2.000 variedades y 900 kilos de flores para hacer cremas: viaje al coraz¨®n de la camelia
Desde un laboratorio a cielo abierto al sur de Francia, expertos bot¨¢nicos, agr¨ªcolas o qu¨ªmicos colaboran con la naturaleza para extraer los activos m¨¢s interesantes de la flor favorita de Coco Chanel.
En Gaujacq, un peque?o pueblo franc¨¦s a 80 kil¨®metros al este de Bayona, se extiende un jard¨ªn bot¨¢nico de cinco hect¨¢reas entregado a la camelia. El entorno podr¨ªa salir de las p¨¢ginas de cualquier cuento, coronado por un castillo del siglo XVII, entre las colinas del Bearne y las riberas del Adur. ¡°Es una regi¨®n con influencia mar¨ªtima y con las monta?as detr¨¢s, con precipitaciones que se reparten por todas las estaciones y con un suelo ¨¢cido que encanta a las camelias¡±, enumera Jean Thoby. ?l es uno de los mayores expertos mundiales en esta flor que tanto gustaba a Gabrielle Chanel. La salvia le corre por las venas: es la quinta generaci¨®n de una familia dedicada a la bot¨¢nica, hoy trabaja en la conservaci¨®n de la camelia, as¨ª como en la investigaci¨®n de nuevas especies y ya acumula 2.000 variedades.
Mientras habla, la suave lluvia empapa el campo; es el peaje necesario para disfrutar del verde que lo pinta todo: ¡°La bot¨¢nica une a los pueblos¡±, dice. Sus antepasados crearon un plantario a mediados del siglo XIX en la zona de Breta?a y sus progenitores se establecieron en esta ubicaci¨®n en 1986. ¡°Mi padre lo ve¨ªa todo desde el lado industrial y cultivaba hasta un mill¨®n de camelias al a?o, pero mi madre era m¨¢s botanista y gracias a ella se conservaron muchas especies¡±. Entre muchos otros, Thoby atesora ejemplares de Camellia reticulata, que regala inmensas flores rosas en primavera; Camellia jap¨®nica Kingyo-tsubaki, originaria del norte de Jap¨®n y cuyas peculiares hojas parecen colas de peces; Camellia sasanqua, con p¨¦talos de dos colores en degradado¡ Desde 1998 colabora con Chanel: ¡°Se lo hab¨ªan ofrecido a mi padre, pero ¨¦l dijo que no. A m¨ª me interesaba la alianza porque nosotros cultivamos, pero no tenemos laboratorios en los que poder estudiar despu¨¦s¡±. La uni¨®n no es ef¨ªmera, es una relaci¨®n a largo plazo en la que los resultados se tejen al ritmo pausado de las estaciones, porque inspirarse en la naturaleza no es algo que se pueda improvisar. Seguramente el verdadero lujo tenga que ver con ello. ¡°No compartimos el mismo tiempo que las plantas, ellas tienen otros ritmos, nos sobrevivir¨¢n¡±, recuerda Thoby. Los primeros resultados de la simbiosis no llegaron hasta el a?o 2009, cuando se pudieron incorporar activos procedentes de la Camellia jap¨®nica Alba Plena a la l¨ªnea Hydra Beauty de la maison. Detr¨¢s de ese avance, a?os de investigaci¨®n sobre esta planta de crecimiento lento, floraci¨®n invernal y follaje perenne.
Hoy el tesoro bot¨¢nico de la Alba Plena ya est¨¢ completamente incorporado a la cadena, gracias a la labor de Philippe Grandry, jefe de explotaci¨®n de cultivos de Chanel en Gaujacq. ?l dirige un laboratorio a cielo abierto a pocos kil¨®metros del jard¨ªn bot¨¢nico, desde donde los cultivos de camelias que resultan interesantes abastecen a la divisi¨®n cosm¨¦tica: ¡°El enfoque experimental forma parte de la esencia del proyecto. Nos preocupamos porque nuestras pr¨¢cticas de cultivo respeten los ecosistemas de la zona, mantengan el equilibrio biol¨®gico y contribuyan a proteger la biodiversidad¡±. Lo consiguen con productos naturales (sin pesticidas, herbicidas o fertilizantes qu¨ªmicos), pero tambi¨¦n analizando las plantas como eslab¨®n de un ecosistema. Las granjas de camelias est¨¢n rodeadas de ¨¢rboles de diferentes tipos y edades, de manzanos a acacias o robles que dan sombra a los cultivos de la variedad jap¨®nica. ¡°Mantenemos los setos, replantamos ¨¢rboles, estudiamos los insectos, hacemos todo lo posible para atraer a la peque?a fauna y, como es evidente, nos interesamos por la calidad del suelo. Su importancia es esencial, ya que constituye el soporte de la planta¡±, indica Grandry.
Los procesos no pueden acelerarse, pero el fruto final de los cultivos s¨ª se va enriqueciendo en cada cosecha. El encargado de medir su calidad y de analizar nuevos principios activos es Nicola Fuzzati, director de innovaci¨®n y de desarrollo de ingredientes cosm¨¦ticos en la casa. ¡°Soy qu¨ªmico de formaci¨®n y un poco como Ob¨¦lix¡±, bromea, ¡°en cuanto nac¨ª me ca¨ª en la marmita de los ingredientes naturales¡±. Dirige un laboratorio en Pantin, a las afueras de Par¨ªs, donde m¨¢s de 200 investigadores estudian las plantas: ¡°Cada una es una f¨¢brica qu¨ªmica, todas tienen un potencial enorme¡±. Fuzzati ha viajado por todo el mundo para dar con las m¨¢s ricas. ¡°Necesitamos comprender si las t¨¦cnicas eco de cultivo afectan a la calidad del resultado final¡±. ?l tambi¨¦n se ocupa, por ejemplo, de medir la estacionalidad. ¡°El a?o pasado condujimos un estudio para saber c¨®mo cambia la composici¨®n de la hoja de la camelia seg¨²n la ¨¦poca del a?o y cu¨¢ndo es mejor recogerla¡±. Result¨® que en febrero es cuando la planta est¨¢ florecida y llena de energ¨ªa.
De la camelia se aprovecha casi todo, las hojas o las flores. Pero tambi¨¦n sus desechos: desde el a?o 2018 la casa trabaja con la start up finlandesa Sulapac; juntas han desarrollado un cart¨®n que se crea a partir de la c¨¢scara de las semillas de la Camellia oleifera y que ya es el que envuelve todos los productos de la l¨ªnea N?1. ?Qui¨¦n le iba a decir a Coco Chanel, cuando adopt¨® esta voluptuosa flor como insignia, que esta iba a ser tambi¨¦n la base de muchos de los cosm¨¦ticos que llevan su nombre?
Una apuesta por la diversidad
-Camellia japonica The Czar. Esta variedad de tono rub¨ª es una de las reci¨¦n llegadas a las cosechas cosm¨¦ticas de Chanel. Desde hace apenas dos a?os, de ella se extraen los activos que se utilizan en la l¨ªnea N?1. Principios en los que se basa la fuerza y la resistencia de sus p¨¦talos, que no claudican ni ante las bajas temperaturas, ni ante las lluvias m¨¢s intensas: en ellos se ha encontrado recientemente una alta concentraci¨®n de ¨¢cido protocatecuico, del que diversos estudios reportan su potencial actividad antioxidante. Esta camelia, bautizada a inicios del siglo XX en honor a su belleza imperial, florece en pleno invierno.
-Camellia japonica Alba Plena. Tan blanca y est¨¦tica que parece moldeada en cer¨¢mica para ser fotografiada. Actualmente en Gaujacq se cultivan unas 2.700 plantas de esta variedad, de la que se cosechan 900 kilos de flores cada a?o. La regi¨®n es su principal productora y garante de su supervivencia: estuvo a punto de desaparecer hasta que la firma descubri¨® su potencial cosm¨¦tico hace casi dos d¨¦cadas. Hoy es la base de la l¨ªnea Hydra Beauty, una de las m¨¢s vendidas de la casa.
-Lycaena hippothoe. Esta mariposa, con intensas alas de color naranja, juega un papel fundamental en la polinizaci¨®n de muchas especies bot¨¢nicas. A inicios de este siglo estaba pr¨¢cticamente extinguida, pero ha reaparecido de manera notable en los prados de los alrededores del laboratorio a cielo abierto de Chanel y gracias a los nuevos cultivos que respetan los principios de la agrosilvicultura. ¡°Es fundamental conservar toda la riqueza silvestre de la zona, porque esta es indisociable de las camelias¡±, dice Thoby.
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