?Nos invaden!
Una visita al pueblo de al lado sirve para que Andrea y Maribel descubran que, despu¨¦s de todo, tal vez s¨ª est¨¦n invadiendo la isla, aunque no se trate del tipo de invasi¨®n que el farero pensaba
¡ª?Esto es una invasi¨®n!
Eso dijo Maribel en cuanto llegamos al pueblo de al lado. Que nos estaban invadiendo. Lo dijo con esa vocecilla que se le pone cuando algo no le gusta, y comprendo su reacci¨®n, desde luego. Fuimos hasta all¨ª para comprar lo que necesit¨¢bamos para preparar su disfraz, y cuando llegamos a la zona comercial la encontramos llena de Nielas. Ya sabes, la franquicia de tiendas, aunque Maribel me explic¨® ayer que no son franquicia de nada sino una cadena propiedad del ...
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¡ª?Esto es una invasi¨®n!
Eso dijo Maribel en cuanto llegamos al pueblo de al lado. Que nos estaban invadiendo. Lo dijo con esa vocecilla que se le pone cuando algo no le gusta, y comprendo su reacci¨®n, desde luego. Fuimos hasta all¨ª para comprar lo que necesit¨¢bamos para preparar su disfraz, y cuando llegamos a la zona comercial la encontramos llena de Nielas. Ya sabes, la franquicia de tiendas, aunque Maribel me explic¨® ayer que no son franquicia de nada sino una cadena propiedad del mismo empresario.
¡ªUna plaga. ?Est¨¢n por todas partes!
Eso a?adi¨®, agudizando todav¨ªa m¨¢s su voz. Luego me cont¨® que comenzaron a llegar hace unos meses, cuando se aprob¨® una ley que afect¨® a todos los municipios de la isla y que permite a los propietarios de cualquier local comercial subir los alquileres de renta antigua. Eso hizo polvo a muchos negocios, ya te imaginar¨¢s. La mayor¨ªa pod¨ªan sobrevivir gracias a los alquileres que llevaban pagando toda la vida, pero en cuanto los propietarios han comenzado a pedirles hasta cinco y seis veces el precio por el que ten¨ªan alquilados sus locales, a muchos les est¨¢ tocando cerrar. Y en cuanto cualquier tienda cierra, all¨ª aparece un Niela.
No s¨¦ a qu¨¦ velocidad los abren, pero te prometo que pas¨¦ por esas mismas calles cuando estuve por all¨ª hace un par de semanas y no me pareci¨® ver tantos. Si volv¨ª ayer con Maribel fue porque, de hecho, la tienda del pueblo en la que podr¨ªamos haber comprado lo que necesit¨¢bamos cerr¨® en junio ¡ªno hace falta que te diga lo que hay ahora en su lugar¡ª, y ya ni tan siquiera la persona que ten¨ªa aquella tienda sigue en la isla. Muchos han tenido que mudarse a otros lugares para buscarse la vida.
Mientras volv¨ªamos, Maribel me cont¨® que mucha gente est¨¢ convencida de que todo este asunto es consecuencia de alg¨²n chanchullo entre el due?o de Niela y los pol¨ªticos que votaron la ley. Me dijo tambi¨¦n que Patricio siempre ha dicho que hizo todo lo que pudo para frenarla y ahora est¨¢ tratando de revocarla, pero siendo algo que afecta a todos los municipios, desde su posici¨®n es muy complicado.
Menuda historia. Y menudo ba?o de realidad, despu¨¦s de todos estos d¨ªas tan marcianos. Ahora entiendo mejor las teor¨ªas y fantas¨ªas de Francisco. Supongo que prefiri¨® pensar que los responsables de estar carg¨¢ndose su pueblo no eran de su propio planeta. Da un poco de rabia que al final sean siempre los mismos.
Voy a dejarte ya, que estamos terminando nuestros disfraces y luego vamos a subir a ayudar a Mario, Alicia y Maite a preparar los suyos.
Ma?ana te escribo. Lo har¨¦ temprano.
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