?Tienes ¡®Wabi-Sabi¡¯, el arte de ver la belleza de lo imperfecto?

Existe una t¨¦cnica japonesa conocida como ¡®Kintsukuroi¡¯, que consiste en reparar objetos rotos rellenando sus grietas con oro o plata. En lugar de ocultar los defectos, ¨¦stos se acent¨²an y se celebran, ya que son la prueba de la imperfecci¨®n y la fragilidad de las cosas, pero tambi¨¦n de la resiliencia, la capacidad para sobrevivir, recuperarse y hacerse m¨¢s fuerte.

La idea que subyace en esta pr¨¢ctica entronca con la filosof¨ªa ¡®Wabi-Sabi¡¯, de la que cada vez se habla m¨¢s, pero de la que no hay una definici¨®n exacta, ni siquiera en su pa¨ªs de origen debido, en parte, a la afici¨®n japonesa por la ambig¨¹edad. Pero adem¨¢s, el budismo zen siempre ha recelado del lenguaje como una trampa para la verdadera comprensi¨®n de las cosas, a?adido al hecho de que los que saben, generalmente no dicen mucho, y los que m¨¢s dicen, son precisamente los que menos saben.

La palabra Wabi se refer¨ªa inicialmente a la soledad de vivir en la naturaleza, lejos de la sociedad; mientras que Sabi se traduc¨ªa como fr¨ªo, flaco o marchitado. Pero juntos estos vocablos adquieren un significado m¨¢s positivo, que hace referencia a la belleza de lo imperfecto, defectuoso o inacabado.

Daisetz T. Suzuki fue una de las autoridades m¨¢s importantes de Jap¨®n en el budismo zen y uno de los primeros estudiosos en interpretar la cultura japonesa para los occidentales. ?l describi¨® Wabi-Sabi como ¡°una apreciaci¨®n est¨¦tica activa de la pobreza.¡± Claro que su concepto de la pobreza es muy diferente al occidental, el suyo es m¨¢s rom¨¢ntico y parte de la idea de eliminar el enorme peso de las preocupaciones materiales de la vida. ¡°Wabi es estar satisfecho con una peque?a caba?a, una habitaci¨®n de dos o tres tatamis y con un plato de verduras recogido en los campos vecinos, y tal vez escuchar el sonido de una lluvia de primavera suave¡±, escribi¨®.

Hay una historia que ilustra muy bien el concepto Wabi-Sabi. En el siglo X, el joven Rikyu deseaba aprender los rituales de la ceremonia del t¨¦ y busc¨® al gran maestro Takeno Joo. Para aceptar al aspirante, Joo lo someti¨® a una prueba y le mand¨® que barriese el jard¨ªn. Rikyu lo limpi¨® cuidadosamente. Cada piedra estaba en su lugar y las plantas perfectamente arregladas. Sin embargo, antes de acabar, Rikyu sacudi¨® el tronco de un cerezo e hizo caer algunas flores que se esparcieron por el suelo. Takeno, impresionado, admiti¨® al joven en su monasterio. Rikyu se convirti¨® en un gran maestro del t¨¦ y desde entonces es reverenciado como aquel que comprendi¨® la esencia del concepto de Wabi Sabi: el arte de la imperfecci¨®n.

Esta idea zen, corriente est¨¦tica o filosof¨ªa de vida ha interesado a autores occidentales. Leonard Koren, responsable del libro Wabi-Sabi para artistas, dise?adores, poetas y fil¨®sofos (Renart, 2008), opina que esta visi¨®n de las cosas ¡°puede llegar a ser un modo de vida. Y, como m¨ªnimo, es un particular tipo de belleza?. Mientras Richard R. Powell, autor de Wabi Sabi Simple: Create beauty, Value imperfection. Live deeply (Adams Media, 2004) y de Wabi-Sabi for writers (Adams Media, 2008), explica este t¨¦rmino diciendo que ¡°cultiva todo lo que es aut¨¦ntico, reconociendo tres realidades: nada dura, nada est¨¢ completo, nada es perfecto¡±.

El dise?o es una de las primeras disciplinas que se ha rendido a esta idea, presente en numerosas artes japonesas como la alfarer¨ªa, la ceremonia del t¨¦, el Ikebana, la jardiner¨ªa o la poes¨ªa haiku, que consiste en un poema breve de tres versos, y que cultivaron tambi¨¦n escritores occidentales como Borges (¡°?Es un imperio/esa luz que se apaga/o una luci¨¦rnaga?¡±) u Octavio Paz ( ¡°Sobre la arena/escritura de p¨¢jaros/memorias del viento¡±).

El dise?ador y arquitecto italiano Gaetano Pesce es, a juicio de Ana Dom¨ªnguez Siemens, periodista experta en dise?o y comisaria de exposiciones, el m¨¢ximo exponente occidental de este concepto en su campo de trabajo. ¡°En los a?os 70, ¨¦l empez¨® a introducir la idea de la belleza de la imperfecci¨®n y de lo inacabado¡±, comenta Dom¨ªnguez, ¡°idea que se ha hecho cada vez m¨¢s patente en los ¨²ltimos quince a?os, sobre todo de la mano de la escuela holandesa de Eindhoven. En sus trabajos, Pesce siempre incluye el defecto, incluso en aquellos que ha realizado para Casinna, la exquisita firma italiana de muebles, famosa por la calidad de sus acabados y cromados, en los que el dise?ador italiano dejaba que los obreros remataran las piezas seg¨²n sus propios criterios. De esta forma se obten¨ªan objetos diferentes y se romp¨ªa con la uniformidad de la fabricaci¨®n en serie. En el fondo hab¨ªa una cr¨ªtica a la producci¨®n industrial y era una alternativa intermedia a la ut¨®pica idea de la vuelta a lo artesanal¡±. Ana Dom¨ªnguez acaba de inaugurar en El Palacio Cibeles, Madrid, una interesante exposici¨®n titulada Futuro Inmediato. Impresi¨®n 3D, que abrir¨¢ sus puertas hasta el 26 de junio. Algunas de las piezas elaboradas con una impresora 3D recuerdan la filosof¨ªa Wabi-Sabi, por su acabado imperfecto, aunque seg¨²n esta comisaria, ¡°esto no responde a una intenci¨®n o reflexi¨®n del autor, sino que es algo anecd¨®tico y coyuntural, debido a que las m¨¢quinas no est¨¢n a¨²n suficientemente perfeccionadas, pero lo que si es cierto es que esta tecnolog¨ªa obligar¨¢ a los modelos de producci¨®n y de negocio a replantearse sus bases m¨¢s fundamentales¡±.

En el primero de sus libros, el autor Richard R. Powell propone todo un estilo de vida acorde a este concepto. Un trabajo Wabi-Sabi ser¨ªa aquel en el que uno hace lo que realmente le gusta, sin estr¨¦s, presiones ni jornadas interminables; una alimentaci¨®n Wabi-Sabi valora lo local y humilde, al mismo tiempo que saborea lo ex¨®tico; y una filosof¨ªa de vida Wabi-Sabi es la que vive el presente y encuentra la paz y la armon¨ªa en la naturaleza y las peque?as cosas.

La psic¨®loga, experta en duelos y con consulta en M¨¦rida, Ana Y¨¢?ez, opina que una forma de pensar m¨¢s Wabi-Sabi nos podr¨ªa ahorrar muchos sinsabores y nos ayudar¨ªa a disfrutar m¨¢s de la vida. ¡°El perfeccionismo, el miedo al fracaso y la no aceptaci¨®n de las p¨¦rdidas son aspectos que nos impiden una postura m¨¢s flexible, relajada y realista de la existencia. Antiguamente nuestras abuelas ve¨ªan la vida, influidas por el concepto cristiano, como un valle de l¨¢grimas; pero ahora nos hemos pasado al extremo opuesto y existe la presi¨®n de que tenemos que ser perfectos, felices, disfrutar al cien por cien, mantenernos con aspecto joven el mayor tiempo posible y ser excelentes profesionales. Algo que no se corresponde con la realidad y que nos crea mucha ansiedad. El Wabi-Sabi nos reconcilia con la incertidumbre, el miedo, el paso del tiempo, el fracaso, o el hecho de que no siempre hay respuestas; pero que tambi¨¦n se puede vivir entre todas estas cosas y llegar hasta a disfrutar de ellas. Yo siempre digo a mis pacientes que somos las personas perfectas para un mundo imperfecto¡±.