Por una reconquista del espacio p¨²blico (y humano) en las ciudades
Es tiempo de integrar a la ciudadan¨ªa en el centro de las pol¨ªticas urban¨ªsticas para erigir espacios m¨¢s saludables, m¨¢s verdes y m¨¢s justos ¡ªm¨¢s humanos, en suma¡ª, donde la perspectiva de g¨¦nero y el compromiso con el peat¨®n y el ciclista ya no sean objeto de debate. Viena, Par¨ªs y Copenhague son algunos ejemplos a seguir.
Es evidente que los espacios p¨²blicos conforman sistemas esenciales para las ciudades por sus capacidades m¨²ltiples: pol¨ªticas, de movilidad, de encuentro, de juego¡ Categor¨ªas independientes, infinitas y, a la vez, como mu?ecas rusas, una clase dentro de otra y no posible sin la otra. Otra evidencia es que las ciudades est¨¢n siempre en procesos de renovaci¨®n, de rehabilitaci¨®n, de reimaginaci¨®n, de reapropiaci¨®n y de resignificaci¨®n. Espacios de pugna y crisis, tanto en s¨ª mismos como por su capacidad de ser escenarios de las diferentes posiciones de la ciudadan¨ªa.
Los proyectos urbanos de diferentes ciudades nunca han dejado de atender los espacios p¨²blicos porque son la esencia. Lugares en los que se visibilizan poderes, valores y presencias. Ciudades con espacios accesibles, pensados para todas las diversidades, hacen posible el derecho a la urbe, como tambi¨¦n lo hace el poner las vidas cotidianas en el centro de los proyectos urbanos. Entendiendo y pensando los sitios p¨²blicos desde la diferencia, para no generar desigualdades, aplicando la perspectiva de g¨¦nero, la cual reconoce los usos seg¨²n los roles asignados y las capacidades. Espacios p¨²blicos pensados desde la proximidad y para la proximidad, dando protagonismo a lo olvidado y negado, huyendo del habitante neutro y universal, que solo es una falacia que enmascara el privilegio de quien ha decidido hist¨®ricamente sobre nuestras ciudades.
En el a?o 2001 publicamos con Jordi Borja el libro El espacio p¨²blico, ciudad y ciudadan¨ªa, una reflexi¨®n sobre 20 a?os de proyectos de recuperaci¨®n, de creaci¨®n, de mejora de espacios p¨²blicos existentes, de vac¨ªos urbanos transformados en lugares comunes, de la cualificaci¨®n de las periferias.
Volvemos sobre el espacio p¨²blico, porque la ciudad nunca est¨¢ terminada. Como reflejo de la sociedad y sus valores, las ciudades est¨¢n siempre en transformaci¨®n.
Hoy, el foco y los criterios han cambiado: se busca la mejora de toda la ciudad, no de las zonas excepcionales y comerciales, ni de aquellas que en sus inicios carecieron de espacio p¨²blico. Hoy ha variado nuestra manera de pensar dichos espacios, poniendo ¨¦nfasis en la renaturalizaci¨®n, la vida cotidiana y la movilidad. La renaturalizaci¨®n de la ciudad es una respuesta a la conciencia ecol¨®gica y ecodependiente de nuestra sociedad.
Quiz¨¢s muchas de las propuestas que vemos realizarse en las ciudades en 2022 han parecido respuestas desde la inmediatez de las condiciones vividas durante la pandemia. Y no es as¨ª, sino que las circunstancias vividas por el confinamiento afianzaron y apresuraron pol¨ªticas y propuestas urbanas ya iniciadas. Planes y proyectos que responden a necesidades de la ciudadan¨ªa de espacios p¨²blicos m¨¢s naturales de estancia y juego, y a las circunstancias derivadas de la crisis clim¨¢tica, que requieren un cambio radical en el metabolismo de las ciudades. Actualmente la mejora del espacio p¨²blico est¨¢ marcada por tres caracter¨ªsticas interrelacionadas: mejorar las condiciones de uso para las actividades cotidianas, recuperar espacio p¨²blico que es exclusivo del veh¨ªculo privado y reintroducir la naturaleza.
Las ciudades europeas en general y algunas en particular han transformado sus proyectos de espacio p¨²blico con base en estos tres ejes, atendiendo a sus particularidades. Entre las urbes m¨¢s reconocidas est¨¢n Viena, Copenhague, Par¨ªs y Barcelona.
En Viena se trabaja desde inicios de los a?os noventa en la incorporaci¨®n de la perspectiva de g¨¦nero al urbanismo, la vivienda, la movilidad y el espacio p¨²blico, para revertir las desigualdades en el derecho a la ciudad que derivan de los roles de g¨¦nero asignados. Esto significa reconocer los distintos patrones de movilidad, las diferencias en la percepci¨®n de seguridad y las tareas encadenadas de la cotidianidad. Las propuestas en Viena abogan por barrios mixtos, con servicios de proximidad, mejorando la caminabilidad y el transporte p¨²blico, y una amplia red de espacios p¨²blicos verdes, pensados para el disfrute, para actividades sociales y deportivas. Proyectos que van desde la ampliaci¨®n de aceras a la creaci¨®n de barrios, con la vida cotidiana en el centro.
Copenhague trabaja en la rehabilitaci¨®n, mejora y creaci¨®n de espacio p¨²blico siguiendo tres ejes: la naturaleza, el agua y el tr¨¢fico. El greenplan de la ciudad aumenta la biodiversidad y la presencia naturalizada de la vegetaci¨®n. Se deja a la naturaleza menos controlada. Tambi¨¦n se refuerza la microrred de espacios p¨²blicos, es decir, se garantiza un espacio verde a no m¨¢s de 300 metros de cada casa. Este se hace resiliente para mitigar las inundaciones derivadas de la subida del nivel del mar. El espacio es proyectado para favorecer el tr¨¢nsito, caminando o en bicicleta. Y se han planificado 13 islas de tr¨¢fico que abarcan toda la ciudad. Con este mecanismo se evita la movilidad pasante por las islas, disminuyendo la velocidad en las calles interiores, resultando de todo ello unos espacios p¨²blicos seguros y saludables.
En Par¨ªs se ha apostado por una ciudad mixta y cercana que garantice, a una distancia a pie de 15 minutos, el acceso a los servicios b¨¢sicos. Tambi¨¦n por la recuperaci¨®n de espacios p¨²blicos, restringiendo el paso de los veh¨ªculos privados y renaturalizando la ciudad. Se ha reafirmado el uso de la bicicleta como medio principal de movilidad, incluyendo la primera corona metropolitana. Se ha pasado de una red ciclable de 200 kil¨®metros en 2001 a una de 1.094 en 2021. Par¨ªs planea para 2030 que el 50% del espacio p¨²blico existente sea verde, cuando hoy cuenta solo con el 10%. Entre los espacios p¨²blicos a transformar est¨¢n los Campos El¨ªseos, que a partir de 2030 ser¨¢n un espacio ajardinado en el que se reducir¨¢n los carriles vehiculares. Tambi¨¦n la plaza de la Concordia dejar¨¢ de ser un nudo vehicular, para priorizar el caminar y el verde en continuidad con el jard¨ªn de las Tuller¨ªas. Para 2024 est¨¢ prevista la eliminaci¨®n del paso de veh¨ªculos, a excepci¨®n de los de servicios, en el coraz¨®n de la ciudad.
En Barcelona se ha acelerado la recuperaci¨®n del espacio p¨²blico, aprovechando las necesidades derivadas de la pandemia y respondiendo tambi¨¦n a la vital reducci¨®n de la contaminaci¨®n del aire. Y se han redactado ordenanzas y manuales para incorporar los criterios de g¨¦nero en todos los proyectos de ciudad.
En 2016 se implement¨® la primera superilla en el barrio de Poblenou, seguida de la de Sant Antoni; en ambos casos el concepto te¨®rico se adapt¨® a las circunstancias particulares, manteniendo la idea de eliminar el tr¨¢fico de paso en las calles que conforman el sector. Este proyecto se ha escalado considerando todo el distrito del Ensanche como una superilla, que estar¨¢ acentuada por los ejes verdes y las plazas en los cruces de estos. En 2015 la ciudad contaba con 116 kil¨®metros de carril bici, y se han ido incrementando para alcanzar 272 de red en 2023. La plaza de les Gl¨°ries es finalmente un parque real, el 50% ya ejecutado y en uso, con espacios de juego y deporte, y los nudos de biodiversidad, salvaguardados de la presencia humana para que la naturaleza realice sus ciclos sin interferencias. El tramo norte de la avenida Meridiana, que ha sido una autopista urbana de ocho carriles, est¨¢ siendo transformada. Se ha convertido en un paseo con aceras arboladas, carriles bus y carriles bici, y en sus primeros 500 metros tiene un espacio central arbolado y dotado con bancos y juegos infantiles. Proliferan los proyectos enfocados a la mejora del espacio p¨²blico para la infancia. Un ejemplo es el programa Protegemos las escuelas, que transforma las zonas colindantes a las escuelas quitando un carril de tr¨¢fico para generar espacios de estancia y juego al tiempo que mejorar las condiciones ac¨²sticas y del aire. Otro ejemplo es el plan Barcelona, ciudad jugable, horizonte 2030, que aspira a generar una urbe inclusiva y segura, m¨¢s verde y adecuada para el juego y el deporte.
Los proyectos actuales de transformaci¨®n ponen la vida cotidiana en el centro, como resultado de los trabajos que aplican la perspectiva de g¨¦nero, siguiendo los ideales del urbanismo feminista. Se entienden las ciudades desde la experiencia de quienes las habitan, como Jane Jacobs defendi¨® y explic¨® en su libro de 1961 Muerte y vida de las grandes ciudades. Jacobs ense?¨® a mirar de otra manera, valorando las mezclas de usos, actividades, edificios y personas desde la cotidianidad. Nos ense?¨® a entender la importancia de las ¡°cosas corrientes y vulgares¡± para generar otros principios para las ciudades y sus espacios p¨²blicos. Pasados m¨¢s de 60 a?os de sus palabras, las ciudades han comprendido la importancia del habitar bien y de manera segura.
En definitiva, estamos viviendo al un¨ªsono procesos de transformaci¨®n y mejora de los espacios p¨²blicos para ciudades m¨¢s justas y saludables. Para ello se sit¨²an las vidas en el centro de las pol¨ªticas urbanas: mejorando las condiciones de uso para la vida cotidiana; recuperando la multiplicidad de movilidades, priorizando la caminabilidad y la bicicleta; e incorporando la naturaleza en el espacio p¨²blico.
Zaida Mux¨ª Mart¨ªnez es arquitecta, urbanista y profesora de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a.
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