De Olimpia de Grecia a Claire Danes: el corte de pelo ¡®de rica¡¯ que triunfa en las peluquer¨ªas m¨¢s exclusivas

El ¡®lujo silencioso¡¯ es el t¨¦rmino del momento. M¨¢s cerca de un estilo de vida que una tendencia, presenta casi infinitas formas y matices: hablando de ropa, es firmas como The Row, Tove, Loro Piana y Phoebe Philo en su ¨¦poca al frente de Celine. Es m¨¢s agradable que el minimalismo pero m¨¢s pulido que el ?normcore?. Son las gemelas Olsen por Nueva York, Sienna Miller en Anatom¨ªa de un Esc¨¢ndalo y Gwyneth Paltrow acudiendo a juicio. Es ¡°old money¡±, combinar distintos tonos de beige, vestir mucho cachemir, utilizar abrigos car¨ªsimos (cinco cifras de car¨ªsimos) que podr¨ªan parecer (pero no) un b¨¢sico de Zara, escuchar m¨²sica en auriculares Bose y apuntar tus cosas en una libreta Smythson. Es viajar al para¨ªso y ni pensar en publicarlo en redes sociales, aunque tengas Instagram. En definitiva, una discreci¨®n tan llamativa que acaba siendo un ox¨ªmoron. El ¡®lujo silencioso¡¯ tiene muchas manifestaciones y la ¨²ltima de ellas es un corte de pelo.

George Northwood es uno de los estilistas capilares m¨¢s c¨¦lebres de Londres. Conocido como el peluquero que cre¨®, entre muchas otras, la copiad¨ªsima melenita de Alexa Chung, ha sido el primero en bautizar el slob, un nuevo corte de moda muy parecido a un cl¨¢sico bob (esa melena corta que sobrepasa la mand¨ªbula pero que no llega a tocar la clav¨ªcula) con un nuevo acabado y una lista de prescriptoras que lo sit¨²an como un peinado definitivamente ¡°de ricas¡±.

Olimpia de Grecia (hija del jefe de la casa real griega Pablo de Grecia y la multimillonaria Marie Chantal Miller) ha sido una de las ¨²ltimas en pasarse por su nuevo y flamante sal¨®n en Shoredich para pedirle un slob, que por cierto viene de la combinaci¨®n de dos t¨¦rminos anglosajones sleek (pulido), y bob, esa melenita tambi¨¦n llamada ¡°tres cuartos¡±. Adem¨¢s de ella, la modelo Hailey Bieber, la dise?adora Anine Bing o la directora de Asociaciones de Moda en Instagram y escritora estadounidense Eva Chen lo llevan desde hace un tiempo. Ivanka Trump llev¨® uno muy parecido en 2019, cuando era la voz que susurraba al o¨ªdo del presidente. Pues bien, seg¨²n ha contado el propio George Northwood en una entrevista en el Vogue brit¨¢nico, ¨²ltimamente no para de hacer este corte: ¡°Crec¨ª con la escuela de corte de Vidal Sassoon; creo que los cortes de precisi¨®n como estos est¨¢n regresando, de una manera m¨¢s deshecha¡±, explica. ?El slob moderno es un ejemplo perfecto de esto, y he estado cortando muchos de ellos en las ¨²ltimas semanas¡±, ha contado.

Este corte tiene una forma afilada, pero no est¨¢ cortado con demasiada precisi¨®n. Lo que le diferencia de un bob tradicional es que se trata de un corte en una sola capa, en una sola longitud. Se trata de conseguir un acabado extremadamente simple (de ah¨ª su complicaci¨®n): no incluye ninguno de los elementos m¨¢s recurrentes de los estilistas para dar textura, como difuminados, puntas asim¨¦tricas o capas que enmarquen el rostro. ¡°Si fuera un desfile de moda, ser¨ªa The Row o algo as¨ª¡­¡±, dec¨ªa George Northwood en su entrevista. Al igual que el ?corte Rachel? de Jennifer Aniston en Friends marc¨® una d¨¦cada, el slob tambi¨¦n est¨¢ teniendo su momento televisivo. Una de sus ¨²ltimas referentes es otra Rachel (esta vez interpretada por Claire Danes en Fleishman is in trouble) en su carrera a la cima social del 1%.

?Por qu¨¦ este estilo da la impresi¨®n de ser un corte caro? En una conversaci¨®n con Today, Rose Weitz, profesora de estudios de mujeres y g¨¦nero en la Universidad Estatal de Arizona, anticipaba esta relaci¨®n entre el cabello y la percepci¨®n del estatus: en la cultura estadounidense contempor¨¢nea el cabello corto generalmente se ve como menos sexy, pero m¨¢s profesional, as¨ª que en la representaci¨®n femenina en los puestos ejecutivos y de alta direcci¨®n de las empresas no se suelen ver muchas melenas largas. Weitz, autora de Rapunzel¡¯s Daughters: What Women¡¯s Hair Tells Us About Women¡¯s Lives, recuerda una conversaci¨®n extraoficial que una vez tuvo con una mujer de alto rango en una importante corporaci¨®n: ¡°Ella dijo que pod¨ªas mirar el organigrama de la empresa, el ¨¢rbol que muestra qui¨¦n est¨¢ a cargo de qui¨¦n, y se podr¨ªa trazar una raya: por encima de esa l¨ªnea el cabello de ninguna mujer le tocaba los hombros¡±.

M¨¢s a¨²n: un pelo perfecto es un s¨ªmbolo de riqueza. En realidad el pelo y el escal¨®n social han estado entrelazados desde que Mar¨ªa Antonieta demostraba su posici¨®n a trav¨¦s de aquellos pomposos recogidos y a lo largo de la historia, como regla general, cuanto m¨¢s arreglada iba una mujer m¨¢s rica era. El pelo perfecto lanzaba una se?al evidente de que contaba con personal para peinarlo (ergo, de bolsillo para costear estos cuidados). The Gilded Age, la serie de Julian Fellowes sobre la alta sociedad de Nueva York en la d¨¦cada de 1880, refleja esta m¨¢xima capilar, que sigue vigente. Como apunta el corte ?slob? -que por cierto parece muy sencillo pero exige bastante mantenimiento- hoy la tendencia entre las adineradas ?de familia? es dedicar mucho tiempo y dinero pero para conseguir un aspecto discreto y nada exagerado: en una entrevista con Tatler Olimpia de Grecia revela que su madre (Marie-Chantal Miller, recordemos, casada con un pr¨ªncipe heredero e hija de multimillonario) es una ?fan¨¢tica? del pelo perfecto. Asegura que se hace un moleado con secador tres veces por semana y que lo ti?e todas las semanas. Dice, tambi¨¦n, que siempre lleva un cepillo a mano: ?Nunca la ver¨¦ sin un cabello perfecto, es su obsesi¨®n?. Ahora ella sigue sus pasos.

C¨®mo pedir este corte en la peluquer¨ªa

No es necesario volar a Londres para conseguir un ¡°slob¡±, de hecho, la corriente actual por melenas m¨¢s cortas est¨¢ llevando a que muchos peluqueros investiguen e interpreten nuevas variantes de la melenita ?tres cuartos? de toda la vida, as¨ª que si le dices a tu estilista que est¨¢s buscando una versi¨®n m¨¢s elegante de un ?bob?, sabr¨¢ qu¨¦ hacer. Basta con pedirle un corte sobre el hombro sin capas y sin elementos que enmarquen o den forma a la cara en la parte delantera del cabello.

Gabriel Llano, uno de los gur¨²s del corte perfecto en el barrio de Salamanca en Madrid, ha visto crecer este fen¨®meno en su conocido sal¨®n: ?Desde que se cortaron el pelo Chiara Ferragni -otra que luce un ?slob?- y Hailey Bieber, s¨ª [he visto c¨®mo se pide este corte por encima del hombro]. De hecho se nota mucho y tenemos una demanda bastante grande de melenas m¨¢s cortas, sin duda?.

Para quienes s¨ª quieran agregar textura al corte, se puede conseguir capeando las puntas. Este corte no es exclusivo para cabellos finos, de hecho, hay una variante especialmente dise?ada para cabellos gruesos que consiste en hacer capas interiores, imperceptibles desde fuera, que consiguen quitar peso y a?adir movimiento. Tampoco es solo para melenas lisas, de hecho es un corte que favorece especialmente a las rizadas porque su acabado en las puntas realza su textura natural. ?Y qu¨¦ pasa con las melenas que tienden a encresparse? ?El ¡®slob¡¯ se puede llevar perfectamente siempre y cuando el encrespamiento sea una cosa moderada, y que a nivel de capas juguemos con ellas sin ser demasiado radicales para no propiciar m¨¢s el volumen o el desorden?, recomienda Gabriel Llano.

Aunque su apariencia es de una simplicidad extrema, el ¡°slob¡± es un corte que exige bastante mantenimiento. Gabriel Llano explica que todo corte por encima del hombro siempre lo necesitar¨¢: ?En el momento en el que crece, calcula que lo hace un cent¨ªmetro o un cent¨ªmetro y medio por mes, cuando empieza a chocar con el hombro pierde la forma y se deforma?. Efectivamente, quiz¨¢ no es el m¨¢s ideal para aquellas que van una vez al trimestre -o al semestre- a la peluquer¨ªa, ya que para que mantenga su frescura y su estilo exige retoques cada seis u ocho semanas. Adem¨¢s, si tienes el cabello ondulado este corte va a hacer que se vea un poco m¨¢s voluminoso, con lo que si buscas su caracter¨ªstico acabado pulido quiz¨¢ vayas a necesitar alisar las puntas con alguna herramienta de peinado, como planchas o tenacillas grandes, o un moldeado eventual. Pero estos cuidados, como sucede con casi todo en el ¡°lujo silencioso¡±, son parte de su magnetismo: nada verdaderamente lujoso se consigue f¨¢cilmente.