As¨ª se cerr¨® en una hora la coalici¨®n imposible entre PSOE y Podemos
El acuerdo no est¨¢ acabado pero ser¨¢ similar al que S¨¢nchez e Iglesias estuvieron a punto de cerrar en julio con una vicepresidencia y tres ministerios
Pedro S¨¢nchez se termin¨® de decidir por un Gobierno de coalici¨®n el domingo por la noche, con una ultraderecha disparada y el PSOE y Unidas Podemos con 10 esca?os menos. Esa noche, mientras segu¨ªa el escrutinio del 10-N en su despacho de la cuarta planta en Ferraz, exhausto tras seis semanas de precampa?a y campa?a agotadoras, S¨¢nchez resolvi¨® que ten¨ªa que cerrar un acuerdo expr¨¦s con Pablo Iglesias. El l¨ªder de Unidas Podemos volvi¨® a pedir la coalici¨®n en su discurso. Envi¨® un mensaje de felicitaci¨®n a S¨¢nchez, pero no hablaron. El presidente vio que la opci¨®n que hab¨ªa descartado anteriormente era la ¨²nica salida. La alternativa con Ciudadanos que a¨²n exist¨ªa en julio se hab¨ªa esfumado. Y la operaci¨®n de buscar la abstenci¨®n del PP para la investidura era muy compleja con Vox pis¨¢ndole los talones con 52 esca?os. Esa noche ni siquiera lleg¨® a hablar con Pablo Casado, que le llam¨® tambi¨¦n para felicitarle. La v¨ªa del PP se descart¨® enseguida.
¡°La mejor dieta para un pol¨ªtico es comerse sus propias palabras¡±. Lo dijo Mariano Rajoy hace un mes citando a Winston Churchill, tal vez anticipando lo que pod¨ªa pasar en Espa?a. El fiasco de la repetici¨®n electoral forz¨® a Pedro S¨¢nchez a dar un giro de 180 grados y aceptar, ahora s¨ª, una coalici¨®n con Unidas Podemos sin vetos, en la que Pablo Iglesias tendr¨¢ una vicepresidencia. El acuerdo no est¨¢ acabado pero ser¨¢ similar al que estuvieron a punto de cerrar en julio, con una vicepresidencia y tres ministerios, seg¨²n fuentes de la negociaci¨®n. Ahora hay que detallar cu¨¢les le tocan a Unidas Podemos, qu¨¦ competencias y sobre todo con qu¨¦ programa. El grupo de Iglesias, por ejemplo, quiere garantizarse que se puede intervenir en el mercado del alquiler antes de aceptar Vivienda, porque si no su entrada en el Gobierno podr¨ªa volverse en su contra con colectivos de los que provienen algunos de sus dirigentes, como la Plataforma Afectados por la Hipoteca (PAH), manifest¨¢ndose contra ellos.
El pacto que parec¨ªa imposible durante seis meses se desbloque¨® en una reuni¨®n de poco m¨¢s de una hora en La Moncloa entre los dos l¨ªderes. Ahora, el PSOE y Podemos necesitar¨¢n m¨¢s apoyos y casi con seguridad la abstenci¨®n de ERC, que no ser¨¢ f¨¢cil. Pero lo m¨¢s dif¨ªcil ya est¨¢ hecho.
El lunes por la ma?ana se pone todo en marcha. Antes de ir a la Ejecutiva del PSOE, S¨¢nchez encarga a Iv¨¢n Redondo que contacte con Unidas Podemos para organizar una reuni¨®n con Pablo Iglesias. Redondo habla con el argentino Pablo Gentili, jefe de Gabinete de Iglesias, que est¨¢ en Brasil. Se ponen de acuerdo r¨¢pidamente para una cita discreta a las 16.00, en la residencia del presidente. Todo ten¨ªa que ser r¨¢pido y discreto. S¨¢nchez acude a la reuni¨®n de la ejecutiva federal del PSOE con la decisi¨®n tomada de apostar por la coalici¨®n sin vetos y llevar en persona la negociaci¨®n para garantizar su ¨¦xito. Quiere evitar que una retransmisi¨®n en prime time la complique. Pero no se lo cuenta a nadie. La decisi¨®n la toma solo, el m¨¢ximo ¨®rgano de poder del partido no tiene ni idea. Tampoco se consult¨® la ruptura de las negociaciones ni la decisi¨®n de no volver a ofrecer nunca la coalici¨®n, lo que impidi¨® el avance con Unidas Podemos y llev¨® a unas nuevas elecciones sin que se reuniera siquiera el Comit¨¦ Federal del PSOE.
S¨¢nchez no habla de coalici¨®n ante los 50 miembros de la direcci¨®n del PSOE en la reuni¨®n que mantienen desde las 11.30. Ni siquiera cuando Od¨®n Elorza reprocha que el PSOE haya renunciado los ¨²ltimos meses al esp¨ªritu de izquierdas que emanaba de la victoria de S¨¢nchez en las primarias.
A las 16.00, dos horas despu¨¦s de la ejecutiva del PSOE, S¨¢nchez e Iglesias afrontan en La Moncloa la reuni¨®n clave. El presidente en funciones y el secretario general de Podemos superan, en poco m¨¢s de una hora, los desencuentros acumulados en los ¨²ltimos seis meses y medio. Acuerdan volver al acuerdo que estuvieron a punto de cerrar en julio, pero esta vez con Iglesias como vicepresidente. Resuelto eso, el resto se hablar¨¢ con calma m¨¢s adelante.
Catalu?a, que parec¨ªa un obst¨¢culo insalvable, se resuelve r¨¢pidamente. El preacuerdo para conformar un Gobierno progresista de coalici¨®n recoge expresamente que se buscar¨¢n ¡°f¨®rmulas de entendimiento y encuentro¡± a la crisis territorial ¡°siempre dentro de la Constituci¨®n¡±.
La negociaci¨®n expr¨¦s
El acuerdo entre los dos dirigentes, de nuevo aliados tras meses de inquina, da paso a unas negociaciones a toda velocidad. S¨¢nchez e Iglesias delegan en dos personas de su confianza: Adriana Lastra e Irene Montero. La vicesecretaria general del PSOE y portavoz en el Congreso y la de Unidas Podemos en el Parlamento empiezan a negociar el contenido del preacuerdo a las ocho de la tarde. En dos horas ya tienen bastante avanzado el borrador. No hay reuniones, solo llamadas y mensajes.
Tambi¨¦n Redondo, que tiene buena relaci¨®n con Unidas Podemos pese a las tensiones de los ¨²ltimos meses, est¨¢ encima y conectado con el presidente. S¨¢nchez e Iglesias hablan y se mandan mensajes. La relaci¨®n parece restablecida r¨¢pidamente. Ambos saben que est¨¢n condenados a entenderse o no habr¨¢ Gobierno. Unas nuevas elecciones podr¨ªan abrir definitivamente el paso a la derecha. Por la noche, Iglesias llama a algunos dirigentes de Unidas Podemos para comentarles el inicio de acuerdo y pedirles m¨¢xima discreci¨®n.
La versi¨®n definitiva llegar¨¢ a la una de la tarde del martes. Antes, a las 11.00, Iglesias comunica el acuerdo al resto de dirigentes del grupo confederal de Unidas Podemos. Est¨¢n todos encantados de que el PSOE acepte lo que antes descartaba. Nadie pone pegas. Solo Alberto Garz¨®n habla del problema que puede suponer tener a Nadia Calvi?o como vicepresidenta econ¨®mica, por sus posiciones muy alejadas de las de Unidas Podemos. Pero todos asumen que tendr¨¢n que tragar con eso porque no habr¨¢ vetos de ninguno de los dos lados. Iglesias asume que ser¨¢ dif¨ªcil que Ciudadanos se abstenga, por sus pactos con el PP con apoyo de Vox, pero asegura que Unidas Podemos no pondr¨¢ ning¨²n problema en la f¨®rmula que logre el PSOE para sacar adelante la investidura.
S¨¢nchez tambi¨¦n traslada a los miembros de la direcci¨®n socialista de m¨¢s confianza que en cuesti¨®n de horas habr¨¢ un anuncio que puede contribuir a superar la par¨¢lisis institucional. Entretanto, en Ferraz ya han comenzado con los preparativos para la firma solemne del acuerdo en el Congreso. Mientras las dos formaciones ultiman los detalles, los Reyes de Espa?a, de viaje oficial en Cuba por el 500? aniversario de la fundaci¨®n de La Habana, llegan a la isla a las 19.30 (1.30 en la Espa?a peninsular) ajenos a las negociaciones.
A la una de la tarde el reducid¨ªsimo n¨²mero de cuadros del PSOE y Unidas Podemos que saben del acuerdo se afanan, algunos a la carrera, en llegar al Congreso. Los socialistas convocan a las 13.45. Unidas Podemos 15 minutos m¨¢s tarde. Todo se hace tan improvisado y en secreto que al principio no hab¨ªa ni bol¨ªgrafos para firmar el acuerdo. Iglesias tiene que buscar una chaqueta para salir a firmar el pacto. El acuerdo coge desprevenidos al resto de partidos. A Pablo Casado le sorprende en el Comit¨¦ Ejecutivo del PP. Minutos antes de las dos y media de la tarde, S¨¢nchez e Iglesias escenifican el acuerdo. Lo cierran con un abrazo que la semana pasada parec¨ªa imposible.
Dos hombres y un pacto de Gobierno
El pulso pol¨ªtico que ha tenido a Espa?a en vilo durante los ¨²ltimos meses lo llevaron adelante casi en soledad dos hombres, madrile?os, de la misma generaci¨®n. Era un duelo: cosa de dos. Pero su resultado lo decidieron millones de personas. Fueron los ciudadanos, con su voto, los ¨²nicos que consiguieron forzar que S¨¢nchez e Iglesias, que llevaban meses mostrando una absoluta incapacidad de ponerse de acuerdo, lograran hacerlo en poco m¨¢s de una hora, el lunes por la tarde.
Tras el preacuerdo entre S¨¢nchez e Iglesias, Adriana Lastra e Irene Montero entraron en los detalles para pactar un dec¨¢logo de l¨ªneas maestras de un programa de Gobierno ¡°para cuatro a?os¡±, seg¨²n S¨¢nchez. La primera coalici¨®n de izquierdas desde la II Rep¨²blica coloca a Espa?a como caso ¨²nico en Europa con un Gobierno entre la socialdemocracia y una formaci¨®n a su izquierda de nuevo cu?o que recaba su fuerza del movimiento del 15-M.
M¨¢s que un acto pol¨ªtico de firma de un acuerdo, el encuentro del abrazo en el Congreso parec¨ªa un armisticio despu¨¦s de la cruenta guerra de la izquierda espa?ola que condujo a unas elecciones en la que todos han perdido. En la sala, repleta de cargos de ambos partidos y de periodistas, se oy¨® un ¡°ooooooh¡± burl¨®n cuando los l¨ªderes se abrazaron. Iglesias se dio palmadas en la espalda con Iv¨¢n Redondo, estratega principal de S¨¢nchez. Todo eso era simb¨®lico. Iglesias y Redondo, que se conocen y se respetan, jugaron una larga partida de ajedrez estrat¨¦gico en su batalla por el relato que deriv¨® en una especie de p¨®ker con una apuesta definitiva: la convocatoria electoral.
PSOE y Unidas Podemos perdieron votos ¡ªcasi un mill¨®n y medio entre los dos¡ª y esca?os ¡ªtres los socialistas; siete los morados¡ª. Pero la repetici¨®n tuvo otra consecuencia m¨¢s grave: en plena crisis catalana, con la efervescencia nacionalista que eso supuso, permiti¨® que la extrema derecha de Vox doblara sus esca?os y se colocara como tercer partido. Ante esa tesitura, S¨¢nchez decidi¨® aceptar r¨¢pidamente peticiones de Iglesias que hab¨ªa descartado durante meses y olvidarse de buscar una compleja abstenci¨®n del PP. El l¨ªder del PNV, Andoni Ortuzar, siempre con buena informaci¨®n ¡ªeste martes habl¨® con S¨¢nchez y tiene un contacto fluido tambi¨¦n con Iglesias¡ª, ya hab¨ªa avisado poco antes de que se conociera el acuerdo: hay que gobernar con el grupo que apoy¨® la moci¨®n de censura que llev¨® al presidente a La Moncloa. Y eso es lo que van a intentar el PSOE y Podemos.
M¨¢s dif¨ªcil que en julio
Aunque ahora las cosas son m¨¢s dif¨ªciles que en julio. La p¨¦rdida de 10 esca?os en total hace que S¨¢nchez necesite a m¨¢s partidos para gobernar, y sobre todo, si Ciudadanos se mantiene en el no que plante¨® ¡ªcalific¨® de ¡°nefasto¡± el acuerdo¡ª ahora depende con m¨¢s fuerza de los independentistas de ERC. Si Esquerra rechaza abstenerse y Cs sigue en el no, la investidura es imposible, incluso aunque se abstenga Bildu, que siempre lo ha hecho.
ERC estaba dispuesta a abstenerse en julio y en septiembre ¡ªtanto que lo hizo sin nada a cambio¡ª, pero ahora las cosas se han complicado. El giro de S¨¢nchez durante la campa?a, en la que endureci¨® su discurso sobre Catalu?a para buscar unos votos de Ciudadanos que nunca llegaron ¡ªlleg¨® a prometer recuperar el delito de convocatoria de referendos ilegales que el propio PSOE hab¨ªa eliminado¡ª y la batalla interna en el independentismo ¡ªERC ha perdido dos esca?os y los m¨¢s duros de JuntsxCat, que votar¨¢n no con seguridad, han ganado uno¡ª han debilitado las posiciones m¨¢s moderadas en el grupo de Oriol Junqueras, que antes de las elecciones apostaba por la abstenci¨®n. La investidura no est¨¢, en fin, garantizada. Pero el PSOE conf¨ªa en sacarla adelante de una u otra manera para evitar las terceras elecciones.
Este lunes habl¨® con el PNV, favorable al acuerdo, pero esa coalici¨®n necesita tambi¨¦n a M¨¢s Pa¨ªs, PRC, BNG y Teruel Existe. La crisis catalana vuelve a ser clave. ERC querr¨¢ un cambio de discurso y que el presidente vuelva a decir, como hace unos meses, que en Catalu?a hay sobre todo un problema pol¨ªtico.
S¨¢nchez e Iglesias pactaron un punto del documento que se?ala: ¡°El Gobierno de Espa?a tendr¨¢ como prioridad garantizar la convivencia en Catalu?a y la normalizaci¨®n de la vida pol¨ªtica. Con ese fin, se fomentar¨¢ el di¨¢logo en Catalu?a, buscando f¨®rmulas de entendimiento y encuentro, siempre dentro de la Constituci¨®n¡±.
Lastra, que tiene buena relaci¨®n con Gabriel Rufi¨¢n, de ERC, ser¨¢ la encargada de fraguar los apoyos. De la negociaci¨®n esta vez han desaparecido tanto Carmen Calvo por el PSOE como Pablo Echenique de Podemos. Lastra, de absoluta confianza del presidente, fue una de las que m¨¢s claramente apost¨® en julio por el acuerdo con el grupo de Iglesias.
S¨¢nchez, que estaba convencido ¡ªerr¨®neamente¡ª de que mejorar¨ªa su posici¨®n con nuevas elecciones, se ha debilitado y ha tenido que ceder en casi todo, aunque mantendr¨¢ el control del n¨²cleo del Gobierno: el presidente, dos vicepresidencias, pol¨ªtica y econ¨®mica, mientras la de Iglesias ser¨¢ m¨¢s social, y los ministerios de Estado. S¨¢nchez ha prometido en campa?a que la vicepresidenta econ¨®mica ser¨¢ Nadia Calvi?o, algo que tambi¨¦n se hizo como gui?o al centro y ahora marcar¨¢ un punto de fricci¨®n con Iglesias. Calvi?o ha mantenido las posiciones m¨¢s alejadas de Unidas Podemos en todas las negociaciones importantes de los ¨²ltimos meses: alquileres, reforma laboral, pensiones y fiscalidad. Pero Unidas Podemos tendr¨¢ que aceptarla porque no habr¨¢ vetos. Queda por ver qu¨¦ estructura dise?a S¨¢nchez para compartir el poder con Iglesias y qui¨¦n ocupa la vicepresidencia pol¨ªtica, que sin duda ser¨¢ para el PSOE. Nadie confirma de momento si ser¨¢ para Carmen Calvo -la opci¨®n m¨¢s probable, seg¨²n fuentes del Gobierno- o habr¨¢ cambios.
¡°Hay que dejar atr¨¢s los reproches¡±
El abrazo final y la negociaci¨®n expr¨¦s que dio lugar al preacuerdo de coalici¨®n no esconden meses espinosos, en los que Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias se han zurrado de lo lindo en p¨²blico. Tanto S¨¢nchez como Iglesias trataron de cerrar heridas. ¡°Es tiempo de dejar atr¨¢s cualquier reproche¡±, dijo el l¨ªder de Unidas Podemos, para el que el Gobierno de coalici¨®n combinar¨¢ ¡°la experiencia del PSOE con la valent¨ªa de Podemos¡±. ¡°Los espa?oles han hablado y nos corresponde superar el bloqueo. No pudimos lograr este acuerdo en julio, aunque estuvimos muy cerca. Somos conscientes de la decepci¨®n que eso supuso entre los progresistas¡±, se justific¨® S¨¢nchez, que plante¨® un pacto ¡°no solo para la investidura, sino para toda la legislatura¡±. Lo que en abril era una ¡°oportunidad hist¨®rica¡± se ha convertido tras el 10-N en una ¡°necesidad hist¨®rica¡± por la emergencia de Vox, reiter¨® Iglesias como ya hizo en la noche electoral.
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