El fin de miles de recuerdos: las cintas VHS est¨¢n muriendo
?Crees que est¨¢s envejeciendo mal? Pues tus recuerdos grabados en VHS est¨¢n al borde de la desaparici¨®n (si es que no se han esfumado ya). Hemos hablado hasta con la Biblioteca Nacional para ver c¨®mo afrontan el problema
Los VHS que tienes en casa son como una pipa pocha. Por fuera parecen en perfectas condiciones, por dentro est¨¢n podridos. La diferencia es que tu congoja por la semilla corrupta termina cuando la escupes. Lo del v¨ªdeo de tu comuni¨®n es m¨¢s dif¨ªcil de remediar. Estirando un poco m¨¢s la met¨¢fora, tienes una estanter¨ªa en casa que est¨¢ llena de pipas pochas. Tu tercer cumplea?os, la funci¨®n del colegio, las vacaciones en la playa, la Nochevieja de hace un cuarto de siglo... "En el VHS, lo que guarda el v¨ªdeo es soporte magn¨¦tico. Eso por la humedad y el paso del tiempo se va deteriorando. En las im¨¢genes empiezan a salir con rayitas, con nieve, hasta que llega un punto en que se vuelven imposibles de reproducir", explica Juan Pablo Soria, colaborador del estudio de fotograf¨ªa Fotorossny. Y as¨ª, sin m¨¢s, se van borrando tus recuerdos.
Si naciste durante el reinado de este formato entre 1976 y 2002, hay un pedazo de tu infancia guardado en esas traicioneras cintas magn¨¦ticas. Y aunque no seas millennial, basta que estuvieras vivo y te pusieras ante las c¨¢maras de tu familia durante esos a?os para que tengas recuerdos en juego.
Estamos en un momento extra?o. En un extremo est¨¢n las fotos de tu bisabuela, que amarillean pero ah¨ª siguen. En otro, tus locos a?os universitarios, que con un poco de vigilancia digital, contin¨²an a salvo. Y en medio, tu primer paseo en bici, que comenz¨® a deteriorarse unos diez a?os despu¨¦s de su grabaci¨®n. "Estamos en una etapa de transici¨®n de una cultura y una mentalidad que estaba centrada en que la memoria quedaba retenida en los objetos, en lo material. Y l¨®gicamente, aquello que era un objeto material ten¨ªa su lugar. La fotograf¨ªa ten¨ªa su lugar en un ¨¢lbum o en una caja de zapatos, la m¨²sica preferida quedaba grabada en un disco...", razona Antonio Rodr¨ªguez de las Heras, catedr¨¢tico de la Universidad Carlos III. "Ahora vamos hacia un reajuste de nuestra mentalidad que consiste en que estamos cada vez m¨¢s envueltos en lo intangible: en aquello que no necesita tener lugar para manifestarse ante nosotros".
- Y t¨² tan tranquilo
No es casual que esta brecha entre lo anal¨®gico y lo digital nos haya pillado desprevenidos. Contribuyen a ello tres problemas, explica Rodr¨ªguez de las Heras. El primero, el mundo miniaturizado que nos rodea. "Los artefactos no solo son peque?os. Est¨¢n ocultos. F¨ªjate en un tocadiscos: ve¨ªamos todos los elementos que compon¨ªan el proceso de audici¨®n y reproducci¨®n. De ah¨ª pasamos a un CD y luego a un mp3 y luego a nada. Esa conversi¨®n de los objetos en cajas negras nos hace tener un cierto desapego".
La obsolescencia tampoco ayuda. "Las cosas ya no las tienes que poseer para siempre, sino m¨¢s bien hacer hueco para lo nuevo. Eso tambi¨¦n nos lleva a ir abandonando las cosas sin el m¨¢s m¨ªnimo resquemor", continua el catedr¨¢tico. Adem¨¢s, el hecho de vivir en un entorno cada vez m¨¢s virtual nos obliga a cambiar nuestro concepto de memoria, antes asociado a objetos y lugares que ahora se desvanecen.
- En las mejores casas
Las im¨¢genes guardadas en cintas magn¨¦ticas se desvanecen hasta en la Biblioteca Nacional de Espa?a (BNE). Ni siquiera las mejores condiciones de conservaci¨®n son capaces de frenar el deterioro. "Cuando se detecta que hay un material que se puede estar deteriorando de m¨¢s, urge el cambio de soporte para no perderlo", explica Mar P¨¦rez Morillo, directora de la divisi¨®n de procesos y servicios digitales de la BNE. En la instituci¨®n est¨¢n acostumbrados a rescatar del olvido todo tipo de contenidos. "Ha habido proyectos de digitalizaci¨®n de audio en rollos de pianola y cilindros de cera. Conforme pasa el tiempo, no solo se deteriora el soporte, tambi¨¦n los reproductores. Por eso es urgente que lo m¨¢s antiguo se digitalice m¨¢s pronto".
Sin embargo, el relativamente joven VHS sigue siendo un reto. "Cuando se pon¨ªa el soporte a digitalizar, las cintas estaban tan delicadas que en algunos casos se romp¨ªan. Esto nos refuerza la idea de que hay que preservarlo y digitalizarlo cuanto antes. Vamos un poco en el orden que marca su estado de conservaci¨®n, lo delicado de la reproducci¨®n y los recursos que tenemos", se?ala P¨¦rez Morillo.
La experiencia de Soria es que a pie de calle todav¨ªa hay informaci¨®n salvable. "A lo mejor algo menos de un 10% no se recupera, pero todav¨ªa se puede", comenta. Los clientes que llegan a Fotorossny buscando digitalizar sus VHS suelen ser de mediana edad y m¨¢s bien escasos, teniendo en cuenta que la degradaci¨®n de estos soportes nunca duerme. "Yo creo que la gente no es muy consciente de esto. Hubo una especie de miniboom -en 2008- cuando sali¨® por la televisi¨®n que se dejaban de fabricar los v¨ªdeos de VHS. Ah¨ª hubo una temporada que se not¨® que ven¨ªa m¨¢s gente".
El truco para saber si en tu VHS queda algo es reproducirlo. En general, ayuda que los hayas conservado en un lugar fresco y seco, como las pipas. Y si lo has colocado encima de un altavoz o les has dejado tu m¨®vil encima, olv¨ªdate. "T¨² coges una cinta que acabas de grabar y la dejas encima del bafle del equipo de m¨²sica y adi¨®s".
- Desmemoriados forzados
?Qu¨¦ pasa si en lugar de una escena noventera un poco granulada nos encontramos con el vac¨ªo? ?C¨®mo nos afectar¨¢n los recuerdos perdidos? Rodr¨ªguez de las Heras pronostica una ola de nostalgia. "Puede producirse una especie de zozobra. Los recuerdos dan estabilidad emocional, vital y existencial. Si no, estamos en una barquichuela que nos mueve continuamente", advierte. La desaparici¨®n de esas memorias audiovisuales restar¨ªa peso al plomo que nos ancla a nuestra estabilidad emocional.
Parad¨®jicamente, en estos tiempos de avance vertiginoso y continua caza y captura de las ¨²ltimas innovaciones, mirar¨ªamos estos v¨ªdeos anal¨®gicos ya vac¨ªos con la melancol¨ªa de quien descubre el valor de lo que ten¨ªa cuando ya lo ha perdido. "Y despu¨¦s vendr¨ªa una forma de papanatismo. Si t¨² no tienes memoria, lo nuevo te impacta de una manera desmesurada. Eso tambi¨¦n puede traer problemas de generaciones que se ven deslumbradas por lo nuevo porque les falta ese background. La memoria es clave para todo, para entender el mundo, para imaginarlo y para actuar sobre ¨¦l", a?ade el catedr¨¢tico.
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