El mito de que en agosto nunca pasa nada
En las redacciones un t¨®pico se repite y se desmiente invariablemente cada a?o: siempre hay alguien que recuerda aquel verano en el que estaban solo cuatro gatos y se arm¨® la mundial
Decir que en agosto nunca pasa nada puede ser muy arriesgado en seg¨²n qu¨¦ lugares, tipo Hiroshima, o qu¨¦ redacciones, como la de The Washington Post, donde a alguien que no se hab¨ªa ido de vacaciones le toc¨® escribir la dimisi¨®n de Nixon el 8 de agosto de 1974, tras las investigaciones del peri¨®dico del caso Watergate. En fin, es algo que no se puede decir a la ligera, y...
Decir que en agosto nunca pasa nada puede ser muy arriesgado en seg¨²n qu¨¦ lugares, tipo Hiroshima, o qu¨¦ redacciones, como la de The Washington Post, donde a alguien que no se hab¨ªa ido de vacaciones le toc¨® escribir la dimisi¨®n de Nixon el 8 de agosto de 1974, tras las investigaciones del peri¨®dico del caso Watergate. En fin, es algo que no se puede decir a la ligera, y mucho menos en una redacci¨®n, donde suele ser un comentario de pardillo o, m¨¢s sinceramente, de cualquiera, porque es algo que se suele olvidar impepinablemente cada a?o. Es un t¨®pico tenaz que resiste al paso del tiempo, porque cada verano se vuelve a dar por sentado, las vacaciones tienen un efecto borroso en nuestra memoria. Siempre hay veteranos que sonr¨ªen al o¨ªr la frase y tienen que recordar tal a?o en el que estaban cuatro gatos con dos becarios y de repente¡ y aqu¨ª col¨®quese cualquiera de estos eventos recientes: guerra del Golfo (1990), hurac¨¢n Katrina (2005), accidente de Spanair en Barajas (2008), disturbios de Londres (2011), crisis de Gibraltar (2013), conflicto de Crimea y casos de ?bola en Espa?a (2014), atentado de la Rambla (2017), las acusaciones a Pl¨¢cido Domingo y el brote de listeriosis de la carne mechada (2019). ?Y el a?o pasado? Pues el a?o pasado, un 4 de agosto, Juan Carlos I se fue de Espa?a, nada menos. Es verdad que esta distracci¨®n general, con todo el mundo en la playa, tambi¨¦n es buen momento para hacer cosas de este tipo. Ya, despu¨¦s de saber esto el mes de agosto no es lo mismo, uno lo mira de otra manera y se va preocupado, o casi intrigado, esperando los acontecimientos.
En realidad hay en esto una contradicci¨®n diab¨®lica, porque la angustia de quienes se quedan en un peri¨®dico en agosto, a la que son ajenos el resto de los humanos, es: ?c¨®mo vamos a llenar las p¨¢ginas? Y desde hace ya a?os: ?c¨®mo vamos a llenar la web? Porque tambi¨¦n ellos est¨¢n pensando, t¨ªpica paranoia del redactor jefe, que no va a pasar nada y que ¡°no tenemos nada¡± (as¨ª se dice). Adem¨¢s de improvisar cosas como una revista de agosto, hay otro invento llamado ¡°nevera¡±, que antes era una carpeta de cart¨®n o un caj¨®n y ahora es un archivo del ordenador donde se dejan reportajes congelados, atemporales, sin fecha de caducidad, para ir sacando en los d¨ªas de ansiedad. Generalmente los periodistas son tan mani¨¢ticos y se conocen tan poco a s¨ª mismos que cuando uno vuelve ah¨ª sigue la nevera llena, tal como uno la dej¨®, y todo ¡°se ha quedado viejo¡±, se dice as¨ª. Y eso que el d¨ªa antes de irse uno se qued¨® hasta las tres de la ma?ana para dejar algo en la nevera, por el sentimiento de culpa y la piedad que inspiran quienes se quedan. Descubrir que no se public¨® eso suele ser el primer cabreo al volver el 1 de septiembre. Pero es que resulta, te explican, que al final en agosto pas¨® de todo, y te los encuentras como supervivientes en una trinchera tras una paliza ¨¦pica, despu¨¦s de defender el fuerte los cuatro a los que les pill¨® all¨ª. El dios de las noticias nunca descansa en agosto, y aprieta, pero no ahoga.
Claro, en agosto siempre pasa algo. Y los medios se agarran a ello, porque se dedican a eso y tambi¨¦n porque es la salvaci¨®n ante el p¨¢nico de la ausencia de noticias. Porque si no las hay, te las inventas. De ah¨ª el arte en la cr¨ªa y conservaci¨®n de la llamada serpiente de verano, temas que en otro momento se ventilar¨ªan de mala manera pero que son estirados hasta el infinito. Basta que tengan una pizca de gracia, que el talento del aut¨¦ntico periodista de agosto los convierte en saga escandinava. Esto dar¨ªa para otro art¨ªculo, o para una serpiente de verano en s¨ª misma.
Es cierto que con la can¨ªcula hay cierta predisposici¨®n a la apat¨ªa que puede hacer que, aunque pase algo, quiz¨¢ en el momento no se vea bien el tema. Nadie quisiera ser un reportero berlin¨¦s que un 13 de agosto de 1961 volviera a la redacci¨®n despu¨¦s de dar una vuelta por la ciudad y dijera algo as¨ª: ¡°No s¨¦ qu¨¦ mosca les ha picado a los del Este que con el calor que hace se han puesto a poner unas piedras en la frontera, un muro o algo as¨ª¡±. Casi puedo o¨ªr a alguien diciendo: ¡°Bueno, pues un breve¡±. El 15 de agosto, fiesta de la Virgen en todas partes, es uno de esos d¨ªas t¨®rridos para no moverse, de una gran pereza, pero en 1969 hubo gente que al final se anim¨® a ir un concierto que dec¨ªan que a lo mejor iba a estar bien, en Woodstock.
Ya si te pones a mirar efem¨¦rides hist¨®ricas puedes llegar a creer que toda la historia del mundo ocurri¨® en agosto, de la muerte de Cleopatra a la apertura del canal de Panam¨¢. Se fue Elvis, y se fue Marilyn. Las guerras no valen, quedan un poco fuera de esto, porque mientras duran da igual que sea agosto que febrero, pasan desgracias todo el rato pero, solo por dejar constancia, un 23 de agosto de 1942 empez¨® la batalla de Stalingrado. Si nos vamos m¨¢s atr¨¢s, aunque entonces no hab¨ªa peri¨®dicos, en agosto del 480 antes de Cristo el rey Le¨®nidas y unos cuantos espartanos se colocaban en el paso de las Term¨®pilas, esperando precisamente que no pasara nada, pero pas¨®, es decir, pasaron los persas. No hab¨ªa prensa, pero justo diez a?os antes se produjo una de las m¨¢s famosas exclusivas de la historia, si no la primera, en pleno mes de agosto. Un tal Fil¨ªpides, que en cualquier peri¨®dico habr¨ªa llegado a director (es decir, habr¨ªa llegado lejos, que era lo suyo), corri¨® 41 kil¨®metros para dar la noticia de la victoria de Atenas sobre los persas. Los atenienses, quiz¨¢ amodorrados viendo el lanzamiento de jabalina en uno de esos veranos con Juegos Ol¨ªmpicos, como este, tal vez dijeran: f¨ªjate t¨², en agosto, parece mentira.
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