Un macroestudio demuestra que el estilo de vida saludable puede compensar una mala gen¨¦tica
Los datos de m¨¢s de 350.000 personas durante 13 a?os sugieren que una dieta sana, ejercicio y no fumar, entre otras cuestiones, alarga considerablemente la vida de personas con predisposici¨®n a una vida m¨¢s corta
Hace ya tiempo que la ciencia demostr¨® que un estilo de vida saludable mejora la calidad de vida de las personas, aumenta la esperanza de vida, disminuye la prevalencia de determinadas enfermedades cr¨®nicas y reduce considerablemente la mortalidad. La evidencia al respecto es tan s¨®lida que, en tiempos de fake news, esta parece una verdad a salvo de cualquier teor¨ªa de la conspiraci¨®n. Pero, ?qu¨¦ ocurre con las personas que est¨¢n gen¨¦ticamente predispuestas a tener una vida m¨¢s corta? Seg¨²n datos de una investigaci¨®n llevada a cabo en Islandia, se estima que alrededor del 4% de la poblaci¨®n es portadora de lo que se conoce como genotipos procesables, es decir, genotipos asociados a una vida m¨¢s corta porque aumentan el riesgo de padecer una enfermedad para las cual existen medidas preventivas o terap¨¦uticas disponibles. ?En estos casos un estilo de vida saludable tambi¨¦n puede tener el impacto suficiente para revertir esa predisposici¨®n?
A esta pregunta ha respondido un estudio publicado recientemente en la revista cient¨ªfica BMJ Evidence-Based Medicine, con base en los datos de m¨¢s de 350.000 participantes del Biobanco del Reino Unido a los que se sigui¨® durante una media de 13 a?os, que ha demostrado que la gen¨¦tica y los estilos de vida tienen un impacto independiente sobre la esperanza de vida de las personas; pero que estos ¨²ltimos tienen la capacidad de compensar la gen¨¦tica y alargar considerablemente la vida de personas con predisposici¨®n a una vida m¨¢s corta.
Concretamente, seg¨²n los resultados de la investigaci¨®n, las personas con una alta predisposici¨®n gen¨¦tica a una esperanza de vida m¨¢s corta presentan un riesgo de muerte prematura un 21% mayor en comparaci¨®n con aquellos con un riesgo gen¨¦tico bajo, independientemente de sus elecciones de estilo de vida. Por su parte, un estilo de vida insano se asociar¨ªa con un riesgo de muerte prematura un 78% mayor, independientemente de los determinantes gen¨¦ticos. Y lo m¨¢s importante: gracias a un estilo de vida saludable, las personas con riesgo gen¨¦tico de muerte prematura pueden reducir ese riesgo en aproximadamente un 62% y ver prolongada su esperanza de vida aproximadamente en 5,22 a?os al cumplir los 40 a?os.
¡°Es la primera vez que se realiza una investigaci¨®n para comprender hasta qu¨¦ punto un estilo de vida saludable puede contrarrestar la gen¨¦tica¡±, explica a EL PA?S el profesor Xifeng Wu, miembro del departamento de Big Data en Ciencias de la Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zhejiang (China), que destaca que los resultados de la investigaci¨®n demuestran la importancia de ¡°centrarse en desarrollar y mantener h¨¢bitos saludables, sin importar lo que digan nuestros genes¡±.
¡°Es un trabajo muy interesante porque hace una valoraci¨®n conjunta de la gen¨¦tica y los h¨¢bitos de vida, para demostrar que la gen¨¦tica, aunque es un factor que act¨²a de forma independiente sobre la esperanza de vida, no lo tiene todo por decir¡±, analiza Almudena Beltr¨¢n de Miguel, especialista en medicina interna y miembro de la Unidad de Chequeos de la Cl¨ªnica Universidad de Navarra, que considera que este tipo de estudios ofrecen a los profesionales m¨¦dicos una ¡°v¨ªa de acceso¡± hacia una medicina m¨¢s participativa ¡°en la que se alienta al paciente a tomar las riendas de su propia salud¡±.
?Qu¨¦ se entiende por un estilo de vida saludable?
En el estudio se evaluaron varios aspectos relacionados con un estilo de vida saludable, entre ellos no fumar, mantener un consumo moderado de alcohol, realizar actividad f¨ªsica regular, mantener un peso corporal saludable, garantizar una duraci¨®n adecuada del sue?o y seguir una dieta saludable; y a partir de ellos se agrup¨® a los participantes en el estudio en tres categor¨ªas de estilo de vida: favorable, intermedia y desfavorable. ¡°En el estudio vimos que todos estos factores pueden compensar significativamente el riesgo gen¨¦tico de una esperanza de vida m¨¢s corta, pero identificamos una combinaci¨®n ¨®ptima de estilo de vida que ofrec¨ªa mejores beneficios para prolongar la vida humana y que conten¨ªa cuatro factores de estilo de vida: no fumar, realizar actividad f¨ªsica regular, mantener una duraci¨®n adecuada del sue?o y seguir una dieta saludable¡±, explica Xifeng Wu.
¡°Hay gran trabajo que hacer sobre el sue?o, porque adem¨¢s hasta ahora casi nadie lo met¨ªa como h¨¢bito de vida saludable. Y como demuestra este estudio lo es, tanto desde el punto de vista f¨ªsico como ps¨ªquico. Mi sensaci¨®n es que la higiene del sue?o la cuidamos poco y que hacemos poca incidencia sobre ella en consulta¡±, afirma Almudena Beltr¨¢n. Su opini¨®n la comparte ?ngel Gil de Miguel, profesor de Medicina Preventiva y Salud P¨²blica de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, que destaca tambi¨¦n la necesidad de ¡°insistir mucho m¨¢s¡± sobre la alimentaci¨®n y, en especial, sobre el consumo de az¨²cares: ¡°Estamos asistiendo a la aparici¨®n cada vez m¨¢s habitual de una diabetes tipo 2 en personas de 50 a?os, cuando antes esta enfermedad debutaba a partir de los 65¡å.
Con base en los resultados del estudio, que demuestran que un estilo de vida saludable es ¡°crucial¡± para prolongar la esperanza de vida y mejorar la calidad de vida de las personas, Xifeng Wu considera las decisiones pol¨ªticas en materia de salud p¨²blica deber¨ªan centrarse ¡°en promover la educaci¨®n sanitaria, fomentar los controles m¨¦dicos preventivos, y proporcionar una gesti¨®n sanitaria personalizada a los grupos de alto riesgo gen¨¦tico para reducir los mismos y mejorar la salud p¨²blica¡±.
Tambi¨¦n en la educaci¨®n sanitaria centra su reivindicaci¨®n ?ngel Gil de Miguel, que considera que habr¨ªa que empezar ¡°cada vez un poco antes¡± a hablar de lo que son estilos de vida saludables. ¡°Hay que empezar desde la escuela a crear esos h¨¢bitos, porque lo que se ha visto en otros estudios es que, si a ti te forman en buenos h¨¢bitos de peque?o, eso marca y se queda grabado. Y s¨ª, es posible que de los 18 a los 35 hagas el salvaje, pero a partir de los 40 aquello que aprendiste de peque?o vuelve¡±, reflexiona el catedr¨¢tico.
Una opini¨®n que comparte Almudena Beltr¨¢n, que se?ala que esa educaci¨®n en medicina preventiva es b¨¢sica para que, cuando a¨²n no se ha desarrollado la enfermedad y se est¨¢n llevando a cabo h¨¢bitos de vida muy desfavorables, ¡°una persona se d¨¦ cuenta de la necesidad de cambiar esos h¨¢bitos para revertir todo el sustrato inflamativo y oxidativo que precede a la enfermedad, lo que la va a poner en una posici¨®n de vida mucho m¨¢s favorable. Nunca es tarde para modificar h¨¢bitos de vida¡±.
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