¨¢s rotundas.

La mitad de personas que se ubican en el centro ¡ªentre el 5 y el 6 en una escala de 1 a 10¡ª no tienen su voto decidido. Por un lado, estos votantes tienen opciones en la izquierda y la derecha. Pero adem¨¢s el cinco suele actuar como un atractor de gente cauta, discreta o muy poco interesada por la pol¨ªtica. Entre esas personas muchas seguramente no votar¨¢n.

La mayor novedad en estas elecciones es el aumento de los indecisos en la derecha: han pasado de ser un 26% en 2015 a ser un 38% en 2019. No obstante, sigue habiendo m¨¢s dudas entre votantes de izquierda y centroizquierda.

Sube la indecisi¨®n entre gente con estudios. Este patr¨®n es llamativo porque tambi¨¦n es nuevo. En 2008 la indecisi¨®n era igual de com¨²n entre gente con y sin estudios, pero ahora encontramos m¨¢s entre los votantes que tienen al menos un t¨ªtulo de secundar¨ªa.

El cambio se produjo en 2015 y parece relacionado con el inter¨¦s por la pol¨ªtica. Entre 2008 y 2015 el porcentaje de personas ¡°bastante¡± interesadas que no ten¨ªan su voto claro pas¨® del 20% al 36%. La indecisi¨®n subi¨® solo nueve puntos entre quienes no ten¨ªan ¡°nada¡± de inter¨¦s.

Sin un patr¨®n campo - ciudad. En las ciudades hay menos indecisos que en la mayor¨ªa de los pueblos, aunque la relaci¨®n no es muy fuerte. El patr¨®n ha sido similar desde 2008.

Diferencias regionales. Las comunidades aut¨®nomas de mayor poblaci¨®n repiten el patr¨®n nacional. En Andaluc¨ªa, Madrid, Catalu?a, Castilla-La Mancha y Valencia los indecisos suben diez puntos con respecto a 2008, cuando la duda para la mayor¨ªa de electores era entre dos partidos. En zonas como La Rioja o Cantabria habr¨ªa veinte puntos m¨¢s indecisos que hace diez a?os, aunque el escaso tama?o de la muestra del CIS en estas regiones obliga a tratar el dato con cautela. La tendencia, eso s¨ª, es la misma en todo el pa¨ªs.

M¨¢s indecisi¨®n en Ciudadanos, PP y Unidas Podemos. El partido con menos exvotantes indecisos es el PSOE, que se beneficia de su buen momento en los sondeos. Ciudadanos es el partido con m¨¢s indecisi¨®n, igual que en 2016. Paga el precio de tener competidores por la izquierda y la derecha, aunque en 2019 esa factura se ha elevado. PP y Podemos eran los partidos con menos indecisi¨®n en 2016 ¡ªun 21% y un 25%, respectivamente¡ª, pero ahora m¨¢s de un tercio de sus antiguos votantes tiene dudas.

Es importante no caer en simplificaciones al ver estos datos. Es verdad que hay grupos con m¨¢s indecisos que otros, pero la indecisi¨®n es relativamente transversal. Tampoco deber¨ªamos buscar un retrato robot del indeciso. Uno podr¨ªa decir, por ejemplo, que el indeciso tipo es una mujer y tiene menos de 35 a?os. Pero, aunque es cierto que hay m¨¢s dudas entre j¨®venes y mujeres, las mujeres j¨®venes fueron solo el 14% de todos los indecisos de 2015 y 2016.