Calles de hidr¨®geno: una ciudad para crear el combustible del futuro

A los pies del monte Fuji y en un espacio de 70 hect¨¢reas, Toyota prepara desde hace meses un laboratorio tecnol¨®gico viviente donde desarrollar¨¢ tres grandes l¨ªneas de trabajo, posiblemente las m¨¢s ambiciosas de las que tiene en marcha: el hidr¨®geno, la movilidad aut¨®noma y la rob¨®tica. Woven City es para la marca japonesa un tres en uno perfecto: gracias a esta ciudad tejida (es decir, conectada), la marca japonesa dar¨¢ salida a los terrenos de una antigua f¨¢brica, acoger¨¢ a empleados, exempleados y cient¨ªficos y, sobre todo, ensayar¨¢ en un territorio manejable tecnolog¨ªas que dif¨ªcilmente puede exprimir al 100% en el mundo real. Si los planes siguen adelante a pesar de la crisis del coronavirus ¡ªy nadie ha dicho lo contrario hasta ahora¡ª, el fabricante nip¨®n empezar¨¢ a construir su ciudad ideal en 2021.

El proyecto se asienta en dos pilares, sostenibilidad e inteligencia artificial, el primero de ellos representado por las construcciones hechas fundamentalmente de madera y coronadas por paneles solares. Una forma de generar energ¨ªa limpia y poner a prueba las celdas de hidr¨®geno, capaces en teor¨ªa de alimentar a una ciudad entera y considerado por Toyota el ¡°combustible del futuro¡±. Sirvan como ejemplos, al margen de Woven City, la berlina Mirai ¡ªfabricada en serie¡ª, la pr¨®xima construcci¨®n de una hidrogenera en Madrid y el buque Energy Observer, que produce hidr¨®geno a partir de agua de mar.

La inteligencia artificial la pondr¨¢n en Woven los veh¨ªculos aut¨®nomos, los robots y los miles de sensores que se repartir¨¢n por edificios y calles. Las v¨ªas urbanas se dividir¨¢n en tres: las exclusivas para peatones, otras en las que convivir¨¢n transe¨²ntes y veh¨ªculos de movilidad personal y, por ¨²ltimo, aquellas destinadas a los coches aut¨®nomos.

El conglomerado urbano servir¨¢ para conocer las posibilidades de varias propuestas de la marca japonesa que, a su vez, condensan casi todo lo que los veh¨ªculos aut¨®nomos pueden dar de s¨ª. Por Woven City circular¨¢n unidades del e-Trans, modelo autopilotado para la movilidad compartida; del e-Chargeair, una bater¨ªa con ruedas para autom¨®viles y tel¨¦fonos; del e-Care, un servicio de movilidad que al mismo tiempo somete a una revisi¨®n m¨¦dica al pasajero, y del e-Palette, una especie de contenedor con ruedas que puede aumentar de tama?o y destinarse a diferentes usos: entrega de paquetes, tienda m¨®vil, oficina y, por descontado, transporte de pasajeros. En los Juegos de Tokio, retrasados a 2021, habr¨¢ 20 unidades que llevar¨¢n a atletas y trabajadores por la villa ol¨ªmpica.

Las casas y los robots har¨¢n el resto, seg¨²n las palabras del consejero delegado de Toyota, Akio Toyoda. ¡°Con personas, edificios y veh¨ªculos conectados y comunic¨¢ndose entre s¨ª a trav¨¦s de datos y sensores, podremos saber c¨®mo funciona la inteligencia artificial conectada. Tanto en el ¨¢mbito virtual como en el f¨ªsico¡±. No ser¨¢n necesarios los sem¨¢foros y los sistemas rob¨®ticos inteligentes asistir¨¢n a los ciudadanos en las tareas cotidianas e incluso, dice la marca, ¡°supervisar¨¢n¡± su estado de salud. La cuesti¨®n m¨¢s intangible del proyecto aparece tras el verbo supervisar y es saber, precisamente, c¨®mo vivir¨¢n realmente los ciudadanos de Woven City y si eso servir¨¢ de ejemplo para otras ciudades del futuro.