La necesidad de ense?ar a pensar
?C¨®mo reconocer esa seductora pero falsaria informaci¨®n disfrazada de verdad por la tecnolog¨ªa? La educaci¨®n en el pensamiento cr¨ªtico a todos los niveles, en aulas, familias y medios, enfrenta un riesgo formidable: la ausencia de certezas
A¨²n no sabemos si la inteligencia artificial (IA) va a ayudarnos, va a ponernos trabas o ambas opciones a la vez. Su magnitud es tal que cada vez resulta m¨¢s dif¨ªcil distinguir entre lo verdadero y lo falso. Reflexiones y dilemas morales de este tipo ya se plantean a los alumnos en diferentes niveles educativos, a trav¨¦s de asignaturas como Filosof¨ªa, ?tica o Lengua. La cuesti¨®n es c¨®mo aplicar, de forma espec¨ªfica, estas ense?anzas frente a la desinformaci¨®n que nos rodea.
Un equipo del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y de la Universidad de Columbia ha presentado, en una conferencia sobre Factores Humanos en Sistemas Inform¨¢ticos, un programa generado mediante IA capaz de advertir de que una notica es falsa, y adem¨¢s explicar por qu¨¦. Pero, por otro lado, el uso indebido de esta tecnolog¨ªa tambi¨¦n est¨¢ al alcance de los poderosos.
Tema peliagudo donde los haya, pero con una ventaja frente a la educaci¨®n sobre otros dilemas morales en los que pueden interferir creencias, diversidades culturales o tambi¨¦n pol¨ªticas. Esa ventaja es que no se trata de formar en si algo es bueno o malo, sino de ense?ar a tener criterio para decidir lo que cada cual considere, analizar la fuente de donde viene cada informaci¨®n y contrastarla con otras fuentes.
Por lo tanto, avanza el apoyo a esa necesidad educativa ante la amenaza de falsedades masivas, generadas de forma muy cre¨ªble por los avances tecnol¨®gicos. La urgencia de poner este debate sobre la mesa, creando, por ejemplo, comisiones de expertos para analizar c¨®mo desarrollar esa capacidad desde ni?os y j¨®venes a personas mayores que no se manejan con las tecnolog¨ªas, tiende a ser un¨¢nime entre los expertos.
No se trata de una necesidad que ata?e solo a los colegios. En absoluto. La influencia de los padres, el entorno o la lectura, y con esta, la cultura, es determinante para aprender desde ni?os a cuestionar la informaci¨®n recibida y las posibilidades de que sea cierta o no.
Debate sin polaridad
¡°Sobre la sociedad digital y, en concreto, la inteligencia artificial, en el discurso, como siempre, unos est¨¢n muy a favor y otros muy en contra, no aparecen sus m¨²ltiples caras, unos solo miran los peligros y otros, solo las ventajas¡±, resalta Miquel Mart¨ªnez Mart¨ªn, uno de los principales expertos espa?oles de educaci¨®n en valores, a la que se ha dedicado durante tres d¨¦cadas desde la Universidad de Barcelona.
El profesor recomienda prudencia en ese debate porque la IA ¡°tiene efectos que seguro pueden ser negativos, pero tambi¨¦n deber¨ªamos todos ser, por as¨ª decirlo, un poco listos y saber ver qu¨¦ oportunidades ofrece, qu¨¦ objetivos nos puede ayudar a lograr. Es decir, en primer lugar, deber¨ªamos ser receptivos a ella¡±. Respecto a la irrupci¨®n masiva de la desinformaci¨®n y las fake news, Mart¨ªnez opina que, en realidad, ¡°la tarea de la educaci¨®n y de los educadores es, en cierto modo, de resistencia, de estar siempre pendientes de lo que ocurre, precisamente para intentar contrarrestar los efectos nocivos, y atacar y volver a atacar en lo que haga falta¡±.
¡°Ense?ar a tener esp¨ªritu cr¨ªtico es un objetivo del proceso educativo y formativo, y, por lo tanto, forma parte del sistema. Pero este cubre solo una porci¨®n estrecha de este aprendizaje, que es muy transversal por su propia naturaleza, es un principio fundamental de la racionalidad humana¡±, destaca Alejandro Tiana, experto en Teor¨ªa e Historia de la Educaci¨®n y en pol¨ªticas educativas, ex rector de la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED), adem¨¢s de exsecretario de Estado de Educaci¨®n y principal autor y coordinador de la reforma educativa que se aplica actualmente en Espa?a.
¡°Es l¨®gico que ese sistema ense?e a ser cr¨ªticos y esto se afronta de distintas maneras en el modelo curricular, que establece que el alumno debe aprender una serie de competencias sobre ello. Lo recogen tambi¨¦n las directivas de la Uni¨®n Europea [UE] al indicar competencias que los pa¨ªses debemos incluir en la educaci¨®n, en referencia al sentido cr¨ªtico y al esp¨ªritu cr¨ªtico¡±, a?ade.
Para Tiana, el desarrollo de estas competencias tiene una conexi¨®n clara con algunas ¨¢reas o materias, mientras otras presentan un esp¨ªritu m¨¢s transversal. Por ejemplo, ¡°en los curr¨ªculos est¨¢ incluido formar en ?tica, sobre todo en la Secundaria, y en Primaria ya se apunta. Aunque algunas ¨¢reas tengan m¨¢s conexi¨®n directa con el tema, en realidad hay muchas otras con las que tambi¨¦n tiene que ver¡±.
Y pone varios ejemplos. ¡°Muchas materias cient¨ªficas hacen menci¨®n al desarrollo del esp¨ªritu cr¨ªtico del m¨¦todo cient¨ªfico. Temas como el terraplanismo o el papel de las vacunas afectan a la Biolog¨ªa. Las reglas de pensamiento o el fondo del pensamiento cr¨ªtico, claramente ata?en a la Filosof¨ªa¡±. Adem¨¢s de estas cuestiones espec¨ªficas, ¡°planteamientos m¨¢s amplios relacionados, por ejemplo, con las noticias falsas, encajan en Lengua¡±.
Seg¨²n la regulaci¨®n actual, esta materia recoge la competencia espec¨ªfica de ¡°ense?ar a seleccionar y contrastar informaci¨®n procedente de diferentes fuentes de manera progresivamente aut¨®noma, evaluando su fiabilidad y pertinencia en funci¨®n de los objetivos de lectura, para evitar los riesgos de manipulaci¨®n y desinformaci¨®n¡±, completa Tiana.
En el terreno de las aulas aporta su experiencia Noelia Esquivel Mart¨ªnez, profesora de Primaria especializada en contenidos de memoria democr¨¢tica. ¡°Debemos tener claro que en los centros escolares, en general, no se trabajan de manera habitual cuestiones como estas que yo planteo, y lo mismo pasa con la formaci¨®n del esp¨ªritu cr¨ªtico. Seguimos todav¨ªa muy anclados en las materias tradicionales y, aunque la ley recoge ahora estas ense?anzas y este tipo de metodolog¨ªa, todav¨ªa en la escuela, en la realidad, cuesta mucho tratarlas de forma directa, hay mucha resistencia a¨²n¡±, advierte la docente.
Y a?ade: ¡°El nivel m¨¢s propio para tratarlas es la Secundaria, aunque se pueden empezar a apuntar en quinto o sexto de Primaria. Adem¨¢s, el papel de las familias es fundamental, el tener reuniones con ellas y ver la manera de involucrarlas, porque son temas con los que los j¨®venes se encuentran en todo tipo de entornos¡±.
Esquivel explica su propia forma de trabajar estos valores con sus alumnos: ¡°Yo les gu¨ªo, no les alecciono ni les doy clases magistrales. Muchas cosas las decidimos de forma colectiva, como algunos temas que debatimos, aunque yo les oriente en el aprendizaje. Se usan estrategias como las asambleas, por ejemplo, aunque para eso tienen que programarse momentos para ello, encajados en un horario, y que el centro trabaje una metodolog¨ªa en esa l¨ªnea. Es un trabajo cooperativo¡±.
Fuentes fiables y seguras
Desde la perspectiva de Guadalupe Jover, profesora especialista en Lengua, con m¨¢s de tres d¨¦cadas de experiencia profesional, ¡°al utilizar como ¨²nica fuente de informaci¨®n el libro de texto, la escuela ha transmitido t¨¢citamente la idea de que lo que estaba escrito era lo verdadero y solo hab¨ªa un relato posible para los hechos¡±.
Pero, especialmente desde la llegada de la tecnolog¨ªa digital, cada vez m¨¢s centros proponen a los estudiantes consultar diferentes fuentes de informaci¨®n. ¡°Para que este proceso sea formativo, los docentes han de intervenir brindando herramientas para calibrar qu¨¦ fuentes son fiables, seguras, y cu¨¢les no, por m¨¢s que el algoritmo nos las coloque en primer lugar o tengan muchos likes¡±. Esta tarea requiere formaci¨®n por parte de los profesores y un acompa?amiento detenido a los alumnos para determinar la calidad de las fuentes e identificar sesgos ¡°que nos llevan, a menudo de manera espont¨¢nea e irreflexiva, a dar por buenas determinadas afirmaciones y a desechar otras¡±, a?ade la profesora.
¡°Lo primero, por tanto, es desarrollar actitudes que refrenen la precipitaci¨®n y nos ayuden a ponernos las gafas de la duda¡± para que los alumnos aprendan a hacerse preguntas de este tipo: ¡°Esto ?qui¨¦n lo dice? ?D¨®nde se ha publicado? ?Cu¨¢l es su ideolog¨ªa? ?Cu¨¢l es la intenci¨®n comunicativa de su emisor? ?Por qu¨¦ lo dice precisamente ahora, en este medio y no en otro?¡± Para no caer en el otro extremo, el del escepticismo paralizante, esta actitud interrogativa necesita, seg¨²n Jover, ¡°la voluntad proactiva de contrastar fuentes para calibrar la fiabilidad de lo enunciado y deslindar tambi¨¦n a qu¨¦ prop¨®sito obedece¡±. Considera indispensable conocer, por ejemplo, la titularidad de los medios de comunicaci¨®n y su orientaci¨®n ideol¨®gica.
La profesora destaca la utilidad de cursos de mediaci¨®n en resoluci¨®n de conflictos, adem¨¢s de actividades como ¡°leer un peque?o relato de un acontecimiento controvertido e instar al alumnado a convertirlo en una noticia¡±. ¡°Superar el an¨¢lisis descontextualizado de palabras y oraciones mediante el an¨¢lisis cr¨ªtico de textos contextualizados, reales, es clave en este camino, y las aportaciones de las diferentes ramas de la Ling¨¹¨ªstica, desde la pragm¨¢tica al an¨¢lisis cr¨ªtico del discurso, brindan herramientas tan rigurosas como esclarecedoras¡±, a?ade.
¡°Cuando no sabes tener criterio propio sobre algo o te muestras esc¨¦ptico o sin una postura clara, pierdes fuerza como persona en la sociedad y, por lo tanto, de alguna manera peligra la democracia¡±, tercia Mart¨ªnez. ¡°La capacidad de intervenir en los temas p¨²blicos, de participar en la toma de decisiones, es vital para la sociedad. Si no est¨¢s informado o est¨¢s mal informado, si caes en las redes de la desinformaci¨®n, que son muy amplias, no vas a poder hacerlo¡±. Por lo tanto, ¡°se deber¨ªa trabajar todo aquello que contribuye al inter¨¦s por la informaci¨®n, a que seamos capaces de tenerla, y a detectar la desinformaci¨®n en entornos escolares, pero tambi¨¦n en los familiares¡±.
Comprender lo que se lee
?C¨®mo lograrlo? Para empezar, mediante el desarrollo de la comprensi¨®n lectora tanto de medios escritos como visuales. Igualmente, ¡°en la familia se debe hacer ese trabajo de lectura compartida, plantearse preguntas, dialogar sobre los contenidos¡ Esto ayuda a establecer esa especie de fen¨®meno y de misterio que es la comprensi¨®n lectora¡±, a?ade Mart¨ªnez. Algunas formas de trabajar esta capacidad b¨¢sica pueden resultar aburridas, ¡°por eso la tarea del educador es de resistencia, algunas tareas hay que hacerlas aunque cueste¡±.
¡°Las experiencias que forman el sentido ¨¦tico y el pensamiento cr¨ªtico tienen relaci¨®n con fomentar la preocupaci¨®n por comprender lo que hay a tu alrededor. Este es un primer elemento que, en la sociedad tecnol¨®gica, puede parecer un poco antiguo, pero no lo es¡±, advierte Mart¨ªnez. Para este experto, aprender a discrepar o a discutir sobre un tema supone situarse en posiciones controvertidas, saber escuchar puntos de vista distintos, ¡°respetar valores o creencias, aunque a continuaci¨®n los rebatas¡±. ¡°El mundo actual, con todos sus conflictos tanto en la desinformaci¨®n como a nivel social y pol¨ªtico, es un ejemplo estupendo pedag¨®gicamente. Si tuvi¨¦ramos que inventar un material pedag¨®gico para trabajar los contravalores, no tendr¨ªamos m¨¢s que encender la televisi¨®n o acceder a cualquier medio, incluidas las redes¡±.
¡°Pero, cuando educas en el sentido cr¨ªtico, no lo haces sobre si esto es bueno o esto es malo, en el prop¨®sito, educas para que las personas piensen si les parece bueno o malo, para que se formen un criterio por s¨ª solas teniendo en cuenta las fuentes de la informaci¨®n, cuestion¨¢ndose la veracidad de los hechos¡±, apunta Tiana. No se trata de ense?ar ideolog¨ªa, sino de analizar hechos e informaciones disponibles para construir un sistema propio de valores.
Esperanza Rodr¨ªguez Guill¨¦n ¡ªvicepresidenta de la Sociedad Espa?ola de Filosof¨ªa y presidenta de la Sociedad Espa?ola de Profesorado y Plataforma de Filosof¨ªa¡ª est¨¢ trabajando en una encuesta, dirigida a los docentes, sobre el uso de la IA en la escuela. ¡°Si algo ha impulsado la necesidad de ense?ar ¨¦tica, es la presencia de la IA. Detr¨¢s de las redes sociales y las tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n, algunas empresas llegan a acuerdos para sacar grandes beneficios, generalmente a costa de usar algoritmos basados en datos personales, lo que implica un riesgo important¨ªsimo¡±.
De acuerdo con Rodr¨ªguez, los conocimientos ¨¦ticos y filos¨®ficos ayudan a entender el mundo y a expresar mejor los conceptos. Pero, adem¨¢s, son tan importantes ¡°porque todas las personas afrontan decisiones relevantes para su vida y con repercusiones en las vidas de los dem¨¢s, y ni qu¨¦ decir de las que tienen repercusiones sociopol¨ªticas¡±. Esas determinaciones ¡°se pueden tomar como m¨¢s o menos se ha hecho siempre, siguiendo la norma establecida, lo general, o bien podemos intentar analizar qu¨¦ decisi¨®n ser¨ªa la m¨¢s adecuada, poni¨¦ndonos en la piel del otro, porque tambi¨¦n debemos educar la capacidad de empat¨ªa¡±.
Tendencias es un proyecto de EL PA?S, con el que el diario aspira a abrir una conversaci¨®n permanente sobre los grandes retos de futuro que afronta nuestra sociedad. La iniciativa est¨¢ patrocinada por Abertis, Enag¨¢s, EY, GroupM, Iberdrola, Iberia, Mapfre, la Organizaci¨®n de Estados Iberoamericanos (OEI), Redeia, y Santander y el partner estrat¨¦gico Oliver Wyman.
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