Adele y Burberry, ?la pareja m¨¢s poderosa del momento?
Desde que se anunci¨® que la cantante llevar¨¢ exclusivamente dise?os de la firma capitaneada por Christopher Bailey para la gira del ¨¢lbum ¡¯25¡¯, forman un t¨¢ndem que multiplicar¨¢ su influencia.
Ella ha vendido 15 millones de discos en una ¨¦poca en la que nadie los compra. ?l, uno de los pocos dise?adores que tambi¨¦n ejercen como CEO, ha puesto del rev¨¦s el calendario de desfiles tras anunciar que sus dise?os se podr¨¢n comprar nada m¨¢s salir a la pasarela. Por separado Adele y Christopher Bailey son dos de las figuras m¨¢s poderosas del pop y la moda. Y desde que se anunci¨® que Adele llevar¨¢ exclusivamente dise?os de Burberry para la gira del ¨¢lbum 25, forman un t¨¢ndem que multiplicar¨¢ su influencia.
Adele se asocia con una firma pionera en el campo digital que est¨¢ sacudiendo los cimientos de la moda, y Burberry autom¨¢ticamente se expondr¨¢ a las legiones de seguidores que tiene Adele por todo el mundo. S¨®lo en EEUU, unos diez millones de personas solicitaron entradas para la gira de la londinense. La divisi¨®n norteamericana de la web Ticket Master nunca hab¨ªa experimentado una demanda similar. La casa brit¨¢nica adem¨¢s se promocionar¨¢ m¨¢s all¨¢ del reducto de las pasarelas y de los consumidores de alta moda, y hablar¨¢ directamente a aquellos que sostienen las empresas comprando perfumes, pintalabios y bufandas. Tampoco le vendr¨¢ mal demostrar que es una firma que puede vestir a las famosas para la alfombra roja, un espacio en el que hasta ahora no ha tenido demasiada presencia.
En t¨¦rminos de marketing son una pareja ideal. Estaban destinados a encontrarse aunque no se trate de la m¨¢s obvia de las uniones. Para Christopher Bailey, la m¨²sica es fundamental para transmitir el ADN de la marca. A lo largo de los a?os ha colaborado con diferentes artistas emergentes que promociona en su canal en Apple Music. Bailey ha invitado a actuar a Benjamine Clementine o Jack Bugg y pr¨¢cticamente ha descubierto a artistas como Tom Odell o James Bay. ¡±Es una artista incre¨ªble a quien admiro enormemente por su forma de ver la vida, su sentido de la diversi¨®n, su estilo innato, su puesta en escena y su voz enormemente poderosa y emotiva?, ha explicado el dise?ador. Con Adele no ha ejercido el rol de descubridor pero no hay que dar muchas vueltas para entender lo que ha visto en ella: su humor, su carisma natural, su conexi¨®n con la audiencia. La cantante se graba a s¨ª misma videos en los tel¨¦fonos de sus seguidores, y durante uno de sus conciertos anim¨® a una de las espectadoras a pedir en matrimonio a su novio, que acept¨® all¨ª mismo. Este tipo de gestos son impagables para una marca que ha entendido que la interacci¨®n con el p¨²blico es m¨¢s que unos cuantas actualizaciones en las redes sociales.
Adele criada en Tottenham, el barrio londinense en donde surgieron las revueltas callejeras de 2011, ha elegido asociarse con una marca de su pa¨ªs que no resulte antip¨¢tica ni vacua, y le ayude a reforzar su identidad de chica normal. Ella que sale al escenario con una taza de t¨¦, tendr¨¢ acceso ilimitado a los fabricantes de algo t¨ªpicamente brit¨¢nico como una gabardina de Burberry. A la artista tampoco le vendr¨¢ mal el hecho de embarcarse en una larga gira mundial (dura hasta noviembre) teniendo a su lado una firma solvente, que le garantice profesionales que resuelvan emergencias o maletas perdidas, y que le proporcionen ropa que le siente como un guante.
El resto asistiremos en directo a la construcci¨®n de la est¨¦tica de una diva contempor¨¢nea. Tal y como reflexionaba Vanessa Friedman en el New York Times ha tenido que venir Adele para que la ropa se consideren revolucionaria. Despu¨¦s de a?os con atuendos que nos hac¨ªa plantearnos si se ha impuesto un racionamiento de telas en el mundo de la m¨²sica, Adele y Burberry presentan una elegancia que no se ve¨ªa en mucho tiempo. Vestidos de manga larga, lentejuelas, y un talento descomunal. La cosa promete.
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