Las im¨¢genes de sat¨¦lite que demuestran los efectos del coronavirus en Wuhan

El coronavirus covid-19 ha alterado profundamente la vida de millones de chinos. En su esfuerzo por tratar de controlar la expansi¨®n de esta dolencia, las autoridades decretaron a principios de a?o el aislamiento de la ciudad de Wuhan, donde se registraron los primeros casos. Las comunicaciones con la citada megaurbe, de?11 millones de habitantes, quedaron cortadas el 22 de enero: el aeropuerto y las estaciones de trenes no funcionan desde entonces; tampoco el metro, los autobuses de l¨ªnea ni los ferris.

Los efectos de esta paralizaci¨®n son evidentes a vista de p¨¢jaro. O, m¨¢s bien, de c¨¢mara espacial. La operadora estadounidense de nanosat¨¦lites de observaci¨®n Planet ha compartido con EL PA?S Retina una serie de instant¨¢neas de diversos puntos de la ciudad que reflejan c¨®mo han cambiado distintos puntos de la misma desde que a ra¨ªz de la crisis sanitaria. Las im¨¢genes hablan por s¨ª solas. (Desplazando la pesta?a a izquierda y derecha se ve el antes y el despu¨¦s).

Sobre estas l¨ªneas se puede apreciar el lugar donde se levant¨® el hospital de Houshenshan (en la esquina superior izquierda de la imagen), construido en tan solo diez d¨ªas para atender a afectados por el coronavirus. La hilera de camiones que participaron en el trabajo ocupa toda la secci¨®n de la carretera mostrada.

La siguiente imagen muestra el hospital de Leishenshan, m¨¢s grande que el de Houshenshan (1.300 camas frente a las 1.000 del primero) y edificado en un antiguo parking. La fotograf¨ªa satelital muestra c¨®mo se ha alterado todo el paisaje alrededor, desde los terrenos adyacentes hasta el aprovechamiento de unas pistas deportivas cercanas.

El tr¨¢fico rodado se ha visto afectado por el coronavirus, tal y como se aprecia en la imagen que muestra el antes y el despu¨¦s en uno de los puentes que atraviesan el r¨ªo Yagnts¨¦ (que a su vez secciona en dos mitades la ciudad). Los barcos tambi¨¦n desaparecen en la fotograf¨ªa m¨¢s reciente.

Lo mismo sucede en los aleda?os de la estaci¨®n de ferrocarril de Wuchang, uno de los lugares con m¨¢s tr¨¢fico de la ciudad que, ya a finales de enero, perdi¨® congesti¨®n de autom¨®viles. Tampoco hay ning¨²n tren a la vista en la imagen tomada el pasado 28 de enero.

Observaci¨®n desde una caja de zapatos

Los nanosat¨¦lites de Planet, como los de otras competidoras, tienen el tama?o de una caja de zapatos. Nada que ver con los sat¨¦lites de telecomunicaciones?convencionales, cuyo tama?o se asemeja al de un cami¨®n. Los costes del viaje hasta el espacio var¨ªan tambi¨¦n sensiblemente: si enviar un nanosat¨¦lite cuesta unos dos millones de euros, el precio de colocar en ¨®rbita uno de los grandes se mide en centenares de millones.

Otra de las peculiaridades de los sat¨¦lites de bolsillo es que son capaces de enviar im¨¢genes muy a menudo, cada dos ¨®rbitas (unas tres horas). Deben hacerlo, de hecho, porque no tienen espacio para almacenar demasiada informaci¨®n. As¨ª, mientras que los sat¨¦lites del sistema Cop¨¦rnico, de la Agencia Espacial Europea (ESA), consiguen una fotograf¨ªa completa del planeta en una semana, los nanosat¨¦lites lo logran en uno o dos d¨ªas. La diferencia en la precisi¨®n de las im¨¢genes y dem¨¢s mediciones, por contra, les deja mal frente a los sat¨¦lites convencionales.