Ya no te ganar¨¢s la vida pilotando drones
La que fuera 'profesi¨®n del futuro' tiene ya 2.500 operadores registrados en Espa?a y ciertos aires de burbuja favorecidos por los l¨ªmites legales
A qui¨¦n no le ha pasado un dron zumbando sobre la cabeza? Hace poco m¨¢s de cinco a?os, el cielo era para los p¨¢jaros, los aviones, parapentes y derivados. Ahora el espacio a¨¦reo se defiende a manotazos de la creciente nube de mosquitos mec¨¢nicos que en el ultimo lustro caus¨® 606 incidentes, seg¨²n los datos registrados por la Agencia Europea de Seguridad A¨¦rea (EASA). De ellos, 37 alcanzaron la calificaci¨®n de accidentes. "Hace unos meses en Bilbao tuvieron que desviar un Lufthansa porque hab¨ªa unos chavales volando sus drones en la cabecera de la pista. Esto pasa por desconocimiento de la ley y tambi¨¦n por inconsciencia. Al final hay gente para todo", comenta Daniel Hern¨¢ndez, de Flybai.
Tambi¨¦n se coment¨®, en los albores de la era de los drones, que para toda esta gente habr¨ªa trabajo. Manejar drones iba a ser la profesi¨®n del futuro, la eterna garant¨ªa de prosperidad, el chollo de la d¨¦cada. "Se utilizan en ingenier¨ªa, en topograf¨ªa... Hasta para buscar bancos de atunes", precisa Hern¨¢ndez. Al calor de estas nuevas aplicaciones surgieron planes de formaci¨®n como los de Flybai y las dem¨¢s escuelas ATOs. Estas organizaciones de formaci¨®n aprobadas por la Agencia Estatal de Seguridad A¨¦rea son parada obligatoria de cualquiera que desee ganarse el pan a los mandos de un dron.
"Los cursos son requisito para todo aquel que quiere utilizar el dron de manera profesional. Para cualquier tipo de trabajo necesitas la licencia y, adem¨¢s, ser operador", comenta Hern¨¢ndez. Al calorcito de la democratizaci¨®n de los drones -"cualquiera puede tener uno pinchando en internet"- los buenos augurios laborales, proliferaron los interesados. "Al principio, nos ven¨ªa mucho el friki que quer¨ªa tener la licencia para ver qu¨¦ pod¨ªa hacer con el dron. Ahora lo que nos est¨¢ ocurriendo es que vienen m¨¢s profesionales".
Evoluci¨®n mensual de los registros
En octubre de 2014 entr¨® en vigor la ley que regulaba el uso de drones profesionales en Espa?a. Espa?a ten¨ªa registrada entonces una treintena de pilotos, una cifra rid¨ªcula si la comparamos con los m¨¢s de 2.500 operadores de drones que est¨¢n dados de alta en la actualidad. Este crecimiento se traduce en m¨¢s de un centenar de nuevos registros cada mes, unos datos que certifican que el mundo del dron se encuentra en periodo de consolidaci¨®n, aunque lejos de alcanzar su madurez. Pero el incremento de la demanda no siempre se corresponde con un aumento de la oferta. "Ser piloto de dron no vale para mucho si no sabes qu¨¦ vas a hacer con ¨¦l. Ahora mismo hay m¨¢s de los que se necesitan", sentencia Hern¨¢ndez.
¡°Mi impresi¨®n es que despu¨¦s del boom vendr¨¢ una temporada en la que las expectativas sean menos ambiciosas¡±, coincide Fernando Navarro, CEO de Aerial Insights. Su compa?¨ªa ha realizado un estudio que revela que uno de cada cuatro pilotos ha manifestado su inter¨¦s en el desarrollo de nuevas tecnolog¨ªas aplicables al sector.
El ejemplo estadounidense
El a?o pasado, la Administraci¨®n Federal de Aviaci¨®n de EE UU emiti¨® una norma que obliga a quienes pretendan utilizar drones con fines comerciales a superar una prueba y obtener un certificado antes de hacerlo. Desde entonces, universidades y empresas han visto llenarse sus programas de pilotaje. Actualmente hay m¨¢s de 100.000 pilotos titulados y la Administraci¨®n espera que este n¨²mero se cuadruplique para 2021. Sin embargo, la compa?¨ªa AUVSI calcula que la industria apenas habr¨¢ creado 50.000 empleos directos antes de 2025. Si las predicciones se cumplen y tenemos en cuenta que la mayor¨ªa de titulados obtienen su certificado por un inter¨¦s profesional, parece obvio que el trabajo no va a sobrar.
La profesi¨®n de oro no se ha desinflado sola. La tendencia a integrar el manejo del drones en otras pr¨¢cticas profesionales es parcialmente responsable. "Al principio la gente hac¨ªa trabajitos para top¨®grafos o para cualquiera que necesitaba unas im¨¢genes a¨¦reas. Ahora las propias empresas est¨¢n formando a su personal".
La precariedad del incipiente mercado se se puede certificar con datos. Seg¨²n el informe de Aerial Insights, tres de cada cuatro profesionales que operan en el sector tienen menos de tres a?os de antig¨¹edad y cuatro de cada diez son aut¨®nomos. Las empresas que trabajan con drones tampoco son especialmente grandes: el 85% de las pymes tiene menos de 5 empleados.
El bar¨®metro del sector de los drones en Espa?a, que public¨® su primera edici¨®n en diciembre de 2016 desvelaba que nueve de cada diez operadores realizan menos de un trabajo a¨¦reo a la semana y la mitad de ellos lo hace menos de una vez al mes. El 20% de las empresas no factur¨® el a?o pasado y la mayor¨ªa no ingresa m¨¢s de 25.000 euros anuales, mientras que un 5% de ellas cierra el a?o con m¨¢s de cinco millones.
La escasa dimensi¨®n del sector explica que casi la mitad de los profesionales ofrece cobertura en todo el territorio espa?ol, cuando lo habitual en empleos con m¨¢s demanda es encontrar una mayor¨ªa que pueda conformarse con operar a nivel auton¨®mico, regional o incluso local. Como cabe esperar, la Comunidad de Madrid, Andaluc¨ªa y Catalu?a lideran el r¨¢nking de pilotos, pero, si valoramos la densidad de poblaci¨®n de cada comunidad aut¨®noma, la norma cambia. La Rioja, Galicia y Extremadura se sit¨²an a la cabeza con el doble de operadores por cada 100.000 habitantes que Canarias Arag¨®n y Navarra. ¡°Es complicado determinar a qu¨¦ se debe, pero mi impresi¨®n es que responde a la combinaci¨®n de un sector reciente con pocos proveedores e iniciativas exitosas por parte de las administraciones p¨²blicas¡±, aventura Navarro. ¡°En estas comunidades existen centros de formaci¨®n muy populares y bien conectados con la administraci¨®n, que como resultado han formado a una d¨¦cima parte de los pilotos del pa¨ªs¡±.
Actividades declaradas por los operadores registrados
Aunque en lo que va de a?o se han registrado 930 operadores, en Flybai ya han notado que las cosas est¨¢n cambiando. "Ahora la demanda se ha parado un poco porque la gente est¨¢ a la espera del nuevo Real Decreto para ver qu¨¦ se va a poder hacer", se?ala Hern¨¢ndez. "Yo creo que hay una burbuja ahora mismo, pero porque est¨¢ restringido lo que se puede hacer con ellos".
Sus esperanzas y las de 2.576 operadores y 73 ATOs acreditadas para impartir formaciones descansan ahora sobre la promesa de una ley menos restrictiva, que permita volar en zonas urbanas, por la noche y fuera del campo de visi¨®n del piloto. "Ahora esto no est¨¢ permitido, as¨ª que la gente se ve con las manos atadas. Se sacan la licencia. ?Pero qu¨¦ hacen luego con el dron? Inspecciones de fachadas, control t¨¦cnico, topograf¨ªa, grabaci¨®n de eventos... Hay infinidad de posibilidades que no se est¨¢n pudiendo explotar porque la norma no lo permite", razona.
- Las orejas del lobo
Los movimientos potencialmente aperturistas en el plano legal se est¨¢n complementando con un endurecimiento en las sanciones para quienes se saltan la norma. Esto incluye a quienes pilotan drones por el placer de hacerlo, para uso recreativo. Desde la entrada en vigor de la ley actual, el 4 de julio de 2014, hasta finales del a?o pasado, AESA hab¨ªa abierto un total de 69 expedientes sancionadores, de los cuales 60 resultaron en sanciones por un importe de m¨¢s de 432.000 euros.
"Todo esto se les escap¨® de las manos a AESA y EASA. No preve¨ªan que fuera a haber tal boom de drones vendidos. Ahora parece que se est¨¢n poniendo las pilas con el tema de las sanciones, supongo que con esto se corregir¨¢ un poco el tema", a?ade Hern¨¢ndez. Por el momento, las infracciones estrella son no ser un operador habilitado, no cumplir los requisitos relativos a la aeronave y sobrevuelo de zonas no permitidas.
El hecho es que, aunque no vaya a alimentar a familias enteras por s¨ª solo, el nuevo habitante del espacio a¨¦reo ha venido para quedarse y semejante enjambre necesita un hueco en el que volar sin causar males mayores. "Hasta ahora ha estado dividido: para ultraligeros, parapentes y dem¨¢s hasta los 1.000 pies; entre 1.000 y 14.000 est¨¢ aviaci¨®n general; y luego, a partir de los 14.000, est¨¢ la aviaci¨®n comercial. El problema que existe con los drones es que no tienen un espacio donde volar". Por lo pronto, los otros programas de formaci¨®n de Flybai ya incluyen en el temario un concepto esencial: "Cuidado con los drones".
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