Megarexia: cuando la obesidad se percibe como saludable
El ¨²ltimo desorden de la conducta alimentaria relaciona la obesidad con vitalidad y delgadez, algo que puede convertirse en un grave problema de salud.
?El 85% de las personas obesas sufren megarexia?, seg¨²n un estudio de la American Psychiatric Association; y por cada persona anor¨¦xica registrada existen al menos diez megar¨¦xicas. Les ocurre lo siguiente: teniendo sobrepeso o siendo obesos, se ven esbeltos. Como explica la Dra. Pilar Benito, directora m¨¦dica de Slow Life House, ¡°se trata de una alteraci¨®n de la percepci¨®n del esquema corporal y, por tanto, de la conducta alimentaria, por la que las personas se ven delgadas a pesar de tener un ¨ªndice de masa corporal por encima de 25¡±. ?Estamos ante una moda o un trastorno? Para el Dr. Domingo Carrera, m¨¦dico internista especialista en nutrici¨®n del Hospital Madrid Sanchinarro y del Centro M¨¦dico-Quir¨²rgico de Enfermedades Digestivas CMED ¡°es un trastorno de la conducta alimentaria de origen psicol¨®gico, como los dem¨¢s, con consecuencias importantes para la salud¡±.
El t¨¦rmino fue descubierto por el Dr. Jaime Brugos en 1992 y, aunque no aparece en las ¨²ltimas gu¨ªas de codificaci¨®n de enfermedades ni en el manual de diagn¨®stico estad¨ªstico de trastornos mentales, son muchos los expertos en nutrici¨®n que apoyan su existencia y alertan de sus peligros. Seg¨²n los c¨¢lculos de Brugos, puede haber cinco millones de megar¨¦xicos en Espa?a sin diagnosticar. ¡°Es un desorden bastante menos conocido que la anorexia nerviosa o la bulimia, pero con id¨¦nticas consecuencias para la salud¡±, explica la Dra. Carmen Lorente, directora del ¨¢rea m¨¦dica y de nutrici¨®n de The Beauty Concept.
?C¨®mo saber si un megar¨¦xico lo es? En primer lugar, porque no es consciente de su obesidad: no es gordo, est¨¢ fuerte. ¡°Y sano. As¨ª se ven estas personas¡±, apunta Pilar Benito. ¡°Llevan una vida sedentaria y tienen malos h¨¢bitos alimenticios, comen sin control, sobre todo alimentos poco saludables y muy cal¨®ricos con abundantes hidratos de carbono; no les gusta mirarse al espejo ni salir de compras. Odian pesarse y evitan las b¨¢sculas¡±, a?ade. Ocurre en ambos sexos, pero m¨¢s en mujeres entre los 20 y los 30 a?os. ¡°Y aunque no hay una causa espec¨ªfica, influyen factores ambientales y psicol¨®gicos, sobre todo en la consideraci¨®n de la autoestima¡±, valora Lorente. Al igual que la anorexia (en la que uno se ve gordo), la ortorexia (obsesi¨®n por consumir alimentos saludables) o la vigorexia o dismorfia muscular (la persona se ve d¨¦bil o enclenque y realiza una actividad f¨ªsica extrema), la megarexia es una dismorfofobia, es decir, una distorsi¨®n de la percepci¨®n del cuerpo.
La psic¨®loga Pilar Conde, directora t¨¦cnica de Cl¨ªnicas Origen, se?ala que la tambi¨¦n conocida como fatorexia podr¨ªa ubicarse?dentro de las alteraciones de conducta alimentaria y de percepci¨®n de la imagen. ¡°Quienes no son conscientes de su obesidad sufren un claro problema psicol¨®gico de negaci¨®n¡±. Y las consecuencias pueden ser nefastas: anemia, diversas enfermedades e incluso en casos extremos la muerte, seg¨²n Carmen Lorente. ?Ojo! No confundir con el fen¨®meno fofisano, del que tanto se habl¨® el pasado verano. Como se?ala la experta, ¡°son fen¨®menos diferentes y este se da m¨¢s en hombres: estos son varones no obesos, con barriga, pueden acudir al gimnasio pero no tienen abdominales marcados, beben alcohol (cerveza sobre todo) e ingieren mucha comida procesada, aunque tampoco son grandes comilones¡±.
El tratamiento de la persona megar¨¦xica tiene que llevarse a cabo por un equipo multidisciplinar ¡°donde primero debe haber una intervenci¨®n por parte de psic¨®logos y psiquiatras; en la mayor¨ªa de los casos la persona que lo padece al principio no reconoce el problema, por lo que el abordaje psicoterap¨¦utico es b¨¢sico. En muchos casos se requiere medicaci¨®n psiqui¨¢trica, ya que la megarexia puede ir unida a estados depresivos y ansiosos¡±, concluye el Dr. Carrera. Para Pilar Conde ¡°el apoyo del entorno resulta tambi¨¦n vital porque refuerza las nuevas rutinas nutricionales y ayuda a que se cumplan¡±.
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