Peques, adolescentes, mayores, ?tomemos los parques!
Estos espacios verdes permiten a los usuarios, gracias a su tama?o y caracter¨ªsticas, socializar y realizar actividades en ellos
Tarde de domingo, salgo a pasear con mi hija, una amiga suya y mi madre. Vamos camino de uno de los huertos urbanos del barrio de Bellas Vistas, distrito de Tetu¨¢n en Madrid. Llegamos a un peque?¨ªsimo parque sin nombre lleno de ni?os y ni?as, probablemente dominicanas, pakistan¨ªes, y de etnia gitana disfrutando de los columpios, de la fuente del agua o jugando al f¨²tbol... En una esquina, ¨¢rboles altos y frondosos dan buena sombra a los m¨¢s mayores que estamos charlando en los bancos. Volvemos a casa mucho mejor de lo que salimos. Lo deseable es que esto pasara cada tarde.
Tarde de juev...
Tarde de domingo, salgo a pasear con mi hija, una amiga suya y mi madre. Vamos camino de uno de los huertos urbanos del barrio de Bellas Vistas, distrito de Tetu¨¢n en Madrid. Llegamos a un peque?¨ªsimo parque sin nombre lleno de ni?os y ni?as, probablemente dominicanas, pakistan¨ªes, y de etnia gitana disfrutando de los columpios, de la fuente del agua o jugando al f¨²tbol... En una esquina, ¨¢rboles altos y frondosos dan buena sombra a los m¨¢s mayores que estamos charlando en los bancos. Volvemos a casa mucho mejor de lo que salimos. Lo deseable es que esto pasara cada tarde.
Tarde de jueves en el barrio de Canyelles, distrito de Nou Barris en Barcelona, visito una actividad comunitaria. Adolescentes, educadores de calle y t¨¦cnicas de salud, pintan un enorme mural en una gran pared de cemento. Arriba del muro est¨¢n las pistas del club de petanca Atl¨¦tico Canyelles llenas de hombres y mujeres, mayores y no tan mayores, muy entretenidos mostrando su habilidad de lanzamiento. Cien metros m¨¢s abajo hay un enorme skatepark y canchas de deporte abarrotadas de adolescentes jugando al voleibol, f¨²tbol y baloncesto, de fondo dos enormes y vistosos grafitis. Mayores y adolescentes se hacen con sus parques, sus muros y sus canchas de deporte abiertas.
Ambos barrios, Bellas Vistas y Canyelles, tienen porcentajes muy altos de poblaci¨®n inmigrante y un nivel socioecon¨®mico bajo dentro de las ciudades de Madrid y Barcelona. Son ejemplos de la ciudad mezclada y multicultural, la no segregada. Son barrios donde los niveles de salud caen y las enfermedades cr¨®nicas son m¨¢s prevalentes que en la media de la ciudad. Areas infra-servidas como las llamar¨ªa la Dra. Mary Bassett en EE UU. En estos barrios y sus parques, como en muchos otros similares, se llevan a cabo actividades de promoci¨®n de la salud valios¨ªsimas, aunque muchos medios de comunicaci¨®n contin¨²an estigmatizando a estos vecinos.
La investigaci¨®n en salud urbana estudia la relaci¨®n entre los parques urbanos y la salud de los que all¨ª habitan o los utilizan. Un parque es un espacio verde que, por su tama?o y caracter¨ªsticas, permite a sus usuarios socializarse y realizar actividades en ellos. Por eso es fundamental preguntarle a un abuelo de 75 a?os y a sus nietas de 5, 9 y 13 qu¨¦ les atrae para ir y pasar tantas horas en un parque. Mujeres y hombres de todas las edades, ni?os y ni?as necesitamos diferentes espacios verdes para realizar distintas actividades.
Los estudios en salud urbana identifican al menos dos razones por las que se asocia la mejor salud con el uso de los parques: 1) El aumento de la actividad f¨ªsica que all¨ª se produce y 2) La mayor y mejor socializaci¨®n que se genera en los parques. La cohesi¨®n social favorece la salud. Salir de casa e ir al parque, pasear, jugar a la petanca, practicar deporte en sus canchas abiertas, o tener una ¡°pandilla de parque¡± como dicen mis hijas, nos ayuda en el proceso de socializaci¨®n, que tan necesario ha sido en tiempos de pandemia. Sin embargo, estudios cient¨ªficos muestran una y otra vez, en diferentes ciudades y continentes, c¨®mo los barrios de mayor nivel socioecon¨®mico tienen parques mejor cuidados, m¨¢s seguros y usados, y sus habitantes disfrutan en general de mayor exposici¨®n a zonas verdes. Precisamente esas son las poblaciones que tienen mayores niveles de salud, menor morbilidad y mortalidad, las que menos necesitan mejores parques, como mostr¨® el proyecto SALURBAL, en un an¨¢lisis de 28 ciudades latinoamericanas. Un an¨¢lisis de ese mismo proyecto, esta vez en 11 ciudades de Latinoam¨¦rica mostr¨® c¨®mo la proximidad, el buen estado de los parques y la buena comunicaci¨®n aumentaban su uso.
Cuarenta y tres mil muertes al a?o se podr¨ªan prevenir si se cumplieran las recomendaciones de la OMS sobre el acceso a los espacios verdes a una distancia de no m¨¢s de 300 metros de cada domicilio, seg¨²n un importante estudio realizado en m¨¢s de mil ciudades en 31 pa¨ªses por el Instituto de Salud Global de Barcelona. Estas cifras deber¨ªan obligarnos a hablar con nuestros urbanistas cada ma?ana, cada tarde. Y convencerles de que los parques de proximidad, los sin nombre, son los que nos sirven en el d¨ªa a d¨ªa y los que realmente hacen la diferencia.
En Madrid, un equipo interdisciplinar de cient¨ªficos urbanos estudiamos con metodolog¨ªas mixtas, cualitativas y cuantitativas, el uso de los parques situados en tres barrios con niveles socioecon¨®micos alto, medio y bajo. Y observamos un menor uso de estos, y niveles de actividad f¨ªsica menos intensos, en los barrios de nivel socioecon¨®mico medio y bajo. Las mujeres hacen menos ejercicio f¨ªsico que los hombres en los tres barrios. Las barreras que se identificaron para el uso de sus parques fueron la falta de tiempo, por sus largos horarios de trabajo y desplazamiento, la suciedad, el pobre mantenimiento de los parques y la inseguridad percibida en ellos. Esta ¨²ltima barrera fue especialmente mencionada por las mujeres entrevistadas. Un estudio participativo realizado por la Universidad de Alcal¨¢ y el Ayuntamiento de Madrid sobre el entorno urbano y actividad f¨ªsica en los distritos de Villaverde y Chamber¨ª en Madrid dej¨® claro que los vecinos ped¨ªan m¨¢s actividades organizadas en los parques, as¨ª como la necesidad de mejorar y adecuar las condiciones de los parques para estar f¨ªsicamente activos.
En el caso de los ciudadanos m¨¢s peque?os sabemos que, entre los factores relacionados con la obesidad infantil, est¨¢n la inactividad f¨ªsica y el uso continuado de pantallas. El estudio PASOS, llevado a cabo en el 2019 por la fundaci¨®n Gasol, mostr¨® que solamente un 36,7% de la poblaci¨®n infantil y adolescente cumple con la recomendaci¨®n de la OMS de al menos 60 minutos de actividad fi?sica moderada o vigorosa cada di?a, sin embargo, dedican casi tres horas al d¨ªa al uso de pantallas. Si, por ejemplo, nuestros peques y adolescentes pasasen a la semana cinco horas en el parque, estar¨ªamos a?adiendo esas horas de actividad f¨ªsica, de relaci¨®n e integraci¨®n social que probablemente mejor su calidad de sue?o e impliquen sin duda menos horas de pantallas.
Pasar horas en el parque, pertenecer a un club de baile al aire libre o de petanca, jugar asiduamente en sus canchas, o simplemente tener una ¡°pandilla de parque¡± como dicen mis hijas, nos permitir¨¢ conseguir mejores barrios. La ciudadan¨ªa, las administraciones locales, debemos cuidar, defender y tomar los parques para que toda la poblaci¨®n pueda disfrutarlos. Estar¨ªamos m¨¢s sanos y felices.
La salud va por barrios es una secci¨®n que explica en tono sencillo y amable los conceptos y avances de la investigaci¨®n en Salud Urbana, un ¨¢rea de la Salud P¨²blica necesariamente interdisciplinar. La investigaci¨®n en Salud Urbana tiene como objetivo mejorar nuestras ciudades para mejorar la salud de los millones de personas que habitamos las complejas y desiguales ciudades que hoy caracterizan la vida en nuestro planeta.
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