Vigo, cuando hasta el PP prefiere al PSOE
Votantes conservadores de un barrio pudiente confiesan su fervor por Abel Caballero, el alcalde con m¨¢s apoyo de la democracia: ¡°Es bastante populista pero no nos molesta¡±
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Una se?ora de semblante serio apura el paso por la plaza de Compostela, el enclave de Vigo con la vivienda al precio m¨¢s prohibitivo. Confiesa que siempre ha votado ¡°a la derecha del PSOE¡± pero advierte de que no tiene tiempo para pararse a hablar de pol¨ªtica. As¨ª que dispara a bocajarro: ¡°No me extra?a que Caballero arrase. Vive por y para el cargo, est¨¢ todo el d¨ªa en la calle y es imposible que nadie le haga sombra. Lo que no s¨¦ es qu¨¦ pasar¨¢ cuando se vaya y abran los cajones¡±. Retuerce el gesto para remarcar el interrogante y desaparece en un portal.
La escena se produjo a pocos d¨ªas de las votaciones de este domingo que confirmaron que, con un ins¨®lito 68% de los votos, el socialista Abel Caballero se ha ganado hasta a la hinchada del PP en sus 12 a?os de fren¨¦tica y extravagante alcald¨ªa. A pocos metros de la mujer con prisa, el se?or X entra en el hotel Ciudad de Vigo para una ¡°importante reuni¨®n¡±. Tampoco accede a desvelar su nombre y se identifica como ¡°empresario y representante consular¡±. Cuenta que por su cargo en organizaciones patronales tiene trato directo con el alcalde y admite que, pese a ser un votante tradicional del partido de la gaviota, coger¨¢ la papeleta de Caballero. En su casa, habitada por una decena de familiares de convicci¨®n conservadora, al menos ocho han tomado id¨¦ntica decisi¨®n. ¡°Es trabajador y ha transformado la ciudad. Es un poco, bueno, bastante populista, pero no nos molesta¡±, explica.
A tenor de sus resultados electorales, la mayor¨ªa de los vigueses piensa como el se?or X. El estruendoso ¡°populismo¡± que perciben en Caballero, y del que el pol¨ªtico reniega, les es soportable porque, esgrimen los viandantes consultados, le sirve al alcalde m¨¢s votado de la democracia espa?ola para conseguir mejoras para la ciudad. ?Y qu¨¦ pol¨ªtica ejecuta ¨¦l: de izquierdas o de derechas? ¡°Ni una ni otra. Hace su pol¨ªtica, la de Abel y su equipo. Trabaja solo por la ciudad¡±, zanja el empresario justo antes de adentrarse en el hotel para cumplir con su cita.
Esa respuesta sobre la orientaci¨®n ideol¨®gica de su acci¨®n de gobierno se repite entre los vecinos del ala izquierda. Benigno y Elvira, que observan desde un banco c¨®mo sus nietos juegan en un parque infantil de este distrito adinerado, se declaran progresistas. ¡°S¨ª, tengo un selfi con mi amado l¨ªder¡±, bromea Elvira sobre el frenes¨ª fotogr¨¢fico que caracteriza al regidor de 72 a?os, exministro de Felipe Gonz¨¢lez. Cuando se le pregunta a esta pareja de jubilados por el color de las medidas que toma Caballero, se abre un silencio. ¡°?l hace su pol¨ªtica¡±, responde finalmente Benigno. ?Con medidas sociales? ¡°Dice que ha aumentado las ayudas a la dependencia, las becas¡ ?l lo dice y hay que creerlo¡±.
Benigno y Elvira ven en su alcalde a ¡°un gran vendedor de s¨ª mismo y de la ciudad¡±: ¡°La tonter¨ªa del v¨ªdeo de las luces de Navidad fue una operaci¨®n de marketing que tuvo un retorno millonario. Aqu¨ª vino todo el mundo a verlas. Y los hosteleros y los taxistas quedaron encantados¡±. Caballero se ha hecho con 20 de los 27 asientos de la corporaci¨®n y el PP de Vigo, con cuatro concejales, se ha quedado reducido en la ciudad m¨¢s poblada de Galicia a la m¨ªnima expresi¨®n.
En una terraza de un lateral de la plaza de Compostela de Vigo, disfruta de la tarde soleada un elector que vota a dos pol¨ªticos aparentemente irreconciliables: a Caballero en las municipales y a su enemigo ¨ªntimo Alberto N¨²?ez Feij¨®o en las auton¨®micas. Es empresario de tecnolog¨ªa y trabaj¨® para la Xunta del PP en tiempos de Manuel Fraga, aunque en las generales se decant¨® por Ciudadanos porque le disgusta Pablo Casado. Del socialista alaba que tiene la ciudad ¡°limpia¡± y con ¡°deuda cero¡±, que ¡°pelea¡± por captar inversiones ¡°en todos los frentes¡±.
Su trayectoria de votante conservador no impide que este vigu¨¦s se felicite hasta de que, con la victoria de Pedro S¨¢nchez, Caballero haya extendido su poder m¨¢s all¨¢ de las paredes del Consistorio. ¡°Puso a su n¨²mero dos de presidenta de la Diputaci¨®n¡± de Pontevedra en 2015, se?ala sobre su primera teniente de alcalde, Carmela Silva, y el a?o pasado a David Regades, su segundo teniente de alcalde, al frente del Consorcio de la Zona Franca de Vigo, un ente estatal que maneja un jugoso presupuesto y funciona como una agencia de desarrollo econ¨®mico. ¡°Esto es buen¨ªsimo para Vigo, se va a traducir en cuatro a?os de inversiones y eso est¨¢ por encima de las siglas de los partidos¡±, defiende el votante de Caballero y Feij¨®o.
A su lado, su madre asiente con la cabeza y menta a otro hist¨®rico alcalde gallego del PSOE en el que es imposible no pensar cuando se ve a Caballero entrar en su habitual ¨¦xtasis municipalista: Francisco V¨¢zquez. ¡°Yo veo a Caballero como ¨¦l¡±, afirma esta mujer con una sonrisa nost¨¢lgica. ¡°La ciudad es su vida. Se le ve feliz¡±. Vigo inspir¨¢ndose en A Coru?a. Votar a Caballero y Feij¨®o. Todo parece posible en la ciudad en la que hasta los fieles al PP prefieren al candidato del PSOE.
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