La nube, un oligopolio en manos de tres ¡®big tech¡¯ americanas
Con la casi obligatoriedad de adoptar el ¡®cloud computing¡¯ para sobrevivir en cualquier sector, surgen voces que piden su consideraci¨®n como un bien p¨²blico y abran un mercado de escasa competencia
Si tu negocio, o parte de ¨¦l, no est¨¢ en la nube, poco menos que rozas la herej¨ªa. El?cloud computing se ha convertido en una de esas tecnolog¨ªas imprescindibles de la revoluci¨®n digital. Un mantra tan repetido como que el big data salvar¨¢ a tu empresa.?Las m¨¢s dedicadas optan por desarrollarla por s¨ª solas, las llamadas nubes privadas. Bastante inusual. Las p¨²blicas, dise?adas por terceros, y las h¨ªbridas, una mezcla de ambas, son las m¨¢s comunes.?
Amazon (AWS), Microsoft (Azure) y Google (Google Cloud) dominan el 76% del mercado, de acuerdo con los estudios de Gartner y Goldman Sachs. Solamente la empresa fundada por Jeff Bezos dispone de casi la mitad de los usuarios. En la lejan¨ªa aparece Alibaba, en un intento por que el oligopolio hable algo de chino. Como ha ocurrido con tantas otras tecnolog¨ªas, los que llegaron primero casi ni han dejado margen a los m¨¢s rezagados. En palabras de Moises Navarro, principal strategist de VMware, el nivel de inversi¨®n de estas big tech en infraestructuras, como en los centros de datos, y servicios, como el procesamiento de informaci¨®n, es incomparable. ¡°Han creado este oligopolio por su esfuerzo innovador y por su esfuerzo en el desarrollo de las plataformas. Hablamos de miles y miles de millones de euros. Esto es inigualable¡±, argumenta.
Ante esta situaci¨®n, diferentes voces se han alzado para pedir que las Administraciones tomen cartas en el asunto. Si la nube resulta tan crucial, ?por qu¨¦ no romper la dependencia de este triunvirato? Al menos as¨ª lo entiende Nick Srnicek, profesor del King¡¯s College de Londres y autor del libro Capitalismo de plataformas (Caja Negra). ¡°Creo que es un argumento poderoso para tener a estas compa?¨ªas bajo el control estatal, siempre y cuando no se pueda ejercer alg¨²n tipo de titularidad p¨²blica. Hablamos ya de bienes p¨²blicos¡±, explica. La propia Comisi¨®n Europea, bajo la iniciativa de la Agenda Digital Europea, ha desarrollado una cloud p¨²blica para investigadores y cient¨ªficos, llamada Open Science Cloud, que pretende extender a otras ¨¢reas.
La opini¨®n de Merkel
"La clave de todo es la llamada soberan¨ªa tecnol¨®gica", asegura Mara Balestrini, CEO de la consultora Ideas for Change y mimebro del Observatorio Retina. "Hace tres semanas, Angela Merkel era portada del Financial Times hablando del?Gaia-X,? el proyecto del continente por crear una nube europea. "Hay una tensi¨®n enorme en Europa por nuestra incapacidad de establecer est¨¢ndares".?
"Estamos por detr¨¢s? de los gigantes como Google, Amazon o Microsoft", reconoci¨® la canciller Angela Merkel a finales de octubre, "y lo que m¨¢s me preocupa es que el procesamiento de datos, industriales o de los datos de los consumidores, sea realizado en gran parte por empresas estadounidenses", asever¨®. "Entramos en una relaci¨®n de dependencia que no ser¨¢ buena a largo plazo", advirti¨®,
El Gobierno espa?ol, pese a estar en funciones, acostumbra a enarbolar la bandera de la digitalizaci¨®n en su discurso como pol¨ªtica de gran calado. Esto no se traduce en que entre sus planes cuente con desarrollar una nube de car¨¢cter p¨²blico. Desde la Secretar¨ªa General de Administraci¨®n Digital, dependiente del Ministerio de Funci¨®n P¨²blica, reiteran que su objetivo es tener una oferta de posibilidades en la prestaci¨®n de servicios estatales en todo tipo de cloud y en funci¨®n de las necesidades. ¡°Hay que tener en cuenta la capacidad de las big tech para poner a disposici¨®n de sus clientes los beneficios potenciales en el uso de servicios de esta tecnolog¨ªa, sobre todo en t¨¦rminos de ahorro de costes y ciclos de despliegue m¨¢s r¨¢pidos¡±, indican las mismas fuentes.
Suiza, neutral hasta en la nube
El mercado de la computaci¨®n en la nube se encuentra ante una ventana de tiempo, cinco o 10 a?os en palabras de Navarro, que determinar¨¢ si el oligopolio se torna en irreversible o peque?as empresas le comen algo de terreno. Dominic Williams, fundador de Dfinity, pretende convertirse en uno de esos nombres propios que gane la partida a las grandes tecnol¨®gicas. Williams cree que deber¨ªa existir una opci¨®n p¨²blica. Llama a su plan Internet Computer. Lo contempla como una extensi¨®n de la Red, pero con las herramientas de cloud integradas en el protocolo. Al igual que la web, no estar¨¢ controlado por una sola compa?¨ªa. Estar¨¢ abierto, mantenido por una fundaci¨®n con sede en Suiza ¨Cde la que Dfinity, ser¨¢ miembro¨C y operado por centros de datos independientes en todo el mundo gracias a blockchain.
En la Secretar¨ªa General consideran que la nube ser¨¢ un elemento estrat¨¦gico. Buscar¨¢n aumentar sus capacidades propias, aunque sin encerrarse en soluciones monol¨ªticas y ¨²nicas. ¡°La adopci¨®n de cloud p¨²blica ir¨¢ a m¨¢s. Considero que es positivo en t¨¦rminos de innovaci¨®n, pero un camino que lleva tiempo y esfuerzo. No es ¨¢gil ni tan vertiginoso como se hab¨ªa prometido¡±, matiza Navarro. Como muestra de que no est¨¢ dicho en torno a esta tecnolog¨ªa, la consultora IDC cuantifica en un 85% el n¨²mero de usuarios que repatria parte de sus procesos y datos a un espacio privado. ¡°Este viaje se toma muchas veces sin tener todo el conocimiento y carga empresarial que requiere. Te das cuenta de que el nuevo modelo no es lo que esperabas y vuelves atr¨¢s¡±, zanja el principal strategist de VMware.
La espa?ola Gigas y la francesa OVH han demostrado que pueden competir en un mercado casi monopolizado. No llegan ni de lejos a la implantaci¨®n de Amazon, Microsoft y Google, pero su n¨®mina de clientes asciende exponencialmente. Han aprovechado al m¨¢ximo las escasas rendijas por las que colarse. Los peque?os proveedores de computaci¨®n en la nube no han dicho su ¨²ltima palabra. ¡°Este oligopolio deber¨ªa tener un periodo de vigencia m¨¢ximo. Tenemos un tiempo de margen para romper el sector. Si pasan los a?os y el mercado no evoluciona, obviamente, estar¨¢ sentenciado¡±, concluye Navarro. Debate distinto es si ha llegado el momento de considerar a la nube un nuevo servicio p¨²blico, donde la pol¨ªtica ¨Cy alg¨²n loco como Williams¨C algo tendr¨¢n que decir.
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