C¨®mo la nube nos hace tocar mejor la guitarra
S¨ª, la transformaci¨®n digital tambi¨¦n afecta al modelo de negocio de los lutieres, que aprovechan las nuevas tecnolog¨ªas para optimizar la construcci¨®n de sus instrumentos
Micawber. El nombre que en la cultura popular anglosajona significa: esperanza. ¡°Algo bueno pasar¨¢¡± es el lema de este personaje inolvidable de David Copperfield. Pero Micawber es tambi¨¦n un cuerpo de madera de arce, un m¨¢stil, un diapas¨®n, un clavijero con sus clavijas. Micawber es esa l¨¢mpara m¨¢gica del riff con la que Keith Richards nos lleva de viaje interdimensional. Y es una guitarra el¨¦ctrica con la firma de Fender. La misma que han tocado en los escenarios Jimy Hendrix, John 5, James Burton o Johnny Greenwood. Una compa?¨ªa que se asocia, como pocas, con el arte y la artesan¨ªa para producir el instrumento seminal del rock and roll.
El evento Re:Invent, de Amazon Web Services (AWS), sirvi¨® para levantar el cap¨® a muchas industrias que entendemos como tradicionales y ver c¨®mo la nube se cuela entre sus intersticios menos evidentes para revolucionarla. C¨®mo el Banco de Australia, l¨ªder en su regi¨®n, se atreve a migrar todo su negocio al universo intangible del cloud computing. C¨®mo Volkswagen se atreve a afirmar que su negocio ya no es hacer coches, sino software. C¨®mo blockchain se puede colar en las vidas an¨®nimas y miserables de los granjeros de Yakarta (Indonesia) y cambiarlas para siempre.
Pero el ejemplo m¨¢s ins¨®lito lo dio Fender con sus guitarras. En concreto con un dato que lleva siendo el viacrucis de este negocio: nueve de cada diez personas que se compran una guitarra (o sea, casi todas) lo dejan a las pocas semanas de empezar. ?Por qu¨¦? Por la frustraci¨®n de no aprender. Pero hay una cara tras la cruz de esta moneda. La persona que resiste esa frustraci¨®n y aprende compra, de media, ocho guitarras a lo largo de su vida.
Desde el escenario, Ethan Kaplan, CDO de Fender, explic¨® c¨®mo quieren darle la vuelta a esta cifra y d¨®nde entra la nube en la ecuaci¨®n. La respuesta: con los mejores profesores a trav¨¦s de una app de pago, Fender Play, para Android e iOS. ¡°Estamos rodando unas 30 piezas de v¨ªdeo al d¨ªa para que nuestros compradores tengan las mejores clases posibles y no abandonen la guitarra¡±, explic¨® Kaplan. La nube entra de la misma manera que entra en Netflix. ¡°Tenemos que usar machine learning y lenguaje natural para traducir y subtitular a todos los idiomas. Tenemos que usar una infraestructura en la nube para poder lanzar nuestros nuevos v¨ªdeos mundialmente a m¨²ltiples dispositivos¡±. Ergo, la nube posibilita tocar mejor la guitarra. Y tocando mejor, se vende mejor.
Pero el tr¨¢nsito de Fender a la nube no se reduce meramente a una plataforma de tutoriales de v¨ªdeo. El arte de hacer guitarras, la artesan¨ªa de la creaci¨®n y ensamblaje de cada pieza, viene precedido por un uso de las tecnolog¨ªas en boga. Por ejemplo, un combo de machine vision e IoT puede mejorar sensiblemente la calidad de una guitarra.
En una keynote espec¨ªfica, Fender y AWS explicaron c¨®mo se emplear¨¢n estas tecnolog¨ªas durante la construcci¨®n de una guitarra. En sus dos f¨¢bricas de Corona (California) y Sonora (M¨¦xico) arrancar¨¢ un proyecto piloto cuyo punto esencial son una serie de c¨¢maras que observan cada pedazo de madera que se va a usar en el cuerpo. La raz¨®n para que haya que elegir m¨¢s de un pedazo de madera (normalmente entre tres y cuatro) para formar un cuerpo es que una ¨²nica porci¨®n acaba comb¨¢ndose con el tiempo. Adem¨¢s, para pintarla con colores semitransparentes (los m¨¢s codiciados, porque dejan ver el dibujo de la veta de madera subyacente), antes hab¨ªa que elegir a ojo de buen cubero pedazos que se parecieran entre s¨ª y que adem¨¢s cumplieran los criterios de calidad exigidos en cuanto al sonido.
Ahora, estos pedazos son inspeccionados por las c¨¢maras de manera autom¨¢tica. Luego, pasan por un modelo de inteligencia artificial que identifica, mediante machine vision, los de mayor calidad, tanto desde un punto de vista est¨¦tico como funcional. El proceso de hacer la guitarra que prosigue no experimenta grandes cambios. Pero la nube permiti¨® que las piezas de esa guitarra, qui¨¦n sabe si con un futuro tan ilustre como el de la Micawber de Richards, fueran las mejores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.