Inventores olvidados

Hay cosas tan sencillas y ¨²tiles que parece que siempre han estado ah¨ª, que surgieron con el Big Bang, como los ¨¢tomos de hidr¨®geno, y que ah¨ª se quedaron, a nuestra disposici¨®n. Es el caso del comando cortar y pegar, el famoso cortaypega que nos ha ahorrado tantos segundos, minutos o incluso a?os de vida.

Resulta que el cortaypega lo invent¨® un se?or, Larry Tesler, cient¨ªfico computacional de Xerox, que falleci¨® en febrero, antes de que la pandemia lo ocupara todo. Es curioso que casi nadie supiera qui¨¦n hab¨ªa inventado unos comandos tan ¨²tiles: es un desconocimiento com¨²n en el mundo tecnol¨®gico. Conocemos a grandes y glamurosos gur¨²s como Steve Jobs, Elon Musk o Bill Gates (ahora muy de moda por sus hipot¨¦ticos intentos de controlar el mundo a trav¨¦s del coronavirus), pero desconocemos a los matem¨¢ticos, f¨ªsicos e ingenieros que posibilitaron la revoluci¨®n tecnol¨®gica.

Por ejemplo, si usted se cruza por la calle a Tim Berners-Lee, el cient¨ªfico que ide¨® la World Wide Web en el CERN de Ginebra, probablemente no le reconocer¨ªa. Igual pasar¨ªa con Shockley, Bardeen y Brattain, los f¨ªsicos que desarrollaron el transistor, probablemente el invento m¨¢s crucial en la historia de la tecnolog¨ªa (ahora caben miles de millones de ellos dentro de un chip). O con J. C. R. Licklider, otro inform¨¢tico considerado uno de los padres de Internet, al colaborar en el desarrollo de Arpanet, la red que precedi¨® a la actual.

Pero es que el ciudadano de a pie tampoco suele tener mucha idea de lo que es un circuito integrado, o de lo que fue Arpanet. Suele decirse que hay que conocer la historia para no repetir los mismos errores. Lo mismo con la historia de la tecnolog¨ªa y las entretelas de nuestros gagdets, que solemos manejar como cajas negras llenas de misterios.