Los rostros j¨®venes del futuro sostenible en Madrid
Treinta voluntarios acudieron a la sierra de Guadarrama para aprender labores de rescate ambiental y discutir sobre biodiversidad y cambio clim¨¢tico, con el fin de convertirse en agentes de cambio social en sus comunidades
Joseph Julca naci¨® en Per¨² y es bi¨®logo marino; Noelia Cantador es madrile?a y estudia F¨ªsica, y Veja Zilakauskaite viene de Lituania y quiere ser dise?adora gr¨¢fica. Aunque en apariencia sus vidas son distintas, los tres comparten una misma convicci¨®n: salvar el medio ambiente del colapso. Con calzado de monta?a y guantes de trabajo, mueven vallas entre las monta?as para restaurar el cercado del Hayedo de Montejo, en la sierra norte de Madrid, y as¨ª, proteger el ecosistema de animales intrusos. Julca, Cantador y Zilakasukaite fueron seleccionados junto con otros 27 j¨®venes para participar en el voluntariado ambiental 1Planet4all, realizado la semana pasada por la ONG Ayuda en Acci¨®n.
A sus 28 a?os, Julca es uno de los l¨ªderes de la organizaci¨®n Alianza Sostenible por los Oc¨¦anos en Chile (SOA por sus siglas en ingl¨¦s). Cursa un m¨¢ster de comunicaci¨®n cient¨ªfica en Valencia y est¨¢ convencido de que difundir su saber es la mejor forma de impulsar un mundo sostenible. ¡°Si somos capaces de transmitir el conocimiento cient¨ªfico, seguramente podremos movilizarnos para que los pol¨ªticos tomen las decisiones correctas¡±, enfatiza el joven lime?o, mientras recoge pi?as de pino que los voluntarios emplear¨¢n en la construcci¨®n de un hotel para insectos.
¡°Siempre hacemos caso a quienes tienen la experiencia, pero no a quienes tienen la energ¨ªa¡±, apunta el educador ambiental Enrique Pino, quien desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas imparte lecciones sobre medio ambiente. Mientras gu¨ªa las tareas en el hayedo, Pino exalta con orgullo la consciencia de los voluntarios. ¡°Est¨¢n comprometidos con su labor y viven de una manera m¨¢s coherente con la situaci¨®n de emergencia que vivimos¡±, apunta el activista, en referencia al peligro de la biodiversidad y la crisis clim¨¢tica que carcome al planeta.
¡°Desde hace tres a?os adopt¨¦ un estilo de vida m¨¢s consciente: reduje el consumo de carne, empec¨¦ a reciclar, y decid¨ª consumir lo justo¡±, cuenta Noelia Cantador, camino al albergue en Buitrago de Lozoya en el que se hospedan y en el que se realizar¨¢n el resto de actividades del d¨ªa. Aunque no estudia una carrera estrictamente dedicada a la protecci¨®n ambiental, sabe que en su d¨ªa a d¨ªa puede contribuir a cuidar el entorno, y las labores en la sierra han disparado su motivaci¨®n. ¡°Quiero buscar otros voluntariados en la zona para seguir ayudando¡±, se?ala con un brillo en la voz, luego de mencionar que su familia compra las verduras a un hortelano en otro pueblo de Madrid.
El campamento 1Planet4all se enmarca dentro de un paquete de iniciativas financiadas por la Uni¨®n Europea en 12 pa¨ªses del continente, con el fin de fomentar el desarrollo sostenible
Formar j¨®venes que se sientan capaces de impulsar iniciativas medioambientales en sus entornos es el motor del voluntariado 1Planet4all. ¡°Queremos que ellos se pregunten ?qu¨¦ puedo hacer?, ?c¨®mo puedo influir en mi familia, en mis amistades, en mi trabajo, en mi universidad...?¡±, explica Bego?a Rodr¨ªguez, coordinadora del proyecto en Ayuda en Acci¨®n, una ONG espa?ola que centra sus esfuerzos en apoyar a las personas para que transformen sus comunidades, presente en m¨¢s de 20 pa¨ªses. 1Planet4all se enmarca dentro de un paquete de iniciativas financiadas por la Uni¨®n Europea, promovidas por distintas ONG de cooperaci¨®n y acci¨®n humanitaria en 12 pa¨ªses del continente, con el fin de fomentar el desarrollo sostenible.
Ese porvenir tambi¨¦n es una meta compartida por Veja Zilakauskate, quien pretende enlazar su carrera de dise?o gr¨¢fico con la promoci¨®n de un mundo m¨¢s verde. ¡°En mi trabajo puedo ayudar para que, por medio de la publicidad, se difundan campa?as con tem¨¢ticas ambientales¡±, indica la joven oriunda de Lituania, que sonr¨ªe al recordar el huerto que ten¨ªa en el jard¨ªn de su casa, durante su infancia en el pueblo de Telsiai, en el norte de su pa¨ªs.
Con peque?as acciones como mantener el huerto de la antigua casa de Zilakauskate, Pino educa a sus pupilos, compartiendo los proyectos ambientales de los pobladores de sierra de Guadarrama, que se extiende por casi 340 kil¨®metros cuadrados, desde los confines de la capital. ¡°Hay un mont¨®n de ejemplos de iniciativas vecinales de relacionadas con sostenibilidad aqu¨ª. Proyectos de consumo ecol¨®gico, movilidad sostenible, recuperaci¨®n de espacios de huertas, gallineros comunitarios, y muchos otras acciones de cooperaci¨®n¡±, enumera Pino, quien conoce de primera mano todo el cuidado de los ecosistemas de la zona.
Caminatas por senderos ecol¨®gicos, apoyo a centros de educaci¨®n ambiental, labores de rescate de especies aut¨®ctonas y talleres de discusi¨®n sobre cambio clim¨¢tico y biodiversidad son algunas de las actividades que los j¨®venes han realizado como voluntarios.
Mar¨ªa Ruiz, estudiante andaluza de veterinaria, ha grabado los momentos m¨¢s importantes del campamento y para compartir las lecciones con sus seguidores de Instagram. Con el m¨®vil, registra el proceso de sus compa?eros, mientras aprenden a fabricar jabones a base de sosa c¨¢ustica, repelentes para mosquitos con esencias naturales y telares de cera de miel de abejas para envolver alimentos y remplazar el uso de cubiertas pl¨¢sticas. Julca, Cantador y Zilakausakaite ondean las telas embadurnadas de cera para que se sequen. ¡°No puedo esperar a hacerlo en casa¡±, apunta Cantador, quien ya ha memorizado todo el proceso del envoltorio para ense?¨¢rselo a sus padres y a su hermana menor.
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