Programas electorales sin n¨²meros
Ninguno de los grandes partidos ha presentado la memoria econ¨®mica de sus propuestas aunque aseguran tenerla
Los principales partidos pol¨ªticos concurren a las elecciones sin haber sometido sus programas al escrutinio de cifras. Ninguna de las grandes formaciones ha presentado una memoria econ¨®mica que permita contrastar la viabilidad de las promesas electorales. El principal motivo es el miedo a que los rivales empleen ese material como munici¨®n electoral. En las ¨²ltimas elecciones generales de 2016, Podemos y Ciudadanos ¡ªentonces consideradas fuerzas del cambio¡ª s¨ª hicieron p¨²blico un an¨¢lisis del impacto de sus medidas.
Sin cuentas que lo respalden, un programa electoral puede parecer una carta a los Reyes Magos. Los partidos prometen que bajar¨¢n los impuestos sin tocar un ¨¢pice el gasto o que subir¨¢n las pensiones sin descuadrar el d¨¦ficit. Las formaciones de derecha tienden a confiar excesivamente en el est¨ªmulo econ¨®mico que provoca la menor presi¨®n fiscal y las de izquierda, en el efecto multiplicador de los planes de inversi¨®n p¨²blica. Sin sumas y restas, los expertos no tienen manera de verificar si las medidas son o no sostenibles.
Las cuatro grandes formaciones ¡ªPP, PSOE, Podemos y Ciudadanos¡ª han renunciado a dar a conocer esa trastienda de sus programas. Todos aseguran haber realizado el trabajo, pero han preferido mantenerlo al abrigo de la luz p¨²blica. ¡°Los partidos han tendido a reciclar propuestas que ya ten¨ªan, no sabemos si porque se han anticipado las elecciones o por la polarizaci¨®n del debate pol¨ªtico¡±, argumenta el polit¨®logo Jos¨¦ Fern¨¢ndez-Albertos.
Tanto PSOE como Podemos ten¨ªan la intenci¨®n de presentar esos n¨²meros. El partido en el Gobierno realiz¨® unas proyecciones internas que apuntalaban sus cuentas y, sobre todo, desmontaban la voluminosa bajada de impuestos que propugna el PP. Fuentes socialistas alegan que su memoria econ¨®mica es conocida en toda Espa?a: son los Presupuestos Generales del Estado para 2019, que el PSOE no pudo aprobar pero que conten¨ªan todo el corpus econ¨®mico de su programa. En el caso de la formaci¨®n que dirige Pablo Iglesias, hasta el mismo d¨ªa que present¨® las propuestas electorales asegur¨® que el texto se publicar¨ªa antes del 28-A para que ciudadanos y expertos pudieran evaluarlas. La memoria existe ¡ªy este diario ha esbozado algunos detalles, como el desglose de la reforma fiscal¡ª, pero finalmente no se ha publicado. El partido alega que nadie m¨¢s realiza ese ejercicio de honestidad pol¨ªtica y evita ser el ¨²nico que desvele sus entresijos.
El PP y Ciudadanos, que no se comprometieron expresamente a presentar el documento, tambi¨¦n dicen tener sus n¨²meros. Pablo Casado esboz¨® una ¡°revoluci¨®n fiscal¡± que rebajar¨ªa los impuestos por importe de 16.100 millones de euros y al mismo tiempo inyectar¨ªa 28.000 millones al PIB. Ciudadanos tambi¨¦n proyecta bajadas de impuestos, aunque sin aportar demasiadas cifras.
Nada obliga a los partidos a elaborar o divulgar el esqueleto econ¨®mico de sus programas. Esa prerrogativa s¨ª afecta a otros tr¨¢mites oficiales, como la redacci¨®n de algunas leyes o la presentaci¨®n de proyectos p¨²blicos. Una de las situaciones m¨¢s transparentes en el entorno europeo se da en los Pa¨ªses Bajos. All¨ª, los partidos se someten a la lupa del CPB Netherlands Bureau for Economic Policy Analysis, un instituto de investigaci¨®n econ¨®mica que proporciona las bases, entre otras cosas, para la elaboraci¨®n de los Presupuestos del pa¨ªs. Aunque el tr¨¢mite es voluntario, hasta 11 partidos pol¨ªticos les enviaron sus programas en las ¨²ltimas elecciones (2017) para que el instituto los destripara, con an¨¢lisis de impacto en el crecimiento, la desigualdad y el d¨¦ficit p¨²blico, entre otros elementos.
Fern¨¢ndez-Albertos defiende las bondades de ese modelo. ¡°Con ese an¨¢lisis, el debate que se genera es m¨¢s informado. Las decisiones que se toman est¨¢n m¨¢s fundadas y tambi¨¦n m¨¢s claras las prioridades de cada partido¡±, argumenta. La realidad espa?ola, con programas edificados sobre pilares invisibles, queda muy lejos de ese horizonte.
Con la informaci¨®n de Natalia Junquera y Jos¨¦ Marcos.
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