?Es posible el colapso de la nube?

Los datos, el nuevo oro por el que todos luchar¨¢n, tienen que subirse a la nube ya, no hay tiempo que perder¡±. Eric Schidmt, ex CEO de Alphabet (Google) Google Cloud Next, marzo de 2017. No hace ni un a?o que escuch¨¢bamos a Eric Schmidt ¡ªel hombre que tom¨® las riendas de Google en 2001 cuando ingresaba solo 100 millones de d¨®lares¡ª, defendiendo las bondades del cloud computing. Junto a la redundante y contrastada c¨¢bala citada m¨¢s arriba, Schmidt, ya felizmente jubilado, argumentaba que los servicios cloud de su compa?¨ªa facilitar¨ªan a las empresas escalar sus negocios de forma mucho m¨¢s r¨¢pida.

En el sector tecnol¨®gico, quien vive en el presente se caduca al instante cual aguacate expuesto a la oxidaci¨®n del ambiente; y mucha gente se preguntaba: ?Por qu¨¦ el CEO de posiblemente la empresa m¨¢s influyente, volv¨ªa por estos derroteros? ?Ha confundido la presentaci¨®n de este a?o por la de 2012 cuando presentaron en sociedad Google Drive? ?Nada m¨¢s lejos de la realidad! Tan solo hac¨ªa menci¨®n a un escenario que afectar¨¢ transversalmente a todo el sector TIC.

Gartner estima que m¨¢s de 50.000 millones de dispositivos estar¨¢n completamente conectados en 2020, frente a los 50 millones conectados en la actualidad. Todo esto se traducir¨¢ en un insostenible crecimiento del tr¨¢fico de la informaci¨®n que debe ser analizada en los centros de datos. Y hablamos de un desaf¨ªo mucho m¨¢s serio que una simple prueba de estr¨¦s para la capacidad de procesamiento y almacenaje del modelo de cloud computing.

No contamos con suficiente ancho de banda para gestionar la inminente explosi¨®n de datos a d¨ªa de hoy.? Bueno, Google s¨ª la tiene y deja que la usemos"

Simplemente, no contamos con suficiente ancho de banda para gestionar la inminente explosi¨®n de datos a d¨ªa de hoy. Bueno, Google s¨ª la tiene, ellos ya se han gastado miles de millones de d¨®lares en construir una infraestructura con la que ninguna otra compa?¨ªa, pa¨ªs u organizaci¨®n podr¨ªa so?ar. As¨ª que invita a todo el mundo a que la use.

?Se puede evitar este supuesto colapso en plena ¨¦poca de las telecomunicaciones y la informaci¨®n? S¨ª, ya existen soluciones para evitarlo.

• Edge computing

Una de las soluciones es el edge computing, un tipo de tecnolog¨ªa que en breve aplicaremos en el ¨¢mbito industrial y empresarial, que aportar¨¢ mucha m¨¢s autonom¨ªa tanto a dispositivos como a soluciones de gesti¨®n, haciendo que sean algo m¨¢s listos. ?Pero c¨®mo? Simplemente con redistribuir y adaptar el rol de cada elemento de la actual infraestructura. Esto facilitar¨¢ que los datos producidos por los dispositivos y soluciones de gesti¨®n sean procesados en el lugar donde se crearon, de esta manera se ahorra el env¨ªo a los centros de datos y nubes.

Esta metodolog¨ªa implica un cambio en el paradigma. Si actualmente ya contamos con acceso en tiempo real a los datos de la nube, esto va un paso m¨¢s all¨¢, ya que implicar¨ªa el an¨¢lisis de los datos casi en tiempo real. Hablamos de microsegundos. En determinados sectores ya es una necesidad. V¨¦ase por ejemplo el mercado de las criptomonedas en la industria financiera o en el sector de la salud. En definitiva, tanto generadores como capturadores de datos se vuelven m¨¢s listos, ya que m¨¢s all¨¢ de recolectar y enviar la informaci¨®n a la nube, la procesan directamente.

• Fog computing

En relaci¨®n a lo anterior, ya ha nacido el t¨¦rmino fog computing, que, haciendo referencia al concepto niebla, expande y diversifica la nube. Este tipo de plataformas permiten descentralizar la tecnolog¨ªa cloud computing, extendi¨¦ndola y acerc¨¢ndola a los dispositivos y soluciones conectadas, creando nodos de interconexi¨®n y facilitando la capacidad de computaci¨®n y almacenamiento. De una manera m¨¢s atomizada, acercando la inmensa nube a los dispositivos directamente.

Podr¨ªa decirse que esta filosof¨ªa permite que los grandes centros de datos de la nube deleguen parte de sus responsabilidades a dispositivos con edge computing, haciendo que cualquier dispositivo con conectividad a la red, con capacidad de computaci¨®n y almacenamiento, pueda convertirse en un nodo de esta nube diversificada. Recayendo el peso de la infraestructura, a diferencia que el edge computing, en elementos como routers o gateways de red, o cualquier conexi¨®n de red entre dispositivos.

Ambas soluciones facilitan la reducci¨®n de latencias y consumo de ancho de banda, haciendo que no sea necesario enviar por defecto todos los datos brutos para su posterior an¨¢lisis y procesamiento en la nube. Esto facilitar¨¢ no solo descongestionar el?cloud, sino que permitir¨¢ acceder de forma inmediata a an¨¢lisis y evaluaci¨®n del estado de todos esos mismos sensores, dispositivos y soluciones de gesti¨®n. Adem¨¢s, dada la inminente aplicaci¨®n del RGPD y la creciente preocupaci¨®n por la ciberseguridad, se proceder¨¢ a un filtrado, derivando un menor volumen de datos en el entorno cloud, diversificando la informaci¨®n y reduciendo los da?os potenciales ante un posible ciberataque.

En definitiva, ninguna de estas tecnolog¨ªas viene a sustituir al cloud computing. Son subsidiarias y refuerzan incluso el mismo concepto de cloud porque, en gran medida, dependen del entorno de la nube.

Volviendo al s¨ªmil de los datos con el oro, al igual que pas¨® hace siglos con la creaci¨®n de bancos y la emisi¨®n del dinero fiduciario para establecer las bases de la econom¨ªa actual, los datos son indiscutiblemente el valor por el que nos regiremos en los pr¨®ximos a?os. Podr¨ªamos acu?ar el patr¨®n dato, pero, al igual que pas¨® en la econom¨ªa, la manera en la que son usados, transportados y almacenados est¨¢ cambiando en funci¨®n de las necesidades.

Marta Moix?es la cloud manager de Ekon.?