?Qu¨¦ viene detr¨¢s de Wannacry? M¨¢s ¡®ransomware¡¯ y ¡®biohacking¡¯
La informaci¨®n digitalizada cada vez es m¨¢s sensible. Sam Balaji, el gur¨² de la gesti¨®n de riesgos de Deloitte, nos cuenta a qu¨¦ nos enfrentaremos pr¨®ximamente
Hace ya tres semanas que el ransomware Wannacry se extendi¨® en pocas horas por todo el mundo. El p¨¢nico cundi¨® ¨Cy con raz¨®n- hasta que, gracias a la iniciativa de un joven hacker, se logr¨® controlar este temible malware, que bloqueaba los equipos infectados (unos 300.000 de todo el mundo) y exig¨ªa una recompensa en bitcoins a cambio de recuperar la informaci¨®n secuestrada. Los expertos siguen analizando c¨®mo poder hacer frente a otro ataque similar. Porque saben que ni ser¨¢ el ¨²ltimo ni el m¨¢s temible de los virus que tendremos que ver.
¡°Podemos sentirnos afortunados de que se frenara tan pronto la propagaci¨®n del virus¡±, opina Sam Balaji, responsable mundial de Global Risk Advisory de Deloitte. ¡°Wannacry sirvi¨® para resaltar algunas de las m¨²ltiples vulnerabilidades con las que convivimos, como son la falta de atenci¨®n de los usuarios, el software desactualizado y las d¨¦biles defensas de las redes¡±, subraya el ejecutivo, que recientemente visit¨® Madrid para asistir a una reuni¨®n de la multinacional. El virus afect¨® a hospitales, universidades e instituciones p¨²blicas, lo que demuestra que las infraestructuras cr¨ªticas no est¨¢n seguras.
Aunque el nivel de atenci¨®n que prestan tanto las empresas como las instituciones a la ciberseguridad es creciente, todav¨ªa dista de ser suficientes para afrontar con garant¨ªas las m¨²ltiples amenazas a las que estamos expuestos. ¡°Precisamente por lo conectados que estamos y por el crecimiento del internet de las cosas, la tentaci¨®n de los cibercriminales cada vez ser¨¢ mayor, porque la informaci¨®n que fluye por el sistema tambi¨¦n crece¡±, explica Balaji.
- Del centro a la periferia
¡°Las mayores vulnerabilidades est¨¢n ahora en la periferia del sistema, no en el centro de la red. Esto es, en los dispositivos m¨®viles¡±, sentencia el experto. Las contrase?as y dem¨¢s sistemas de seguridad sirven para proteger la informaci¨®n de la organizaci¨®n hacia fuera. Pero si los de dentro de la misma tienen acceso a ella, los dem¨¢s acabar¨¢n haciendo con ella. ¡°Ese tipo de intrusiones, basadas en hacerse con las claves de los trabajadores, las estamos viendo mucho. Ir¨¢n a m¨¢s. De ah¨ª que la educaci¨®n de las plantillas sea imprescindible¡±, destaca Balaji.
La multiplicaci¨®n de tecnolog¨ªas, como los drones, la inteligencia artificial, las impresoras 3D o la computaci¨®n en la nube, no hacen sino crear m¨¢s amenazas. Los hackers pueden identificar brechas en todos estos ¨¢mbitos.
- ¡®Biohacking¡¯
El ransomware, o el secuestro de equipos a cambio de recompensas, no es lo ¨²nico que quita el sue?o a quienes entienden del tema. Wannacry caus¨® grandes p¨¦rdidas a muchas compa?¨ªas. De hecho todav¨ªa no sabemos el dinero que han amasado los cibercriminales, entre otras cosas porque en muchos pa¨ªses, entre ellos Espa?a, las corporaciones no est¨¢n obligadas a informar sobre los ataques cibern¨¦ticos que reciben.
En India hay 1.000 millones de personas con perfiles de identidad biom¨¦tricos. Esa informaci¨®n est¨¢ protegida por el gobierno, pero imagine qu¨¦ suceder¨ªa si cayese en malas manos
Hasta la fecha, los ataques se centran en instituciones financieras o en empresas y particulares de las que se pueda sacar provecho, ya sea secuestrando sus equipos o accediendo a claves para limpiar sus cuentas. Eso podr¨ªa cambiar pr¨®ximamente, precisamente debido a la variedad de datos que se digitalizan. ¡°En India hay 1.000 millones de personas con perfiles de identidad biom¨¦tricos. Esa informaci¨®n est¨¢ protegida por el gobierno, pero imagine qu¨¦ suceder¨ªa si cayese en malas manos¡±, ilustra Balaji. ¡°La firma estadounidense 23andme acumula informaci¨®n gen¨¦tica de unos tres millones de personas. Se trata de un material tremendamente sensible¡±.
El crimen organizado est¨¢ fij¨¢ndose cada vez m¨¢s en este nuevo terreno. ¡°Se pueden modificar genes para crear enfermedades, y la informaci¨®n sobre esos genes se puede encontrar en la nube. Tambi¨¦n se pueden alterar medicamentos y conocer informaci¨®n m¨¦dica cr¨ªtica a trav¨¦s de los wearables m¨¦dicos, que cada vez ser¨¢n m¨¢s comunes. Se pueden destruir las cosechas con solo desarrollar un virus letal. ?Y si te hacen un hermano gemelo para replicar tus par¨¢metros biom¨¦tricos? No ser¨¢ una locura en unos a?os¡±, espeta Balaji.
- Hiperconexi¨®n
Una mayor cooperaci¨®n entre los gobiernos del mundo y, sobre todo, entre los sectores p¨²blico y privado, ser¨¢n claves para lidiar con la que se nos viene encima. De lo que Balaji no duda tras trabajar con grandes empresas e instituciones de todo el mundo es que la sociedad deber¨¢ afrontar tarde o temprano un debate peliagudo, tan recurrente que ya peg¨® fuerte a principios de siglo, tras los ataques terroristas del 11-S.
¡°Se deber¨¢ encontrar un nuevo equilibrio entre privacidad y la seguridad. La regulaci¨®n requerir¨¢ un mayor grado de intromisi¨®n en la vida de las personas, en parte porque el cibercrimen no tiene fronteras¡±, sostiene. ¡°Las necesidades de las personas van evolucionando, pero tendr¨¢n que hacerlo de la mano de las de los Estados, si es que queremos evitar males mayores¡±. ?Estamos dispuestos a que nuestro mundo sea m¨¢s orwelliano, que se acerque cada vez m¨¢s al de 1984? El tiempo y la gravedad de los ciberataques que suframos lo dir¨¢n.
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