As¨ª es Swipecast, el ¡®Uber¡¯ de las modelos

Swipecast acaba de ser lanzada para iPhone, y ya est¨¢ provocando sudores fr¨ªos en m¨¢s de una agencia de modelos que ven extinta su raz¨®n de ser. La aplicaci¨®n consiste en poner en contacto directamente a los modelos con marcas, fot¨®grafos, estilistas y dem¨¢s actores de la industria de la moda, salt¨¢ndose el paso de contratar mediante agencias.

El creador de esta revolucionaria aplicaci¨®n es Peter Fitzpatrick, un empresario con una habilidad camale¨®nica para adaptarse a las nuevas realidades del mercado. Su conocimiento de la industria est¨¢ bien consolidada ya que ¨¦l mismo dirige una agencia de modelos tradicional en pleno coraz¨®n de Nueva York.

¡°Una modelo trabaja normalmente uno o dos d¨ªas por semana¡±, explica Fitzpatrick ¡°y algunas chicas no consiguen despegar por no ser las favoritas de sus agentes. ?Acaso no ser¨ªa genial si las modelos pudieran interactuar y acceder a las oportunidades en tiempo real en un entorno seguro?¡± Esa fue la pregunta que llev¨® a este emprendedor a desarrollar una aplicaci¨®n que cuenta con exitosos precedentes en otras industrias. Concretamente en el sector hotelero, con Airbnb, y en el sector del transporte, con Uber. Ambos ejemplos son bien conocidos en Espa?a. El caso de Uber por estar cuestionada su legalidad por competencia desleal a pesar de su buena implantaci¨®n en el mercado; y el caso de Airbnb por convertirse en una piedra metida en los zapatos de muchos hoteleros que han visto disminuir su demanda a la vez que incrementaba el n¨²mero de apartamentos alquilados a trav¨¦s de la plataforma.

El valor de Airbnb en bolsa ya supera al de las cadenas hoteleras InterContinental y Starwood juntas, y ha obligado incluso a hoteles m¨ªticos como el Plaza Ath¨¦n¨¦e de Par¨ªs a rebajar sus precios por la p¨¦rdida de ocupaci¨®n. Este tipo de aplicaciones, que ofrece a los usuarios una respuesta inmediata a sus necesidades, suelen implantarse a gran velocidad y mueven los cimientos de mercados anquilosados.

Rachel Finninger, una modelo americana que ha desfilado para Gucci, Dior o Valentino, tuvo la opci¨®n de probar la versi¨®n beta de Swipecast, y la defini¨® como ¡°una manera genial de que las modelos puedan coger las riendas de sus carreras¡±. Al igual que Uber y Airbnb, Swipecast tambi¨¦n se lleva una comisi¨®n por cada acuerdo alcanzado; exactamente un 10%, que es bastante m¨¢s ventajoso que el 33% que suelen cobrar las agencias tradicionales. El plazo de pago ¨Cde uno a dos d¨ªas¨C es tambi¨¦n otro aliciente para los modelos que habitualmente perciben sus honorarios a 90 d¨ªas.

?Dentro de la industria hay todav¨ªa quienes no miran con tan buenos ojos la irrupci¨®n de nuevos mediadores. A la directora de casting Jennifer Starr, por ejemplo, trabajar con agencias tradicionales le ofrece mayor confianza por tener la garant¨ªa de puntualidad y profesionalidad del modelo. Frente a la desconfianza que puede suponer trabajar con alguien sin representaci¨®n, Swipecast ha ideado un sistema de puntuaci¨®n, en el que, una vez finalizado el trabajo, ambas partes pueden puntuarse.

En el mundillo de las agencias de modelos, el uso de las redes sociales para la b¨²squeda de nuevos talentos est¨¢ a la orden del d¨ªa. Pero puede que el rol que han jugado en este sentido gigantes como Instagram quede en un segundo plano con las nuevas aplicaciones emergentes que ponen en manos de los usuarios las herramientas de su propio ¨¦xito. Con el tiempo, Fitzpatrick espera que Swipecast no sirva exclusivamente para contratar modelos, sino tambi¨¦n fot¨®grafos, estilistas o maquilladores. ?l no cree que su app vaya a sustituir a las agencias, pero espera dar una oportunidad a los miles de modelos que no est¨¢n representados por agencias o cuyos representantes no prestan suficiente atenci¨®n a su talento. Sea cual sea su futuro, la app ya ha conseguido una funci¨®n importante, que es la de replantear la estructura de la industria.