Una ¡®hermandad¡¯ cient¨ªfica explora los misterios microbianos de la vagina
Un grupo de especialistas alerta de la necesidad urgente de estudiar con precisi¨®n los microorganismos vaginales y su impacto en la salud: ¡°Se necesita m¨¢s investigaci¨®n¡±
La mitad del planeta tiene vagina, pero el conocimiento cient¨ªfico sobre este ¨®rgano genital es todav¨ªa limitado. Tanto, que ni siquiera se sabe con precisi¨®n qu¨¦ microbios pueblan el ecosistema vaginal de una mujer sana ni c¨®mo ese microbioma media en la salud y en la enfermedad. En un art¨ªculo de opini¨®n publicado este jueves en la revista Trends in Microbiology (del grupo Cell Press), una hermandad cient¨ªfica ha puesto el foco en estas lagunas de conocimiento, adentr¨¢ndose en los misterios microbianos que guardan a¨²n los genitales femeninos. Los investigadores, que forman parte del consorcio Isala Sisterhood, critican la disparidad que hay en la investigaci¨®n en este campo y alertan de la necesidad urgente de entender qu¨¦ es un microbioma saludable en estos ¨®rganos.
¡°Los cuerpos de las mujeres y el conocimiento sobre su salud han sido desatendidos, controlados y perseguidos durante siglos, lo que ha dado lugar a una disparidad en materia de salud que persiste en la actualidad¡±, alertan los cient¨ªficos en su art¨ªculo. Y se?alan que una forma de reducir la brecha de g¨¦nero en salud podr¨ªa encontrarse ¡°en los microorganismos de las mujeres¡±. ¡°Las afecciones relacionadas con el tracto reproductivo femenino se encuentran entre los problemas de salud m¨¢s urgentes que enfrentan las mujeres e incluyen afecciones e infecciones ginecol¨®gicas y reproductivas no transmisibles. Muchas de estas afecciones se han asociado con la comunidad microbiana vaginal que habita el tracto reproductivo, que consiste en bacterias, arqueas, hongos y virus¡±, plantean.
La hip¨®tesis no es descabellada, pero el problema que le acompa?a es que el conocimiento de ese ecosistema que configura la flora vaginal es muy limitado. Entre otras cosas, apunta Sarah Lebeer, autora del art¨ªculo, porque, hist¨®ricamente, ¡°la microbiolog¨ªa se ha centrado principalmente en las infecciones en lugar de los microbios que promueven la salud¡± y, luego, con el aumento del uso de los antibi¨®ticos, dice, ¡°el enfoque se desplaz¨® hacia la erradicaci¨®n de pat¨®genos en lugar de comprender las bacterias beneficiosas¡±.
Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os, las tornas han empezado a virar y se est¨¢ gestando un movimiento cient¨ªfico cada vez mayor para explorar el microbioma vaginal m¨¢s all¨¢ de la enfermedad. Lebeer, investigadora en el laboratorio de Microbiolog¨ªa Aplicada y Biotecnolog¨ªa de la Universidad de Antwerp (B¨¦lgica), es una de esas mentes en busca de respuestas que forma parte de la Hermandad Isala, un proyecto de ciencia ciudadana iniciado en 2020 para investigar la composici¨®n y funci¨®n del microbioma vaginal en mujeres sanas, fuera del ¨¢mbito cl¨ªnico. ¡°El entusiasmo y la necesidad de m¨¢s investigaciones en este campo inspiraron a cient¨ªficos de todo el mundo a iniciar proyectos de la Hermandad Isala. Reconociendo el creciente inter¨¦s mundial y la importancia de romper los tab¨²es que rodean a este ¨®rgano vital, sentimos que era el momento adecuado para consolidar el conocimiento actual. Con este art¨ªculo, nuestro objetivo era destacar la diversidad del microbioma vaginal y, al mismo tiempo, enfatizar la necesidad de matices y una consideraci¨®n cuidadosa del sesgo en la investigaci¨®n sobre este importante ¨®rgano microbiano¡±, explica la investigadora en una respuesta por correo electr¨®nico. La red cient¨ªfica, que comenz¨® en B¨¦lgica, ya ha traspasado fronteras y est¨¢ en una decena de pa¨ªses, incluido Espa?a.
Una pieza clave en la salud
Si en algo concuerdan los cient¨ªficos es en que el microbioma vaginal es una pieza fundamental para la salud de la mujer. ¡°Un microbioma equilibrado ayuda a prevenir infecciones y favorece un embarazo saludable. Las bacterias Lactobacillus son importantes guardianas que ayudan a equilibrar el microbioma vaginal en la mayor¨ªa de las cohortes estudiadas en todo el mundo hasta la fecha¡±, ejemplifica Lebeer. De la misma manera, un desequilibrio en esa convivencia natural entre microbios genera un riesgo mayor de vaginosis bacteriana, infecciones vaginales por el hongo Candida, infecciones en el tracto urinario o enfermedades de transmisi¨®n sexual, enumera la investigadora belga. ¡°Adem¨¢s, aumenta la probabilidad de c¨¢ncer de cuello uterino mediado por el virus del papiloma humano, parto prematuro y atrofia vaginal durante la menopausia¡±, remacha.
No hay duda de las bondades de un microbioma equilibrado, pero una de las grandes lagunas de conocimiento es qu¨¦ significa, precisamente, un ecosistema microbiano saludable. ¡°Sabemos que las especies de Lactobacillus son particularmente eficaces para mantener a raya a los pat¨®genos, no solo mediante la producci¨®n de ¨¢cido l¨¢ctico para mantener un pH bajo [el pH bajo inhibe virus y bacterias da?inos], sino tambi¨¦n a trav¨¦s de otros genes y mol¨¦culas que apoyan un equilibrio simbi¨®tico. Sin embargo, la investigaci¨®n global futura ser¨¢ esencial para identificar otros microbios con funciones protectoras similares¡±, admite Lebeer.
Otro elemento que dificulta la comprensi¨®n del microbioma vaginal es que no todos son iguales y, si bien algunas mujeres tienen ecosistemas microbianos con predominancia de Lactobacillus, otras pueden tener una composici¨®n mucho m¨¢s diversa que puede ser a¨²n m¨¢s saludable, asume la investigadora belga: ¡°Como experta en Lactobacillus, estoy firmemente convencida de su papel crucial en el mantenimiento de un microbioma vaginal saludable. Sin embargo, tambi¨¦n creo que otras especies bacterianas pueden ofrecer beneficios protectores similares, y este es un ¨¢rea en la que se necesita m¨¢s investigaci¨®n. Al revisar estudios, siempre soy cautelosa con las afirmaciones generales que sugieren que ciertas poblaciones, como las mujeres negras o las de ascendencia no europea occidental, tienen tasas m¨¢s altas de disbiosis [desequilibrio microbiano]. Es importante abordar estos hallazgos sin una perspectiva centrada en Occidente¡±.
La disparidad que hay alrededor del globo en la investigaci¨®n en este campo tambi¨¦n lastra el conocimiento sobre el papel de estos microorganismos. En el art¨ªculo, de hecho, los autores advierten de que, en los estudios sobre el microbioma, los pa¨ªses de bajos ingresos est¨¢n subrepresentados: ¡°Queda por corroborar que las mujeres con diferentes or¨ªgenes geogr¨¢ficos y etnias tienen de hecho una composici¨®n de microbioma genuinamente diferente en la vagina en condiciones saludables¡±. En este sentido, Lebeer abunda: ¡°El conocimiento de la diversidad del microbioma vaginal no puede ser un proyecto global centrado en el norte y no deber¨ªa tener como ¨²nico objetivo desarrollar conocimientos, propiedad intelectual y patentes para que las organizaciones occidentales se beneficien de ellos. Esto perpet¨²a la tradici¨®n explotadora de las antiguas potencias coloniales y la privaci¨®n econ¨®mica de los pa¨ªses de ingresos bajos y medios¡±.
Cambios a lo largo de la vida
Por otra parte, tambi¨¦n hay que tener en cuenta, se?ala la investigadora, que el microbioma vaginal cambia a lo largo de la vida. Es din¨¢mico y se adapta a los cambios fisiol¨®gicos de la mujer: est¨¢ influenciado por las hormonas, la menstruaci¨®n, el embarazo, la menopausia, la higiene o el uso de tratamientos, como antibi¨®ticos o probi¨®ticos. Pero tambi¨¦n por la gen¨¦tica, la dieta, el medio ambiente o las pr¨¢cticas culturales. ¡°Comprender estos cambios puede ayudar a orientar las estrategias para mantener un microbioma equilibrado en diferentes etapas de la vida¡±, abunda Lebeer.
En los a?os reproductivos, por ejemplo, las especies de Lactobacillus suelen ser las m¨¢s importantes, mientras que en la menopausia hay una reducci¨®n de esta poblaci¨®n bacteriana, lo que da como resultado un entorno vaginal menos ¨¢cido (pH m¨¢s alto) y esto permite un aumento de otras bacterias, algunas asociadas a la vaginosis bacteriana y a infecciones del tracto urinario, explica Lebeer: ¡°Las mujeres posmenop¨¢usicas con niveles m¨¢s bajos de Lactobacillus pueden experimentar un aumento de la sequedad vaginal, la irritaci¨®n y una mayor susceptibilidad a las infecciones. Se ha demostrado que la terapia de reemplazo hormonal restaura parcialmente un microbioma predominantemente de Lactobacillus, lo que mejora la salud vaginal¡±, ejemplifica.
En cualquier caso, y a pesar de los avances de Isala en este campo de estudio, quedan muchas preguntas por resolver sobre el microbioma vaginal. Y estas inc¨®gnitas no son balad¨ª para la salud de las mujeres, advierte Lebeer: ¡°Sin una comprensi¨®n clara de la composici¨®n y las funciones del microbioma, nuestra capacidad para diagnosticar, tratar y prevenir una variedad de infecciones y enfermedades vaginales es limitada. Afecciones como la vaginosis bacteriana, las infecciones por hongos y las infecciones del tracto urinario a menudo no se diagnostican o se manejan de manera adecuada porque no comprendemos completamente los factores microbianos en juego¡±.
La cient¨ªfica destaca que una de las brechas de conocimiento m¨¢s importante es, precisamente, lo poco que se sabe de esa variabilidad microbiana entre las mujeres de todo el mundo. Pero tambi¨¦n la comprensi¨®n limitada que tiene la comunidad cient¨ªfica sobre las funciones de la flora vaginal y c¨®mo esta intrincada red de microbios influye en las enfermedades. ¡°Esta brecha de conocimiento significa que las mujeres pueden no recibir la atenci¨®n m¨¢s eficaz y espec¨ªfica. Es esencial realizar m¨¢s investigaciones a nivel mundial para mejorar los diagn¨®sticos, desarrollar mejores tratamientos y garantizar que la salud de las mujeres se priorice de manera integral¡±.
Gema Fern¨¢ndez Rivas, portavoz de la Sociedad Espa?ola de Enfermedades Infecciosas y Microbiolog¨ªa Cl¨ªnica, comparte la reivindicaci¨®n de profundizar en el estudio del microbioma vaginal. ¡°Es interesante lo que comenta este art¨ªculo porque pone de manifiesto el vac¨ªo que hay en el estudio de la salud sexual y reproductiva de la mujer¡±, plantea esta especialista en microbiolog¨ªa y parasitolog¨ªa del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona. La m¨¦dica sugiere que, si bien hay m¨¢s conocimiento sobre el microbioma bacteriano de la vagina, ¡°quiz¨¢s faltan otros dominios de microorgaanismos pendientes de explorar¡±: ¡°Saber bien lo que pasa y qu¨¦ es lo normal en un mundo tan variado puede ayudar a explicar mecanismos fisiopatol¨®gicos de las enfermedad. Conocer las interacciones del moco cervical y el lenguaje entre microorganismos puede producir mejoras en la salud de las mujeres¡±.