El tren ¡®volador¡¯ chino que quiere revolucionar los pa¨ªses en desarrollo
El SkyRail de BYD es un sistema de movilidad sin conductor, el¨¦ctrico, econ¨®mico y sencillo de construir. Filipinas, Camboya, Egipto y Marruecos ya han firmado acuerdos para implantarlos en algunas localidades.

Independientemente de que se encuentren en Asia, ?frica o Am¨¦rica, las grandes ciudades en v¨ªas de desarrollo se suelen caracterizar por su caos circulatorio. Las infraestructuras viarias crecen a un ritmo muy inferior al de la compra de veh¨ªculos ¡ªel 90% de los desplazamientos en el mundo se realizan en autom¨®viles privados¡ª, lo cual se traduce en atascos interminables, contaminaci¨®n y ruido. Encontrar una soluci¨®n no es sencillo, porque tanto la construcci¨®n de carreteras como la de l¨ªneas de metro resultan costosas y llevan tiempo.
No obstante, la china BYD, l¨ªder en la fabricaci¨®n de veh¨ªculos el¨¦ctricos y conocida por tener a Warren Buffett entre sus inversores, ha dise?ado un sistema de monorra¨ªl elevado con el que quiere revolucionar la movilidad de estas megal¨®polis. A primera vista, el SkyRail puede parecer un simple tren de aspecto futurista, pero lo cierto es que esconde algunas ventajas interesantes. ¡°El principal atractivo est¨¢ en que su construcci¨®n cuesta la quinta parte de una l¨ªnea de metro y se concluye en una tercera parte del tiempo¡±, explica Richard Li, uno de los responsables de comunicaci¨®n de la marca con sede en Shenzhen.
Ese ahorro, sin embargo, no se logra a costa de utilizar tecnolog¨ªa obsoleta. Al contrario, la segunda versi¨®n del SkyRail es completamente aut¨®noma (nivel 4: no requiere la atenci¨®n del conductor y funciona en entornos controlados), siempre que la infraestructura por la que se mueve cuente con sistemas de comunicaci¨®n e-LTE. Y est¨¢ preparada para trabajar en el entorno 5G que se pondr¨¢ en marcha a finales de 2019. ¡°Como cada pa¨ªs tiene su propia coyuntura, tenemos tambi¨¦n una versi¨®n con conductor¡±, a?ade Li durante una visita al circuito de prueba que BYD ha construido en su sede principal, donde da servicio a los 30.000 empleados del complejo industrial.
El monorra¨ªl cuenta con tres vagones capaces de transportar a 200 personas cada uno. Debido al uso de ruedas de caucho que abrazan el ra¨ªl de forma horizontal, sorprende por lo silencioso de sus operaciones y por la fluidez con la que se mueve a pesar de que algunas de las curvas son muy pronunciadas. A diferencia de lo que sucede con las l¨ªneas subterr¨¢neas de metro, los pasajeros disfrutan de las vistas que ofrece el viaje, mientras que el costo de las operaciones ¡ªsu consumo de energ¨ªa es m¨ªnimo¡ª y el nivel de seguridad que ofrece ¡ªsobre todo porque evita la posibilidad de colisi¨®n que lastra a tranv¨ªas y trolebuses¡ª son superiores a los del ferrocarril convencional.

¡°Adem¨¢s, como es un sistema elevado, se puede instalar en carreteras que ya est¨¢n construidas¡±, a?ade Li. No en vano, en el complejo fabril de BYD el SkyRail vuela por encima de las principales arterias para veh¨ªculos a una velocidad punta de 90 kil¨®metros por hora. Y en el distrito de Pingshan, en Shenzhen, una l¨ªnea se est¨¢ erigiendo tambi¨¦n sobre carreteras ya existentes.
La empresa afirma que, de esta forma, se puede duplicar el n¨²mero de personas que transitan por estos corredores de dos pisos, ya que el monorra¨ªl ofrece capacidad para transportar hasta 40.000 personas por hora y direcci¨®n ¡ª30.000 menos que un sistema de metro convencional¡ª. Adem¨¢s, BYD est¨¢ convencida de que las megal¨®polis del futuro estar¨¢n construidas en tres niveles: metro de alta capacidad en el subsuelo, veh¨ªculos el¨¦ctricos y peatones en superficie, y sistemas de ferrocarril ligero elevados de capacidad media.
A diferencia de la sonada estafa del autob¨²s elevado de Qinhuangdao, que se ha saldado con m¨¢s de una treintena de detenidos y numerosos inversores incapaces de recuperar su dinero, el sistema de BYD ya ha demostrado su val¨ªa. Actualmente, las 22 redes de SkyRail en fase de dise?o, construcci¨®n y operaci¨®n suman ya unos 350 kil¨®metros. La primera l¨ªnea se inaugur¨® el a?o pasado en la ciudad de Yinchuan, y este a?o se ha actualizado para convertirla en aut¨®noma.

Mientras tanto, pa¨ªses como Filipinas, Camboya, Egipto o Marruecos ya han firmado acuerdos para implantar estos monorra¨ªles en algunas de sus localidades, y la ciudad brasile?a de Salvador se ha convertido en la primera que comienza a construir un SkyRail en Am¨¦rica Latina. Las autoridades municipales han considerado que es la mejor soluci¨®n debido a la capacidad del monorra¨ªl para enfrentar desniveles pronunciados ¡ªen un trecho de 400 metros debe escalar 80¡ª y a la facilidad con la que se puede construir parte del trazado sobre el agua. Los 20 kil¨®metros de la l¨ªnea costar¨¢n unos 689 millones de d¨®lares. En comparaci¨®n, cada nuevo kil¨®metro de metro en ciudades como Par¨ªs y Berl¨ªn cuesta en torno a 250 millones.
BYD tambi¨¦n le ha dado al SkyRail un hermano peque?o pensado para complejos industriales y barrios con menor densidad de poblaci¨®n. No obstante, estos dos sistemas tienen un problema obvio que lastra su implantaci¨®n en ciudades europeas: el impacto visual. Porque a nadie le gusta tener la ciudad llena de pilares de hormig¨®n y de v¨ªas a¨¦reas que, sin duda, afean el entorno. Sea como fuere, esos sistemas ya est¨¢n operativos en capitales como Bangkok, Manila, o Yakarta, donde la practicidad prima sobre lo est¨¦tico.
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