La doble vida de un exfugitivo ultra en Paraguay
Un neofascista que se fug¨® de Espa?a en 1986 tras ser condenado a 14 a?os de prisi¨®n se hace pasar en Latinoam¨¦rica por instructor de seguridad acreditado por la Polic¨ªa
Jes¨²s Menargues es sobre el papel un curtido militar. Un agente de inteligencia fogueado en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de Espa?a. El imponente curr¨ªculum de este madrile?o de 59 a?os residente en Asunci¨®n (Paraguay) incluye su paso como capit¨¢n por uno de los cuerpos de ¨¦lite del Ej¨¦rcito, la Bandera de Operaciones Especiales de la Legi¨®n (BOEL). Pero tambi¨¦n m¨¢s cosas, como ser formador de vigilantes acreditado por la Polic¨ªa Nacional. Todo es falso, seg¨²n ha comprobado EL PA?S.
Menargues ha planeado durante tres d¨¦cadas por una vida de impostura en el pa¨ªs latinoamericano. Un personaje con el que ha burlado las garras de la justicia espa?ola y se ha desmarcado de un pasado que le conecta con uno de los cap¨ªtulos m¨¢s oscuros de la Transici¨®n: las tramas negras ultraderechistas.
Para entender esta historia hay que situarse en la Audiencia Nacional. Es el 30 de octubre de 1984. El juez Gonzalo de la Concha dicta una sentencia. Menargues, alias El Karateca, es condenado a 14 a?os de prisi¨®n por tres robos con intimidaci¨®n y un delito de lesiones cometidos en Valencia en 1980.
Los actos son, en apariencia, delincuencia com¨²n, pero hay un detalle. Con Menargues, son penados en la misma causa una veintena de camaradas del Frente de la Juventud (FJ). Tocados con boina, camisa azul y pantal¨®n vaquero, este grupo de veintea?eros emergido de Fuerza Nueva agit¨® la violencia como bandera y protagoniz¨® asaltos y secuestros para financiarse. Sus comandos perpetraron tres asesinatos y decenas de atentados. Uno de ellos fue el env¨ªo de la carta-bomba que mat¨® en 1978 al conserje de este peri¨®dico Andr¨¦s Fraguas, de 19 a?os. La explosi¨®n tambi¨¦n arranc¨® la mano izquierda a su compa?ero Juan Antonio Sampedro.
La condena de la Audiencia Nacional a la facci¨®n de la milicia a la que pertenec¨ªa Menargues en Valencia consider¨® probado que los extremistas enca?onaron durante un atraco a varios empleados de una oficina de Hidroel¨¦ctrica Espa?ola. Tambi¨¦n que asaltaron un domicilio, amordazaron con esparadrapo a su propietario y saquearon joyas y fondos por valor de un mill¨®n de pesetas de la ¨¦poca. El dinero serv¨ªa para financiar la milicia fascista. El acto m¨¢s pol¨ªtico ocurri¨® en un bar de Valencia frecuentado por izquierdistas donde llovieron c¨®cteles molotov, silbaron balas y un hombre recibi¨® una brutal paliza de la que tard¨® dos meses en curarse, seg¨²n la sentencia.
El ultra decidi¨® huir de Espa?a para eludir la c¨¢rcel. Aprovech¨® que el juez le hab¨ªa dejado en libertad provisional hasta que el Tribunal Supremo resolviera su recurso. Solo deb¨ªa presentarse a firmar cada 15 d¨ªas ante la Polic¨ªa espa?ola.
¡ª ?Por qu¨¦ se fug¨®?
¡ª Salt¨¦ el charco. No me arrepiento. No he tenido miedo en todos estos a?os. Hay que estar en mis zapatos para opinar¡
¡°No he tenido miedo en estos a?os¡±, relata Menargues
Menargues habla pausado desde su m¨®vil en su casa de Asunci¨®n. Son las ocho de la ma?ana hora local del mi¨¦rcoles 24 de abril. Tras amagar tres veces con colgar, El Karateca accede a relatar por primera vez su historia.
El salto del charco
Cuenta Menargues que en 1986 aterriz¨® en Paraguay. Bajo el manto protector del fallecido general Alfredo Stroessner y una telara?a de empresarios nost¨¢lgicos del franquismo, el pa¨ªs se hab¨ªa convertido en un hervidero de pr¨®fugos ultras. Uno de ellos fue Emilio Hell¨ªn, condenado en 1982 a 43 a?os por asesinar en Madrid a la estudiante de izquierdas Yolanda Gonz¨¢lez.
Sostiene El Karateca que su exilio ha sido un periplo de pobreza y miseria. Que sus camaradas le dieron la espalda. Que no recibi¨® prebendas del dictador paraguayo derrocado en 1989. "La vida en Paraguay es f¨¢cil si tienes trabajo, no ha sido mi caso".
'El Karateca' dice que solo cumpli¨® 18 meses de una pena de 14 a?os
En Asunci¨®n dice que contact¨® con la comunidad extremista espa?ola. Y all¨ª se top¨® con el malague?o Juan Le¨®n Cord¨®n, delegado en Paraguay del Frente Nacional, mano derecha del fallecido notario Blas Pi?ar para asuntos latinoamericanos, y hombre bien conectado ¨Cseg¨²n confirm¨® Cord¨®n a este peri¨®dico- con Jos¨¦ Eugenio Jacquet, ministro de Justicia de Stroessner e ide¨®logo de su r¨¦gimen.
Por los corrillos fascistas internacionales ¡ªprosigue Menargues¡ª supo que el cerebro del Frente de la Juventud, Jos¨¦ de las Heras Hurtado, se refugiaba en S?o Paulo, como revel¨® una investigaci¨®n de este peri¨®dico en 2016. Pero admite que se enter¨® por la prensa de que el pistolero de la matanza de Atocha Carlos Garc¨ªa Juli¨¢ tambi¨¦n se escond¨ªa en Brasil.
Menargues esquiva las preguntas sobre su actividad profesional en Paraguay. Alega que un curr¨ªculum con su nombre e imagen que fue enviado recientemente a una multinacional de seguridad, seg¨²n ha podido saber este peri¨®dico, fue fabricado por un tercero para perjudicarle. En este documento, un candidato llamado Jes¨²s Menargues de origen espa?ol y residente en Asunci¨®n se presentaba como un experto antiterrorista y bregado escolta en Bosnia-Herzegovina, Pa¨ªs Vasco y Am¨¦rica Latina. Incluso, indicaba haber participado en una comisi¨®n para reformar la ley de empresas de seguridad privada en Paraguay. ¡°Alguien ha hecho ese curr¨ªculum por m¨ª¡±, defiende.
El ultra insiste en que hoy carece de deudas con la justicia. Y que sus tres ¨®rdenes de busca y captura internacionales cesaron por prescripci¨®n de sus delitos. Menargues fue arrestado cuando pis¨® Madrid en diciembre de 1999, seg¨²n fuentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que confirman que est¨¢ limpio.
Con su fuga, El Karateca solo cumpli¨® 18 meses de c¨¢rcel, el tiempo que permaneci¨® en prisi¨®n provisional antes de ser condenado por la Audiencia Nacional. Se libr¨® as¨ª de 12 a?os de reclusi¨®n.
El neofascista fue defendido por los letrados Jos¨¦ Luis Jerez Riesco y Jos¨¦ Mar¨ªa Corb¨ªn, muy populares en los cen¨¢culos extremistas de la Transici¨®n. Este peri¨®dico ha intentado sin ¨¦xito contactar con el primero. Corb¨ªn, cu?ado de la fallecida exalcaldesa de Valencia Rita Barber¨¢, permanece en prisi¨®n por su presunta pertenencia a una red de cohecho y blanqueo de capitales.
El Karateca relata que se puso la camisa azul y se zambull¨® en el credo ultra tras leer a Jos¨¦ Antonio. Corr¨ªa 1977 y ten¨ªa 17 a?os. Hoy, este hombre de trato afable habla con desd¨¦n de la pol¨ªtica.
investigacion@elpais.es
La violenta legi¨®n fascista del FJ
La historia del Frente de la Juventud (FJ) es el relato de una legi¨®n de 150 j¨®venes que perpetr¨® decenas de atentados, asaltos, secuestros durante los a?os de plomo de la Transici¨®n. Escisi¨®n de Fuerza Nueva, esta milicia oper¨® entre 1979 y 1981 en Madrid, Valencia, Valladolid, ?vila y Segovia. Su curr¨ªculum incluye la colocaci¨®n de las bombas en el Club de Amigos de la Unesco, una sede de la CNT, el chal¨¦ de los cantantes V¨ªctor Manuel y Ana Bel¨¦n en Torrelodones (Madrid), la Asociaci¨®n Proderechos Humanos de Espa?a y ocho librer¨ªas. Un atentado perpetrado por miembros del Frente de la Juventud en el bar El Parnasillo de Madrid en 1979 seg¨® la vida de una chica. Los ultras justificaron que el local reun¨ªa a ¡°marxistas, anarquistas y drogadictos¡±.
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