Coche compartido: el asfalto ya no es una jungla

As¨®mate a la ventana. Alg¨²n d¨ªa, todos los coches que ba?a la luz podr¨ªan ser tu coche. ?Ves ese aparcamiento privado? Cualquiera de sus plazas podr¨ªa ser la tuya. La jungla de asfalto tiene nuevas reglas. En la movilidad del futuro hay sitio para compartir veh¨ªculos, espacios de estacionamiento, energ¨ªa y conocimiento. ?Ves al desconocido que dobla la esquina? Tu coche tambi¨¦n es suyo.

¡°La gente ya ve la conveniencia de no tener que tener un coche para poder usarlo¡±, se?ala Juan Pablo Madrigal, director de Mini Espa?a. La ic¨®nica firma acaba de subirse al carro de la movilidad compartida con Mini Sharing, una aplicaci¨®n que permite compartir los veh¨ªculos de la marca con un c¨ªrculo de hasta 10 personas, convirtiendo el m¨®vil de cada uno de ellos en una llave que abre el coche. ¡°Sabemos que hay propietarios que jam¨¢s dejar¨ªan que alguien conduzca su Mini, pero en el otro extremo, los m¨¢s vanguardistas han empezado inmediatamente a hacerlo¡±, asegura.

Entre estos 10 permisos caben amigos, familiares, vecinos e incluso compa?eros de hoteles, espacios de coworkings y startups. ¡°La verdad es que nuestra idea inicial era el cliente particular, pero tambi¨¦n estamos teniendo contactos con empresas¡±, admite Madrigal.

En Drivy, el c¨ªrculo de potenciales usuarios es infinito. Esta plataforma de alquiler de coches particulares de origen franc¨¦s lleg¨® a Espa?a en 2015 y ya tiene m¨¢s de 5.000 veh¨ªculos registrados y casi 200.000 usuarios. Entre Austria, B¨¦lgica, Reino Unido, Francia y Espa?a, suma 50.000 coches y dos millones de conductores en potencia. Al principio hubo reticencias. ¡°La gente lo ve¨ªa muy extra?o¡±, recuerda Jaume Su?ol, director general de Drivy en Espa?a. Ahora crecen a fuerza de boca-oreja. ¡°Es lo que m¨¢s nos est¨¢ funcionando. Algunos incluso empezaron como particulares y ahora han creado una empresa para dedicar coches a la actividad¡±. Esta vertiente profesional de Drivy supone un 10% de la oferta de coches, pero concentra hasta la mitad de los alquileres. ?Hay que estar loco para poner el propio coche en manos de cualquiera?

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En Mini Sharing, la confianza se cultiva y florece en c¨ªrculos cerrados, cobrar es opcional. Drivy incentiva este sentimiento con retribuciones que pueden oscilar entre los 400 y los 900 euros al mes. Y, para evitar sorpresas, las dos compa?¨ªas tienen sendos acuerdos con aseguradoras que contemplan las particularidades de la movilidad compartida. ¡°Es importante crear ese marco de confianza para que dos personas que no se conocen se puedan alquilar el coche.

En Drivy esto se basa en un seguro que se ha confeccionado espec¨ªficamente para la actividad¡±, precisa Su?ol. Esta cobertura extra se activa en el momento del alquiler y se mantiene vigente mientras dure. Para terminar de amortiguar el salto de fe est¨¢n los habituales sistemas de valoraciones, tanto para propietarios como para conductores.

En Parkfy, las evaluaciones tambi¨¦n son la clave del amor a primera vista entre conductores y plazas de aparcamiento privadas. ¡°Los propietarios con m¨¢s de treinta valoraciones, una media de cuatro o cinco estrellas, bajo tiempo de respuesta y se?ales de actividad reciente pueden convertir esto en una aut¨¦ntica fuente de ingresos adicionales¡±, asegura Antonio Linares, fundador de Parkfy.

La plataforma que naci¨® en 2012 para facilitar los alquileres temporales de estacionamientos entre particulares ha alcanzado ya los 4.037 estacionamientos registrados. ¡°Sacamos plazas privadas en centros urbanos que de otro modo estar¨ªan infrautilizadas y las exponemos a gente que de no tener acceso a ese inventario generar¨ªa una congesti¨®n adicional y gastar¨ªan m¨¢s de lo necesario¡±. En estos espacios, los precios por d¨ªa se fijan libremente y oscilan entre los 5 y los 20 euros.

En el futuro de Parkfy, Linares vaticina mayor rotaci¨®n de los alquileres y menores tiempos de estacionamiento, as¨ª como una gesti¨®n m¨¢s sencilla de las transacciones, que ahora exigen que sean los propietarios los encargados de dar acceso a sus plazas. ¡°Podremos poner algo del estilo de los repartidores de Glovo¡±.

El usuario de coche el¨¦ctrico tiene conciencia de sostenibilidad, y yo creo que la parte de compartir y del uso racional de los bienes, en este caso el coche, va muy en l¨ªnea con eso. Es algo que tiene un impacto en la sociedad y en tener una movilidad m¨¢s limpia¡±, razona Juan Pablo Madrigal, que detecta en la a¨²n peque?a comunidad de propietarios de veh¨ªculos h¨ªbridos y el¨¦ctricos una mayor inquietud por las nuevas formas de tener coche. Desde 2012, este colectivo ¡ªy los aspirantes a entrar en ¨¦l¡ª encuentran en ForoEV un espacio para el di¨¢logo y la divulgaci¨®n de los entresijos del mercado del coche el¨¦ctrico en Espa?a.

Los usuarios de ForoEV han intercambiado casi 90.000 mensajes en m¨¢s de 10.000 conversaciones: dudas sobre nuevos modelos, compraventa de veh¨ªculos, consejos sobre los vericuetos normativos asociados a la instalaci¨®n de puntos de carga o la concesi¨®n de ayudas¡­ Se organizan incluso quedadas de los participantes (en el mundo real). ¡°Todav¨ªa hay poca gente que realmente se preocupa por este tema. Cuando?encontramos gente como nosotros, nos sentimos identificados¡±, razona Nacho Mart¨ªn, administrador del foro. ¡°Estamos viendo que tenemos un coche que no contamina, que no hace ruido, que se conduce mejor y gasta menos, aunque inicialmente pueda costar un poco m¨¢s. Y muchos aun as¨ª te ponen pegas. Te sientes un poco incomprendido¡±.

Aunque el incremento de usuarios registrados ¡ªque ronda los 3.000¡ª ha sido constante desde el principio, Mart¨ªn se muestra convencido de que a¨²n no han dado el gran aceler¨®n. ¡°Creceremos m¨¢s r¨¢pido cuando la venta de coches el¨¦ctricos pegue el salto en Espa?a. Ahora decimos que se han duplicado las ventas, pero es que estamos pasando de un 0,25% a un 0,5%¡±, razona.

Es bien sabido que, entre los obst¨¢culos que frenan este avance est¨¢n el precio de los veh¨ªculos y la escasez de puntos de carga. ¡°No es que falten, es que no est¨¢n donde m¨¢s se necesitan, en las carreteras para viajar. Y el que no tiene puntos de recarga en casa lo pasa mal¡±, a?ade Mart¨ªn. Esta agon¨ªa es la que se propuso resolver la divisi¨®n sueca de Renault con Elbnb.

Esta web pretend¨ªa ser, como su nombre indica, el Airbnb de los puntos de carga. Igual que puedes alquilar un espacio para dormir, puedes pedir carga para tu coche durante el fin de semana, una noche o por unas horas. ¡°Elbnb tambi¨¦n es la voz del pueblo, al unirte, a?ades una voz que reclama una mejor infraestructura¡±. La idea era que los propietarios registrasen sus casas para que los conductores pudiesen encontrarlas con una funci¨®n de geolocalizaci¨®n. Seg¨²n explican fuentes de Renault, la compa?¨ªa ha dejado de dar comunicaci¨®n activa a esta iniciativa, pero mantienen la plataforma abierta.

?Se puede compartir m¨¢s la movilidad? En las mismas sesiones creativas que condujeron al lanzamiento de Mini Sharing surgi¨® constantemente la idea de una compra compartida en la que la propia adquisici¨®n del coche se hiciera oficialmente entre un conjunto de propietarios. ¡°Lo tenemos para una siguiente etapa porque no es tan sencillo. Adem¨¢s, a ra¨ªz de todo esto, hemos estado estudiando servicios de conveniencia para propietarios y usuarios, como el lavado de coche, o que vayan y te repongan el combustible, servicios de reparaci¨®n y mantenimiento... Han surgido un sinf¨ªn de ideas que ahora s¨®lo estamos iniciando¡±.