Dietas aberrantes: lo que sea por ese cuerpo
Productos milagro o artilugios martirizadores. La presi¨®n por ce?irse al canon lleva, y m¨¢s a las mujeres, a cometer locuras.
?Hola, gorda?. As¨ª da los buenos d¨ªas la aplicaci¨®n Nenshou, un (mal) invento japon¨¦s para perder peso. El m¨¦todo: instigar a las usuarias a hacer deporte usando una sarta de insultos para motivarlas, que en la web oficial describen como ?coqueteo provocativo?. La recompensa: una cita virtual con uno de sus protagonistas, buenorros de c¨®mic manga. Y el mensaje subyacente: si no eres delgada, no vales para salir con ellos. Pero si la aplicaci¨®n en s¨ª es insultante, m¨¢s lo es el hecho de que en su hom¨®logo masculino, Burn your fat with me (?Quema grasa conmigo?), los usuarios reciben halagos de lo m¨¢s alentadores de una entrenadora personal sexy que, conseguido el objetivo, tendr¨¢n a sus pies.
Este es solo un ejemplo de lo que la sociedad dice a voces en un perpetuo eufemismo. ?Tener sobrepeso es una de las cosas m¨¢s penalizadas hoy. Y si quien lo tiene es una mujer, es a¨²n mayor?, afirma Clotilde V¨¢zquez, jefa de nutrici¨®n cl¨ªnica y diet¨¦tica del hospital Ram¨®n y Cajal.
He ah¨ª a Karl Lagerfeld, adicto confeso al chocolate. Pero solo a su olor. Jam¨¢s lo come, solo lo olisquea, afirmando que ¨¦l ?se alimenta con la nariz?. O Mario Vaquerizo, que bebe varios litros de cerveza al d¨ªa pero asegura que no tiene barriga porque ?no la mezclo con comida?. Tal es la guasa que ha provocado su insolente consumo que en Facebook ya hay varias p¨¢ginas del tipo: ?No tengo un problema con la cerveza, sigo la dieta Mario Vaquerizo?.
Si tales afirmaciones saliesen de la boca de una mujer, la reacci¨®n ser¨ªa otra. Ejemplos hay a pares. Cuando Jennifer Lopez dijo que ol¨ªa extracto de pomelo para suprimir el hambre, la tacharon de absurda. Los 11 kilos que perdi¨® Anne Hathaway para encarnar a una prostituta moribunda en Los miserables supusieron que las asociaciones contra los des¨®rdenes alimentarios la se?alaran con el dedo y los tabloides la sometieran a un escudri?o medi¨¢tico te?ido de preocupaci¨®n por su salud. Pero si es Christian Bale el que se queda en los huesos para interpretar a un fresador insomne en El maquinista ¨Cperdi¨® 28 kilos a base de at¨²n en lata, manzanas y caf¨¦¨C, se achaca la proeza a su profesionalidad.
?La exigencia en lo puramente est¨¦tico ronda mayoritariamente a la mujer?, explica la psic¨®loga Susana Cant¨®n, experta en la modificaci¨®n del comportamiento alimentario en sobrepeso y obesidad. ?Las im¨¢genes del modelo ideal a cualquier edad son constantes?. En esa tesitura, no es de extra?ar que aplicaciones como Nenshou acumulen millones de descargas. ?Me parece tremendo que se consideren estas estrategias?, comenta Cant¨®n, ?y peor a¨²n que alguien las lleve a cabo?.
En el mercado se suceden las apariciones de trucos y artilugios para perder peso de la manera m¨¢s peregrina: gafas con cristales azules para ver la comida de este color, ya que, seg¨²n varios estudios, es el menos apetecible; Hapifork, una cuberter¨ªa que vibra cuando se est¨¢ comiendo muy deprisa indica que ha llegado el momento de darle un descanso al tenedor; o los esprays de sabores del chef David Burke, que ¨Ccon 25 tipos entre los que elegir, de parmesano a fuagr¨¢s¨C permiten darle gusto a la lechuga m¨¢s ins¨ªpida sin calor¨ªas indeseadas.
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Pero m¨¢s all¨¢ de lo absurdo hay m¨¦todos que juegan con la salud. Por la?frugal?cantidad de 1.500 euros, el cirujano pl¨¢stico Nikolas Chugay implanta en la lengua un parche que hace que comer sea tan dif¨ªcil y doloroso que el paciente se limita a la ingesta de l¨ªquidos. O el r¨¦gimen al que, supuestamente, se ha apuntado este verano Rihanna. Con el nombre de Booster ILN Drip consiste en inyectar un c¨®ctel de vitaminas, antioxidantes y minerales v¨ªa intravenosa. As¨ª el cuerpo recibe los nutrientes necesarios para subsistir, pero sin la ingesta cal¨®rica que conlleva obtenerlos mediante alimentos. ?Una bomba de relojer¨ªa que puede dar lugar a flevitis, sepsis y hasta un shock anafil¨¢ctico??, seg¨²n Paula Rosso, especialista en nutrici¨®n de la cl¨ªnica Corporal M+C de Madrid.
Saltan las alarmas. ?Qu¨¦ lleva a una mujer a este extremo? En palabras de Juana Mar¨ªa Gonz¨¢lez, directora t¨¦cnica de la cl¨ªnica Alimmenta, ?la mujer est¨¢ m¨¢s sometida a los c¨¢nones de belleza?. Y la industria le saca partido.?El Estudio de productos con supuestos efectos adelgazantes, subvencionado por el Instituto Nacional del Consumo, confirma que ?los anuncios relacionados con la autoestima que insisten en la importancia de la juventud y la delgadez como sin¨®nimos de bienestar y ¨¦xito est¨¢n dirigidos sobre todo a las mujeres?.
El apremio por ser guapa y delgada es implacable. La necesidad de ce?irse al canon, irrefrenable. ?La gente s¨ª escucha los mensajes que damos los nutricionistas en contra de estas pr¨¢cticas?, explica Gonz¨¢lez. ?Est¨¢n hartos de o¨ªr que no funcionan y que incluso suponen perjuicios para la salud, pero en su deseo por conseguir resultados se aferran a ellas como a un clavo ardiendo?.
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