Alternativas al consumismo insostenible para encontrar la felicidad
Cada vez m¨¢s gente elige comprar menos y apuesta por bienes de mayor calidad y m¨¢s duraderos o por alargar la vida ¨²til de sus productos. Dos proyectos europeos de investigaci¨®n analizan los estilos de vida basados en la suficiencia y c¨®mo afectan a la salud y el bienestar
La concepci¨®n de los bienes como circulares y el deseo de dejar una menor huella ambiental han pasado de ser ideas excepcionales a ser la norma. En la actualidad, cada vez m¨¢s gente elige comprar menos y apuesta por productos de mayor calidad y m¨¢s duraderos. Algunas personas, adem¨¢s, quieren alargar la vida ¨²til de sus productos d¨¢ndoles un nuevo uso, repar¨¢ndolos, reutiliz¨¢ndolos y recicl¨¢ndolos.
En otras palabras, mientras la Uni¨®n Europea impulsa el Pacto Verde Europeo para llegar a ser en 2...
La concepci¨®n de los bienes como circulares y el deseo de dejar una menor huella ambiental han pasado de ser ideas excepcionales a ser la norma. En la actualidad, cada vez m¨¢s gente elige comprar menos y apuesta por productos de mayor calidad y m¨¢s duraderos. Algunas personas, adem¨¢s, quieren alargar la vida ¨²til de sus productos d¨¢ndoles un nuevo uso, repar¨¢ndolos, reutiliz¨¢ndolos y recicl¨¢ndolos.
En otras palabras, mientras la Uni¨®n Europea impulsa el Pacto Verde Europeo para llegar a ser en 2050 el primer continente neutro en carbono, gran parte de la ciudadan¨ªa europea de a pie est¨¢ contribuyendo individualmente a este objetivo cambiando su modo de vida.
Si bien estos gestos para reducir las emisiones de carbono son beneficiosos para mitigar el aumento de gases de efecto invernadero (GEI), a menudo se entienden inadecuadamente. Por ello, dos nuevos proyectos financiados por el fondo Horizonte tienen la intenci¨®n de investigar esta cuesti¨®n.
El proyecto de investigaci¨®n FULFILL se ha iniciado recientemente para analizar los estilos de vida que evitan el exceso y se basan en la ¡°suficiencia¡± con el fin de esclarecer esta tendencia marcada por las protestas de la juventud por el clima, la pandemia de la COVID-19 e incluso la invasi¨®n rusa de Ucrania.
Cambios profundos
¡°Est¨¢ claro que el inter¨¦s por los estilos de vida sostenibles est¨¢ creciendo¡±, afirma Elisabeth D¨¹tschke, del Instituto Fraunhofer de Investigaci¨®n sobre Sistemas e Innovaci¨®n de Alemania. ¡°No obstante, todav¨ªa no est¨¢ claro si esto significa que se avecinan cambios profundos en nuestras sociedades¡±.
Aunque sea un valor relativamente nuevo, la noci¨®n de suficiencia es central para los objetivos del Pacto Verde Europeo, dado que exige pr¨¢cticas que demandan menos recursos naturales y menos energ¨ªa contaminante, la principal causa de la exacerbada crisis clim¨¢tica.
Esta cuesti¨®n ha adquirido mayor relevancia ahora que se ha vuelto urgente reducir el consumo de petr¨®leo y gas por el recorte del suministro provocado por la invasi¨®n rusa de Ucrania.
A medida que avanza el primer a?o, FULFILL prev¨¦ entrevistar a hogares y analizar iniciativas de tanto cinco pa¨ªses de la UE (Dinamarca, Francia, Alemania, Italia y Letonia) como de la India.
Su prop¨®sito es determinar en qu¨¦ medida es posible adoptar un modo de vida basado en la suficiencia dentro del mundo globalizado actual mediante la identificaci¨®n de los obst¨¢culos que existen para ello. El equipo investigador tambi¨¦n estudiar¨¢ c¨®mo esto afecta a otras esferas, como la salud o la igualdad de g¨¦nero.
A partir de ah¨ª, se formular¨¢n recomendaciones pol¨ªticas, junto con ciudadan¨ªa de distintos entornos sociales, y se sugerir¨¢n v¨ªas realistas para adoptar estilos de vida m¨¢s suficientes.
Barreras a la suficiencia
Las primeras pruebas sugieren que existen numerosos obst¨¢culos para adoptar un estilo de vida orientado a la suficiencia. ¡°Hasta el momento, nuestra investigaci¨®n ha subrayado las fuertes interconexiones que existen entre todas las ¨¢reas de nuestra vida y lo profundos que deben ser los cambios¡±, asegura D¨¹tschke.
¡°La gente que trata de llevar un estilo de vida muy basado en la suficiencia se ve enfrentada a muchos problemas y, en mayor o menor medida, es incapaz de llevar una vida normal, como la del resto de la poblaci¨®n¡±. Adquirir nuevas prendas, art¨ªculos novedosos y no parar de consumir es central para la actividad econ¨®mica.
En las sociedades ricas y democr¨¢ticas, podr¨ªa ser dif¨ªcil introducir cambios significativos en este frente, mientras que en pa¨ªses m¨¢s pobres los problemas son distintos.
¡°En muchos lugares del mundo, la gente ha adoptado un estilo de vida muy suficiente, pero no por elecci¨®n propia¡±, indica D¨¹tschke. Y a?ade: ¡°Necesitamos encontrar formas de optimizar su modo de vida y mejorar su bienestar sin caer en el error del consumo excesivo y las consecuencias negativas que acarrea¡±.
Un replanteamiento trascendental
El segundo proyecto, EU 1.5 Lifestyles, vincula la transformaci¨®n individual de los h¨¢bitos de consumo a un replanteamiento trascendental de las mismas instituciones econ¨®micas y sociales. El nombre del proyecto se ha tomado del objetivo mundial establecido en el Acuerdo de Par¨ªs de 2015 de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 ¡ãC.
El riesgo de que alcancemos puntos de inflexi¨®n que desencadenen efectos clim¨¢ticos irreversibles est¨¢ aumentando. La alerta sobre este escenario, cada vez m¨¢s probable, ha contribuido a poner el foco en entender qu¨¦ tipo de actividades de nuestro d¨ªa a d¨ªa pueden contribuir a cumplir el objetivo de limitar el aumento de la temperatura.
Quienes defienden este enfoque, cada vez m¨¢s y m¨¢s gente, apuntan a la huella de carbono de los hogares y los compradores medios.
Seg¨²n Steffen Hirth, investigador posdoctoral del Centro de Investigaci¨®n Interdisciplinar sobre Sostenibilidad de la Universidad de M¨¹nster, Alemania, y trabajador del consorcio del proyecto EU 1.5 Lifestyles, los fabricantes y comerciantes, aunque rara vez se los considere responsables, son tan importantes para progresar en esta crisis como los consumidores.
¡°La adopci¨®n de estilos de vida verdes y la elecci¨®n de productos y servicios acordes no deber¨ªa depender ¨²nicamente de los consumidores¡±, puntualiza. Hirth. ¡°Los productores deciden qu¨¦ se produce, c¨®mo y cu¨¢nto. No podemos dejar que la soluci¨®n a la crisis del consumo en exceso nos consuma¡±, a?ade.
¡°Esto quiere decir que se necesitar¨¢n regulaciones pol¨ªticas contundentes para desincentivar las actividades econ¨®micas inviables y, por extensi¨®n, para que las pr¨¢cticas de producci¨®n se reorienten hacia objetivos medioambientales¡±, expone Hirth.
Apertura al cambio
Las primeras conclusiones del proyecto revelan que convertir en norma los estilos de vida que permitir¨ªan alcanzar el objetivo de los 1,5¡ãC requiere superar ¡°una serie de barreras estructurales de profundo arraigo¡± y ¡°una apertura para asumir importantes cambios, adem¨¢s de una buena dosis de imaginaci¨®n acerca de c¨®mo ser¨ªa una sociedad neutra en carbono¡±.
A pesar de que el fin ¨²ltimo del equipo investigador sea influir en los responsables pol¨ªticos y otros agentes con capacidad para marcar la diferencia, a juicio de Hirth, existen razones tanto para ser optimistas como pesimistas: ¡°Es extra?o vivir en una sociedad que ya dispone de un inmenso conocimiento sobre esta crisis y que tiene tecnolog¨ªa suficiente para resolverla, pero es incapaz de extraer las conclusiones pol¨ªticas necesarias y dar pasos decisivos hacia el cambio social real¡±.
¡°Adem¨¢s, seg¨²n las investigaciones m¨¢s recientes, una sociedad imaginaria que haya resuelto la crisis clim¨¢tica haciendo hincapi¨¦ en las necesidades esenciales podr¨ªa ser mucho m¨¢s feliz y gozar de un bienestar mayor que la sociedad capitalista actual basada en los combustibles f¨®siles¡±.
La investigaci¨®n descrita en este art¨ªculo ha sido financiada con fondos de la UE. Art¨ªculo publicado originalmente en Horizon, la Revista de Investigaci¨®n e Innovaci¨®n de la Uni¨®n Europea.
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