Dime c¨®mo llora tu beb¨¦ y la ciencia te dir¨¢ qu¨¦ le pasa
Un estudio del Hospital Cl¨ªnic logra clasificar el llanto del reci¨¦n nacido a partir de datos ac¨²sticos, neurofisiol¨®gicos, de expresi¨®n facial y de movimientos corporales. La investigaci¨®n abre la puerta a usar el lloro infantil como un biomarcador de salud
El llanto es el lenguaje universal de los reci¨¦n nacidos. Lloran para comunicar sus necesidades y sus sentimientos constantemente. De hecho, se pasan gimoteando y sollozando entre una y tres horas diarias, aunque no todos los lloros son iguales. La ciencia lleva tiempo intentando descifrar ese ancestral sistema de comunicaci¨®n, buscando patrones y din¨¢micas conductuales que expliquen qu¨¦ significa exactamente cada llor...
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El llanto es el lenguaje universal de los reci¨¦n nacidos. Lloran para comunicar sus necesidades y sus sentimientos constantemente. De hecho, se pasan gimoteando y sollozando entre una y tres horas diarias, aunque no todos los lloros son iguales. La ciencia lleva tiempo intentando descifrar ese ancestral sistema de comunicaci¨®n, buscando patrones y din¨¢micas conductuales que expliquen qu¨¦ significa exactamente cada lloriqueo y, aunque quedan muchos c¨®digos por resolver, un nuevo estudio del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona ha dado un paso adelante para interpretar el llanto de los beb¨¦s: la investigaci¨®n ha logrado clasificar el llanto de un beb¨¦ sano y otorgarle unas caracter¨ªsticas determinadas a partir de la ac¨²stica, el comportamiento y patrones neurofisiol¨®gicos. As¨ª, por ejemplo, han identificado que el lloro por hambre es constante, r¨ªtmico y de corta duraci¨®n, mientras que el llanto de angustia es err¨¢tico y m¨¢s agudo. Estos hallazgos, aseguran los autores, suman evidencia para ayudar a interpretar el llanto a nivel dom¨¦stico en beb¨¦s sanos, pero tambi¨¦n tiene potencial cl¨ªnico: el an¨¢lisis del sollozo y las variables fisiol¨®gicas asociadas puede llegar a funcionar como un biomarcador cl¨ªnico y servir para identificar o evaluar el estado de salud del beb¨¦.
El berrinche de un beb¨¦ acostumbra a generar confusi¨®n entre los padres. Intuyen que se trata de una se?al de alerta o una necesidad no cubierta, pero no siempre saben a ciencia cierta la causa ni como resolverlo. ¡°El impacto del llanto del beb¨¦ en los padres puede variar entre experiencias de ansiedad, depresi¨®n, impotencia, ira y frustraci¨®n en respuesta al llanto del beb¨¦, lo que afecta negativamente el v¨ªnculo afectivo y la percepci¨®n de los padres del beb¨¦¡±, exponen los autores en su art¨ªculo, publicado en la revista Computers in Biology and Medicine. Por eso, saber interpretar el llanto de un reci¨¦n nacido puede ser clave para garantizar su bienestar.
Los cient¨ªficos llevan seis d¨¦cadas investig¨¢ndolo y, en los ¨²ltimos a?os, la inteligencia artificial se ha sumado a esta carrera con el an¨¢lisis masivo de datos y algoritmos cada vez m¨¢s fiables y precisos para analizar e interpretar los lloros infantiles. ¡°La experiencia cl¨ªnica te dec¨ªa que el reci¨¦n nacido llora diferente seg¨²n lo que le pasa. Y como pediatra ten¨ªas la sensaci¨®n de que pod¨ªas aprender a interpretar los llantos¡±, explica Oscar Garcia-Algar, jefe del Servicio de Neonatolog¨ªa del Cl¨ªnic y autor del estudio. Su investigaci¨®n, que ha contado con la colaboraci¨®n de la startup de tecnolog¨ªa sanitaria Zoundream AG, especializada en an¨¢lisis del llanto, ha pretendido comprobar si esas percepciones eran ciertas. ¡°Lo que intentamos aqu¨ª es ver si existen distintos patrones de llanto a partir de diferentes variables. Si las caracter¨ªsticas ac¨²sticas y fisiol¨®gicas asociadas al llanto permiten interpretarlo, esto nos permitir¨ªa utilizarlo a nivel dom¨¦stico, pero tambi¨¦n en el contexto sanitario, por ejemplo, en una unidad de cuidados intensivos con beb¨¦s que tienen alguna patolog¨ªa. Hasta ahora, el llanto nunca se hab¨ªa usado para medir una situaci¨®n cl¨ªnica¡±, expone.
Los investigadores del Cl¨ªnic reclutaron a 38 reci¨¦n nacidos sanos y tomaron datos ac¨²sticos, de electroencefalogramas, de saturaci¨®n de ox¨ªgeno en el cerebro, de expresiones faciales y de los movimientos corporales cuando los beb¨¦s lloraban de forma espont¨¢nea. Luego, con sistemas de inteligencia artificial, analizaron y procesaron los datos obtenidos. ¡°M¨¢s all¨¢ de las diferencias ac¨²sticas, somos capaces de determinar variables asociadas, como la frecuencia card¨ªaca o el ¨ªndice de oxigenaci¨®n corporal. Lo podemos medir y monitorizar. Con estos par¨¢metros, el llanto corresponde a una cosa concreta. Los estudios se han hecho en beb¨¦s sanos, pero ahora estamos recopilando datos con beb¨¦s prematuros o con alguna patolog¨ªa para ver si cambian los patrones de llanto¡±, se?ala Garc¨ªa-Algar.
Al recopilar y analizar los datos de estos 38 beb¨¦s sanos, los autores descubrieron que, efectivamente, cada llanto tiene distintos patrones ac¨²sticos, neurofisiol¨®gicos y de comportamiento. Cuando un beb¨¦ est¨¢ cansado y no puede conciliar el sue?o, su llanto suele ser m¨¢s prolongado y mon¨®tono. En los lloros causados por el hambre, en cambio, los patrones ac¨²sticos encontrados por los cient¨ªficos del Cl¨ªnic son ¡°constantes, r¨ªtmicos y de corta duraci¨®n, intensos, ruidosos, pero no agudos¡±, describen. En este contexto, los autores tambi¨¦n encontraron patrones de mayor inquietud en el electroencefalograma y tambi¨¦n en los movimientos f¨ªsicos, las expresiones faciales y el tono muscular. Cuando tienen hambre, la agitaci¨®n es mayor. ¡°En general, el hambre en los reci¨¦n nacidos puede provocar una variedad de expresiones faciales y movimientos corporales destinados a llamar la atenci¨®n de los cuidadores e indicar una necesidad de alimento, entre ellos: reflejo de b¨²squeda, movimientos de succi¨®n, inquietud, retorcerse o arquear la espalda¡±, refieren los cient¨ªficos.
Llanto err¨¢tico ante la angustia
Los beb¨¦s tambi¨¦n lloran cuando est¨¢n angustiados o afligidos. Por ejemplo, porque tienen dolor o una sobreestimulaci¨®n que les genera malestar. El estudio ac¨²stico de los investigadores del Cl¨ªnic revela que, en este caso, el llanto es ¡°err¨¢tico, con menos pausas, de duraci¨®n prolongada y agudos¡±. Por otra parte, el estudio de la actividad el¨¦ctrica del cerebro describi¨® tambi¨¦n una mayor excitaci¨®n y, en cuanto a los patrones corporales, en estos contextos de angustia y malestar, el beb¨¦ presentaba una ¡°tendencia a la inquietud¡±, con un aumento de la actividad motora como una expresi¨®n del alto nivel de malestar. Por ejemplo, a trav¨¦s de muecas faciales, agitaci¨®n de brazos y piernas, arqueamiento de la espalda o tener los pu?os cerrados.
El llanto cuando necesitan eructar es parecido al que presentan cuando sufren angustia, pero m¨¢s ronco. ¡°Seg¨²n nuestros resultados en la condici¨®n de eructo, los beb¨¦s con problemas gastrointestinales produjeron llantos m¨¢s prolongados (en comparaci¨®n con los de hambre y angustia) con un tono e intensidad m¨¢s variables, lo que refleja la inestabilidad de las cuerdas vocales¡±, explican los autores. En cuanto a la oxigenaci¨®n, la investigaci¨®n reporta que se identificaron los niveles m¨¢s bajos en comparaci¨®n con las otras situaciones estudiadas, lo que indica, a juicio de los cient¨ªficos, que ¡°los problemas gastrointestinales, como el reflujo, podr¨ªan interferir con la respiraci¨®n adecuada y disminuir los niveles de saturaci¨®n de ox¨ªgeno¡±.
¡°Un paso preliminar¡± para una herramienta futura
Los autores admiten limitaciones en su investigaci¨®n, como el peque?o tama?o de la muestra (solo 38 beb¨¦s) o las alteraciones que puede provocar el montaje del electroencefalograma o el medidor de oxigenaci¨®n cerebral, que requieren que el beb¨¦ use una gorra y tenga un sensor en la frente, lo que puede provocarle molestias y, por tanto, llantos irritantes. Con todo, defienden sus resultados como ¡°un paso preliminar¡± para el desarrollo de una herramienta eficaz para analizar el llanto y aseguran que medir los patrones neurofisiol¨®gicos del cerebro y el comportamiento de los beb¨¦s suman y confirman la informaci¨®n que arrojan los datos ac¨²sticos. ¡°Tambi¨¦n confirmamos la importancia y el uso potencial de la ac¨²stica del llanto como biomarcador para la evaluaci¨®n del bienestar infantil¡±, insisten.
Los hallazgos de este estudio son, seg¨²n Garc¨ªa-Algar, los primeros pasos de lo que puede dar de s¨ª la interpretaci¨®n del llanto del beb¨¦. ¡°Estamos en una fase inicial, analizando las caracter¨ªsticas del llanto y si corresponde a una situaci¨®n fisiol¨®gica¡±, enfatiza. Y, si bien no todas las variables se pueden analizar a nivel dom¨¦stico ¡ªen casa, por ejemplo, no se puede hacer un electroencefalograma¡ª, la utilidad de todas estas investigaciones puede ser muy amplia: ¡°Puede existir un dispositivo dom¨¦stico que sea capaz de interpretar el llanto por las caracter¨ªsticas ac¨²sticas. Pero en el contexto cl¨ªnico, si tienes un reci¨¦n nacido ingresado, tambi¨¦n puedes monitorizarlo e interpretar un patr¨®n de llanto para identificar, por ejemplo, si tiene hambre o qu¨¦ le pasa. El llanto es una forma de comunicaci¨®n y podemos llegar a interpretar lo que dicen. El llanto puede tener mucho valor¡±, reflexiona el neonat¨®logo.
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