Los dos j¨®venes espa?oles an¨®nimos que reclutaron como modelos de lujo por Instagram

Ni Dolores de la Rosa, ni Jes¨²s D¨ªaz aparecen en Models.com, la biblia online que registra la obra, vida y milagros de los modelos. Tampoco les hace ninguna falta. Sin necesidad de ser cotizados rostros de la industria han logrado llamar la atenci¨®n de grandes firmas de lujo. La primera, musa de marcas nacionales como Camper o Palomo Spain, acaba de dar el salto protagonizando las im¨¢genes de la colecci¨®n de Burberry y Vivienne Westwood, presentada hace unos d¨ªas. ?l, un sevillano de 23 a?os, aparece en la campa?a de Vivienne Westwood para este oto?o-invierno e incluso ha publicado sus propias im¨¢genes para la firma bajo el proyecto Vivienne¡¯s Creatives. Ambos fueron reclutados a trav¨¦s de Instagram, la red social que da voz a sus m¨²ltiples proyectos y que les sirve de escaparate al mundo. Dolores de la Rosa acumula 17.700 seguidores y Jes¨²s algo m¨¢s de 8.000, cifras que los sit¨²an a a?os luz de las instamodels de turno, pero suficientes para llamar la atenci¨®n de grandes dise?adores y personalidades de la industria.

?Ricardo Tisci [actual director creativo de Burberry] y yo nos conocimos hace un par de a?os a trav¨¦s de Instagram. Fue ¨¦l quien me propuso para esta campa?a y eligi¨® el look que llevar¨ªa. El resultado es bastante Bowie, aunque no fue intencionado sino que surgi¨® de forma org¨¢nica?, cuenta de la Rosa a S Moda. La joven murciana, que solo tiene 23 a?os, cree que fue elegida porque ?la colecci¨®n tiene un aire entre punk y cl¨¢sico que encaja muy bien conmigo?. El reputado fot¨®grafo David Sims fue el encargado de disparar las im¨¢genes de la campa?a, para la que tambi¨¦n ha posado la ic¨®nica Kate Moss. Cualquier joven de su edad estar¨ªa dando saltos de alegr¨ªa por compartir protagonismo con la top entre las tops, pero Dolores de la Rosa no se deja impresionar f¨¢cilmente. ?Es un honor aparecer junto a una modelo con su trayectoria, pero la verdad es que no me hab¨ªa parado a pensarlo hasta ahora. Estoy agradecida por ello, pero en general agradezco al universo el poder levantarme cada ma?ana?, explica.

La joven murciana, que empez¨® modelando para Sybilla para despu¨¦s convertirse en su asistente, se define a s¨ª misma como artista. ?Siempre elijo proyectos que, aunque est¨¦n relacionados con moda, vayan m¨¢s all¨¢. Palomo Spain [firma con la que ha colaborado en desfiles, campa?as o creando el universo que envuelve al dise?ador cordob¨¦s] o la propia Burberry son marcas que abarcan un imaginario que trasciende la moda. De hecho, la colecci¨®n de Burberry y Vivienne Westwood es una acci¨®n para promocionar Cool Earth, una organizaci¨®n ben¨¦fica que lucha por impedir la deforestaci¨®n de selvas tropicales. Me gusta vincularme con proyectos sociales?.

Al igual que ella, Jes¨²s utiliza su cuenta de Instagram como una bit¨¢cora de todos los proyectos en los que anda metido: lo mismo dise?a unos pendientes que hace una escultura y no tiene dificultades para situarse delante o detr¨¢s de la c¨¢mara, seg¨²n la ocasi¨®n. Tambi¨¦n forma parte de la pandilla del dise?ador Palomo Spain y visibiliza el movimiento g¨¦nero fluido en la industria de la moda. Aunque ya se hab¨ªa dejado caer en campa?as de peque?as firmas internacionales, la de Westwood supone su primera inclusi¨®n en las de primera l¨ªnea. ?Me contact¨® su equipo por redes sociales para hacer el casting en Londres y decid¨ª viajar hasta all¨ª y probar suerte. Fue dicho y hecho, ellos se enamoraron de m¨ª y yo de ellos, desde entonces he trabajado con la dise?adora en diferentes ocasiones?. La ¨²ltima ha sido Vivienne¡¯s Creatives, un proyecto en el que la firma ha colaborado con seis artistas y para el que Jes¨²s ha tenido la suerte de poder hacer sus propias fotos. ?Vivienne ha actuado como madre para m¨ª en numerosas ocasiones?, asegura el sevillano. ?Nos conocimos personalmente en Par¨ªs, cuando me contactaron para desfilar en el show de Andreas Kronthaler x Vivienne Westwood este ¨²ltimo mes de febrero. Se me ca¨ªa la baba al escucharla hablar, me dio varios consejos de vida que a d¨ªa de hoy siguen en la cumbre de mis pensamientos?, a?ade.

Hace unos a?os ser¨ªa impensable que una murciana y un sevillano sin medidas can¨®nicas ni belleza cl¨¢sica acabasen protagonizando campa?as de moda de firmas de lujo. Pero cada vez son m¨¢s las marcas (Balenciaga o Vetements son solo un par de ejemplos) que abogan por situar a rostros an¨®nimos y gente de la calle en el centro de su discurso. ?Es una forma de acercase al p¨²blico?, considera De la Rosa. ?Al final la masa se identifica m¨¢s con un perfil similar al suyo. Los modelos perfectos resultan arcaicos y pasados. Si eres una marca de ahora te toca empezar de cero y apostar por musas que, m¨¢s que guapas, tengan una belleza y personalidad enigm¨¢ticas y una historia que contar?, defiende. La suya es la de una joven que cambia constantemente de nombre ¨Ctambi¨¦n es conocida como Cuentos Rosales o Aaliyah Rosales¨C para escapar de la desaprobaci¨®n de sus propios padres. ?Son marroqu¨ªes y, aunque no son las personas m¨¢s cerradas del mundo, s¨ª les cuesta entender la imagen que proyecto en Instagram. Llevo mis trabajos a escondidas y cuando encuentran mi perfil y me pillan me cambio el nombre. Aparte de esto, interpreto varios personajes. Cada una de las pelucas que utilizo tiene su propio nombre?, confiesa.

Ambos adelantan que en 2019 presentar¨¢n nuevos proyectos que nos har¨¢n ?flipar en colores?, como dice Jes¨²s. ?El m¨ªo tiene que ver con algo muy cinematogr¨¢fico que estoy preparando junto a Alex Delacroix?, anticipa ella. Sus trabajos, sus im¨¢genes en Instagram y su protagonismo en las grandes campa?as de la temporada ya les han llevado a los titulares de reputadas revistas de la industria como la edici¨®n estadounidense de Vogue. ?Me hace gracia cuando me veo en estas publicaciones porque siempre escriben mal mi nombre?, bromea Jes¨²s D¨ªaz. M¨¢s vale que los editores del mundo memoricen bien su castiza graf¨ªa y los varios y cambiantes ¨¢lter-ego que definen a Dolores de la Rosa. Todo apunta a que tendr¨¢n que escribirlos muchas m¨¢s veces.