Crist¨®bal Belda, m¨¦dico: ¡°Es absolutamente inaceptable que las personas con rentas m¨¢s altas vivan muchos m¨¢s a?os¡±
El director del Instituto de Salud Carlos III, onc¨®logo experto en c¨¢ncer de pulm¨®n y cerebro, pide medidas para que no sea m¨¢s barato comprar patatas fritas que una ensalada
El m¨¦dico Crist¨®bal Belda, especializado en c¨¢nceres de pulm¨®n y cerebro, dirige desde hace un a?o el Instituto de Salud Carlos III, la organizaci¨®n de investigaci¨®n biom¨¦dica m¨¢s importante de Espa?a y la cuarta de Europa. Belda, nacido en Murcia hace 50 a?os, es un dicharachero onc¨®logo que se curti¨® en el hospital p¨²blico madrile?o La Paz, donde pele¨® contra el tumor cerebral del golfista Severiano Ballesteros, y desde entonces ha saltado entre la medicina p¨²blica y la privada. El m¨¦dico, gran aficionado a la banda brit¨¢nica de heavy metal Iron Maiden, capitanea un gigante con casi un millar de trabajadores y 559 millones de euros de presupuesto, situado a la sombra de las Cuatro Torres de Madrid.
Pregunta. Usted es onc¨®logo y fue directivo en el grupo de sanidad privada HM Hospitales hasta hace cuatro a?os. Uno de cada dos hombres en Espa?a y casi una de cada tres mujeres tendr¨¢n c¨¢ncer a lo largo de su vida. Si le toca a usted, ?se tratar¨ªa el c¨¢ncer en un hospital privado o en uno p¨²blico?
Respuesta. En uno p¨²blico, no tengo la m¨¢s m¨ªnima duda.
P. Habiendo sido onc¨®logo en un hospital privado.
R. Es que no tiene absolutamente nada que ver. ?Hoy d¨ªa alguien se puede tratar en el sector privado con garant¨ªas de calidad? Sin duda. ?En el sector p¨²blico se puede tratar con m¨¢ximas garant¨ªas? En el sector p¨²blico es donde hay que tratar el c¨¢ncer. Es as¨ª de sencillo.
Yo me tratar¨ªa el c¨¢ncer en un hospital p¨²blico, no tengo la m¨¢s m¨ªnima duda
P. Usted ha declarado que no podemos permitir que el dinero de una persona sea el principal factor determinante de su salud. ?Ahora mismo lo es?
R. S¨ª, no solamente de la salud. Acaba de salir un estudio que determina que los universitarios son tres cent¨ªmetros m¨¢s altos. La renta afecta tanto, tanto, tanto, tanto, tanto a tu salud como a indicadores tan sumamente fiables como la estatura. Si uno compara la esperanza de vida, hay diferencias de muchos a?os entre las rentas m¨¢s altas y las m¨¢s bajas. Esto no puede ser, es absolutamente inaceptable.
P. El ¨²ltimo mapa de la mortalidad en Espa?a, barrio a barrio, mostraba que en algunas calles aumenta el riesgo de morir por c¨¢ncer incluso un 50% de una acera a otra.
R. Cambia por completo. Adem¨¢s hay un factor que se mira poco: los a?os de vida saludables a partir de los 65. T¨² puedes tener una vida con salud hasta los 50 simplemente producto de la biolog¨ªa: no haces mucho el bruto, no fumas, haces un poquito de deporte y te alimentas razonablemente bien. Pero, a partir de cierta edad, cuando la biolog¨ªa no te protege, son tus determinantes sociales y tu renta los que van a determinar si vives m¨¢s o menos a?os saludable. Y esto no puede ser. Si miras los datos por provincias en Espa?a, ves lo que est¨¢ pasando en el sur y lo que est¨¢ pasando en el norte: hay una desigualdad tremenda en a?os de vida saludables a partir de los 65 a?os. Y hay desigualdad no solamente en funci¨®n de la regi¨®n y de la renta, tambi¨¦n en funci¨®n del g¨¦nero. Es tremendamente inquietante. Existe la idea generalizada de que las mujeres viven m¨¢s a?os, pero en las zonas con rentas m¨¢s bajas esa diferencia cae.
P. En la web de la principal cadena de supermercados de Espa?a, Mercadona, cuatro donuts cuestan 1,35 euros. Cuatro melocotones cuestan el doble. Cuatro kiwis, tambi¨¦n el doble. Cuatro pl¨¢tanos, dos euros. El litro de Coca-Cola, 0,8 euros. La comida basura es mucho m¨¢s barata que la fruta y la verdura. ?Esto c¨®mo se revierte?
R. Hay una cosa fundamental: no puede ser que sea m¨¢s barato comprar patatas fritas que una ensalada. No puede ser. Nuestros compa?eros de otros organismos est¨¢n desarrollando toda la capacidad legislativa para poder hacer frente a esto. Nosotros lo que hacemos es dar el aviso. La estrategia espa?ola contra la pobreza infantil incorpora un plan contra la obesidad infantil. Nos vamos a ciertas zonas de Espa?a y la nueva forma de pobreza no es la delgadez, es la obesidad.
?A alguien se le ocurrir¨ªa darle cigarrillos a un ni?o? Pues tampoco le des comida ultraprocesada
P. ?Se refiere de nuevo al sur?
R. No hace falta irse al sur. Nos podemos ir al sur de Madrid. Lo que no puede ser es que un padre que quiere darle la mejor alimentaci¨®n a su hijo no pueda porque su renta no permite el acceso a fruta, verdura, pescado o carne fresca. Esto es absolutamente inaceptable. El doctor Valent¨ªn Fuster, en una presentaci¨®n que nos hizo en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares, identificaba las primeras lesiones coronarias alrededor de la adolescencia. La obesidad infantil y la pobreza infantil est¨¢n ¨ªntimamente ligadas y eso va a provocar que tengamos personas con infartos a edades que jam¨¢s imaginar¨ªamos. Hoy d¨ªa ya se est¨¢n viendo.
P. ?Ya?
R. Mi esposa es cardi¨®loga, hemodinamista. La llaman a las tres de la ma?ana y tiene que ir a poner un stent [un dispositivo en forma de tubo para evitar obstrucciones en un vaso sangu¨ªneo] a un paciente. Ella est¨¢ aterrorizada por la cantidad de pacientes infartados con 45 a?os. Esto ya est¨¢ ocurriendo. Tenemos un indicador, que es la obesidad infantil, y tenemos una cesta de la compra en la que es mucho m¨¢s barato dar alimentos que provocan infartos 25 a?os despu¨¦s. Esto no se puede permitir. Es como si estuvi¨¦ramos vendiendo cigarrillos a los menores de edad. ?A alguien se le ocurrir¨ªa darle cigarrillos a un ni?o? Pues no le des comida ultraprocesada, porque el impacto sobre la salud de ese ni?o es el mismo. Se nos tiene que meter en la cabeza que la comida ultraprocesada tiene efectos sobre la salud de las personas que son similares a los de un cigarrillo.
P. Diga alg¨²n ejemplo de comida ultraprocesada.
R. La boller¨ªa industrial. Soy onc¨®logo, llevo muchos muertos a la espalda. Muchos. Sabemos que el consumo hipercal¨®rico, el tabaquismo y el alcohol producen problemas 20 a?os despu¨¦s.
P. Coca-Cola, por ejemplo, paga millones de euros a asociaciones m¨¦dicas. La Fundaci¨®n SHE, presidida por el cardi¨®logo Valent¨ªn Fuster [director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares, perteneciente al Instituto de Salud Carlos III], recibi¨® 363.000 euros de la empresa. ?Usted qu¨¦ opina de esta ciencia financiada por Coca-Cola u otras empresas de alimentaci¨®n malsana?
R. A nosotros no nos ponen dinero. En cualquier caso, yo creo que es importante que las compa?¨ªas intenten investigar para desarrollar productos saludables dentro de sus intereses industriales. Innovar para la salud siempre es positivo. Y si esa innovaci¨®n se hace de la mano de cient¨ªficos, pues much¨ªsimo mejor. Yo creo que la industria de la alimentaci¨®n es tremendamente consciente de esto y van evolucionando.
La obesidad infantil va a provocar que tengamos personas con infartos a edades que jam¨¢s imaginar¨ªamos
P. Usted public¨® hace una d¨¦cada el libro Farmacoeconom¨ªa para onc¨®logos m¨¦dicos. Ahora existe una pol¨¦mica en torno al precio de algunos de los tratamientos m¨¢s avanzados contra el c¨¢ncer, como los llamados CAR-T vendidos por las farmac¨¦uticas Gilead, Novartis, Bristol Myers Squibb y Janssen, que cuestan m¨¢s de 300.000 euros por paciente. Sin embargo, el Hospital Cl¨ªnic de Barcelona ha hecho una versi¨®n p¨²blica de CAR-T que cuesta unos 90.000 euros. Son m¨¢s de 200.000 euros de diferencia por paciente entre la opci¨®n p¨²blica y la privada. ?C¨®mo es posible?
R. Las compa?¨ªas farmac¨¦uticas tienen aspiraciones l¨ªcitas de obtener rentabilidad para sus accionistas con productos que mejoren la salud de las personas. Otra cosa completamente distinta es la ciencia acad¨¦mica, donde no es necesario obtener rentabilidad para ning¨²n accionista, sino que la rentabilidad la medimos en incrementos de supervivencia, en salud para las personas, etc¨¦tera. En el desarrollo de las terapias avanzadas, el sector p¨²blico tiene un papel central. Es necesario que desarrollemos ¡ªy el PERTE [proyecto estrat¨¦gico para la recuperaci¨®n y transformaci¨®n econ¨®mica] para la salud de vanguardia as¨ª lo indica¡ª una infraestructura que permita que los distintos grupos acad¨¦micos interesados en hacer terapias avanzadas metan por un lado la idea y saquen por el otro lado el producto desarrollado.
P. Dice que obviamente es l¨ªcito ganar dinero, pero ?es l¨ªcito que las farmac¨¦uticas ganen tanto dinero con los tratamientos CAR-T, cuando hablamos de c¨¢nceres letales?
R. Al final es el mercado y yo en esto qu¨¦ voy a decir. Cada cual hace con sus productos lo que le parece adecuado. Nuestro camino es intentar conseguir que el sector acad¨¦mico, que tiene capacidad y de hecho ya lo ha demostrado, tenga una infraestructura para poder producir terapias avanzadas del m¨¢s alto nivel. Lo que haga una compa?¨ªa farmac¨¦utica, fant¨¢stico, mientras se ajuste a las leyes del mercado y a lo que establezca la Comisi¨®n Interministerial de Precios de los Medicamentos. Nosotros no tenemos nada que decir.
No existe un registro nacional del c¨¢ncer en Espa?a y ser¨ªa algo tremendamente importante
P. Usted fue director corporativo de la farmac¨¦utica alemana Merck durante un a?o. Uno de sus medicamentos superventas, contra el c¨¢ncer colorrectal, es el Erbitux, que cuando sali¨® costaba unos 15.000 euros por paciente. El beneficio neto de Merck en 2021 fue r¨¦cord, aument¨® un 54%, hasta los 3.100 millones de euros. ?Tiene sentido que una empresa que vende f¨¢rmacos contra el c¨¢ncer dispare su beneficio un 54%?
R. Merck es un holding que no solamente incorpora la parte de productos farmac¨¦uticos, sino que tiene una parte qu¨ªmica que produce una gran cantidad de materias para otros fabricantes. Tambi¨¦n tiene una divisi¨®n de cristales l¨ªquidos, para las pantallas de televisi¨®n, por ejemplo. Yo ya no tengo relaci¨®n con esta compa?¨ªa y entiendo que ser¨¢n beneficios mundiales de una multinacional que es gigantesca, con miles de puestos de trabajo y decenas de f¨¢bricas repartidas por el mundo entero.
P. El Instituto de Salud Carlos III y la Asociaci¨®n Espa?ola Contra el C¨¢ncer firmaron en diciembre un acuerdo para crear el Sistema de Informaci¨®n Epidemiol¨®gica del C¨¢ncer en Espa?a. Es sorprendente que no existiera ya. De hecho, no existe un registro nacional del c¨¢ncer en Espa?a. ?C¨®mo es posible?
R. Hay distintos registros, como los de Girona o Granada, que son iniciativas muy interesantes por parte de diferentes provincias o entidades, pero no existe un registro nacional. Ser¨ªa algo tremendamente importante. Nosotros podemos aportar el conocimiento cient¨ªfico acerca de c¨®mo dise?ar un registro de esas caracter¨ªsticas, pero la capacidad real para implementar ese registro la tienen las comunidades aut¨®nomas junto con el Ministerio de Sanidad. Yo creo que est¨¢ en la voluntad del Ministerio de Sanidad avanzar en esto.
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