El fen¨®meno de las consultoras de sue?o capaces de hacer dormir a los beb¨¦s 12 horas
Sin lloros ni dramas, sino con un plan de sue?o y un asesoramiento personalizado. La figura de la Sleep Consultant se abre paso en Espa?a a trav¨¦s de Instagram.
Cuando Alex cumpli¨® cinco meses las noches se hicieron eternas. Era un beb¨¦ sano y feliz que segu¨ªa tomando pecho cada dos horas y media. Hasta entonces era lactar y dormir, ni un ay: duro, pero llevable. Entonces algo cambi¨®: de madrugada comenz¨® a llorar, era imposible dejarlo en la cuna (solo quer¨ªa brazos, principalmente los de su madre) y sus despertares empezaron a ser m¨¢s y m¨¢s frecuentes. De d¨ªa sus siestas eran cada vez m¨¢s cortas, de media hora, y su car¨¢cter alegre y tierno a ratos cambiaba a irritado. En ese momento empez¨® lo verdaderamente dif¨ªcil. Ning¨²n libro te dice qu¨¦ hacer a las 4 de la ma?ana cuando est¨¢s agotada y desesperada, porque sabes que a las 5 te volver¨¢s a despertar. Y a las 06.30, y a las 07.15¡ En la pediatra no encontr¨¦ las respuestas que buscaba (mi hijo no ten¨ªa ning¨²n problema de salud) y en otras madres di con un espejo: la mayor¨ªa (y no todas primerizas) est¨¢bamos en la misma situaci¨®n. Cada una con su caso particular, pero todas con la energ¨ªa por el suelo, con demasiado cansancio y sin una respuesta. Ser¨¢ lo normal, los beb¨¦s no duermen bien. Ya crecer¨¢.
Todo cambi¨® cuando una amiga (tambi¨¦n madre) me recomend¨® el perfil de Instagram de una asesora de sue?o. Despu¨¦s de una investigaci¨®n en Google y descubrir unos 10 perfiles parecidos al suyo, contact¨¦ con ella. Sinceramente, dudaba de que los consejos de una mujer como ca¨ªda del cielo fueran a funcionar. No cre¨ªa en Mary Poppins pero hab¨ªa pasado otro mes m¨¢s y no ten¨ªa nada que perder.
Lo que sucedi¨® despu¨¦s no fue magia, pero s¨ª un cambio de vida. A los pocos d¨ªas, Alex pas¨® de despertarse seis o siete veces por la noche a hacerlo dos o tres, solo cuando realmente necesitaba alimento. Y lo imposible: aprendi¨® a dormirse en la cuna, con apoyo pero sin brazos. Unas semanas m¨¢s tarde la frecuencia baj¨® a un ¨²nico despertar. Poco despu¨¦s, dorm¨ªa 12 horas del tir¨®n. Incre¨ªble.
¡°Le habr¨¦is dejado llorar¡± fue el comentario que m¨¢s escuch¨¦. Pues no. No hubo dramas. Lo que s¨ª tuvimos que hacer fueron muchos cambios de rutina y horarios inflexibles, aunque supusieron muchas renuncias. En aquel momento dormir estaba en la base de la pir¨¢mide.
Qu¨¦ es una asesora de sue?o y qu¨¦ puede hacer por los beb¨¦s
La figura de la asesora de sue?o, o Sleep Consultant, viene de pa¨ªses anglosajones: EE.UU., Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda tienen asociaciones o agrupaciones privadas con cierto reconocimiento internacional que dan formaci¨®n y certifican diplomas, aunque tampoco son a¨²n un recurso habitual para todas las familias. En Espa?a no hay un colegio oficial que regule su actividad y son pocos los perfiles profesionales: apenas una decena.
¡°Definir¨ªa el papel de una asesora de sue?o como una persona que puede analizar la situaci¨®n de sue?o particular de un ni?o y guiar a sus padres con informaci¨®n, experiencia y respeto por su modelo de crianza. Consiste en atender a las necesidades de descanso del beb¨¦, en darle unos h¨¢bitos de sue?o saludables para su desarrollo¡ y calidad de vida a toda la familia. La clave es explicar a los padres qu¨¦ es lo que est¨¢ pasando, por qu¨¦ su hijo no duerme bien, y darles herramientas y opciones que les puedan ayudar. Lo m¨¢s importante es el apoyo: un proceso de cambios pide mucho, tanto del ni?o como de los padres, y es fundamental darles confianza y acompa?amiento¡±, me dice Polly Revaliente, la experta que me asesor¨® en mi caso.
Esta brit¨¢nica afincada en Madrid, conocida como @pollysleeps en Instagram, es el perfil de esta nueva profesi¨®n: enfermera y madre de tres hijos, lleva seis a?os como asesora del sue?o, en los que ha trabajado con unos 800 ni?os. Se especializ¨® con el curso Sleep Training Qualification del Open College Network de Londres, y despu¨¦s en el Baby Sleep Consultant Training Qualification de Nueva Zelanda, pero cita como referente a su mentora, otra brit¨¢nica Hannah Tebay, con 13 a?os de experiencia. En Barcelona son conocidas Amelia Hunter (auxiliar de pediatr¨ªa, tambi¨¦n madre y formada en salud mental infantil a trav¨¦s del Instituto del Sue?o Infantil y del Departamento de Psicolog¨ªa del Hospital Infantil de Toronto, Canad¨¢, ha trabajado con m¨¢s de 800 ni?os y es @babysleepsolutions en la red social) y Olga Ses¨¦ (que cita m¨¢s de 650 familias y un ratio de satisfacci¨®n del 95%, es m¨¢s conocida como @babyrem_coach: es tambi¨¦n madre de dos hijos, diplomada en ciencias empresariales por la UB, Executive Master por ESADE y coach del sue?o infantil certificada por The International Parenting and Health Institute (IPHI)). Todas ellas atienden de manera presencial y telem¨¢tica, y aunque cada una de ellas tiene su enfoque particular, describen en sus perfiles una visi¨®n hol¨ªstica de la situaci¨®n del ni?o y comulgan con la teor¨ªa del apego seguro: nada de entrenar el sue?o forzosamente. A trav¨¦s de sus perfiles en Instagram est¨¢n forjando comunidades de miles de padres.
Para que un ni?o que duerme mal empiece a hacerlo bien hay cuatro cosas fundamentales, me explica Polly Revaliente: ¡°Lo primero es que todas las necesidades fundamentales del ni?o est¨¦n cubiertas, y que todas las piezas del puzzle est¨¦n en su sitio. Muchas veces las tenemos todas, pero no est¨¢n bien colocadas¡±. Por ejemplo: ?Sab¨ªas que con los ni?os de seis meses es m¨¢s f¨¢cil empezar con per¨ªodos de vigilia (el tiempo que transcurre entre que se despierta de una siesta hasta que se duerme de nuevo) que con horarios? Esa vigilia es de 120 minutos, necesitan unas dos o tres siestas al d¨ªa con una duraci¨®n total de tres horas. De noche, 11 horas. A partir de ah¨ª, es m¨¢s f¨¢cil integrar los horarios. ¡°Lo segundo es la constancia: es muy importante que los padres sean absolutamente constantes con cualquier cambio que vayamos a hacer, no podemos pretender que un ni?o entienda lo que queremos de ¨¦l si no somos constantes. Lo tercero es la paciencia: hay que ser paciente, mucho, antes o despu¨¦s el ni?o lo entender¨¢ y ser¨¢ capaz de hacerlo, pero necesitamos darle tiempo. Lo ¨²ltimo es la confianza: es primordial que los padres sepan que lo van a conseguir¡±.
?Por qu¨¦ mi hijo no duerme?
Cuando nacen, los beb¨¦s cuentan con solo dos de las cinco fases de sue?o que tenemos los adultos: la de sue?o profundo y la REM, as¨ª pueden despertarse para alimentarse cuando lo necesiten. Es una cuesti¨®n de supervivencia. Sin embargo, a partir de los cuatro meses el sue?o se vuelve m¨¢s ligero (de ah¨ª que al dejarlos reci¨¦n dormidos en la cuna probablemente se despierten) y tienen que aprender a manejar los micro-despertares que todos tenemos entre una fase y otra, y de los que no somos conscientes. Algunos beb¨¦s aprenden a gestionar estos cambios de ciclo por s¨ª solos, pero a la mayor¨ªa les ocurre que no saben volver a dormirse. Y ah¨ª empiezan los lloros de madrugada. Lo que les pasa es que est¨¢n cansados y no saben dormirse de nuevo. Aqu¨ª puedes ver c¨®mo Polly Revaliente explica los retos del sobrecansancio y aqu¨ª, c¨®mo Olga Ses¨¦ habla sobre los ciclos del sue?o.
¡°La pregunta de si es normal que un beb¨¦ no duerma bien es dif¨ªcil de contestar: depende de lo que se considere normal. Hasta los cuatro meses sus patrones son irregulares y cambiantes, no son capaces de desarrollar h¨¢bitos, as¨ª que en ese momento m¨¢s que una rutina se pueden ir haciendo secuencias de cosas. A partir de entonces unos padres y otros tienen expectativas muy diferentes. Lo que s¨ª es habitual es que muchos beb¨¦s no duerman bien y eso afecte a la calidad de vida de toda la familia. A unos padres desesperados les dir¨ªa que siempre se puede mejorar la situaci¨®n. Que no son necesarios m¨¦todos fuertes de entrenamiento, sino que podemos aprovechar la propia biolog¨ªa del ni?o y cambiar algunas cosas para que el beb¨¦ est¨¦ en el momento ¨®ptimo para dormir a la hora que le corresponde¡±, aclara Revaliente. ¡°A partir de los seis meses los planes de sue?o empiezan a ser m¨¢s efectivos porque el sue?o est¨¢ m¨¢s ordenado y los problemas vienen m¨¢s por h¨¢bitos y comportamientos, y menos por fisiolog¨ªa¡±, a?ade.
Los principales problemas que cuentan los padres sobre sus beb¨¦s a la hora de dormir y con los que trabajan las asesoras de sue?o son los siguientes: 1) les cuesta mucho coger el sue?o por la noche, as¨ª que los padres los duermen en brazos, en el carrito, etc., 2) Tienen muchos despertares nocturnos, 3) No solo se despiertan de madrugada sino que adem¨¢s se desvelan durante una hora o dos, 4) Tienen un sue?o muy irregular de d¨ªa, o, 5) Se despiertan demasiado pronto por la ma?ana (por ejemplo, a las 06.30).
El plan de sue?o
Las asesoras de sue?o ofrecen una serie de paquetes, que van desde una asesor¨ªa telef¨®nica de una hora (con un precio de unos 80 euros aproximadamente, esta opci¨®n se suele recomendar a padres no primerizos con casos muy concretos) a una asistencia de diez d¨ªas (con la posibilidad de acudir personalmente al domicilio para la primera evaluaci¨®n, y precios que var¨ªan entre los 300 y los 480€) que incluye el llamado plan de sue?o. En ese tiempo se mantienen conversaciones diarias con ella y se van realizando ajustes y retoques seg¨²n la respuesta del ni?o.
Al elegir esta opci¨®n, lo primero que hacen estas consultoras es examinar todos los factores que influyen en el sue?o del ni?o. ¡°A dormir bien por la noche se empieza desde la ma?ana¡± fue la frase que se me qued¨® grabada. Siempre que se trate de un beb¨¦ sano, en la calidad del sue?o influye desde la alimentaci¨®n (cu¨¢nto come y en qu¨¦ momentos lo hace) como su car¨¢cter (si es curioso, inquieto o temperamental) y el entorno (la luz con la que duerme, con qu¨¦ ropa lo hace, qu¨¦ cosas hay en su cuna, si tiene silencio o no, si se queda dormido en brazos, a qu¨¦ hora se le acuesta¡). Una vez analizados estos factores, la asesora de sue?o hace un diagn¨®stico personalizado, que puede ir desde el sobrecansancio (un c¨ªrculo vicioso por el que cada vez est¨¢n m¨¢s cansados y por eso les cuesta dormir) hasta ajustes necesarios en la alimentaci¨®n (de ah¨ª que se despierten reclamando pecho o biber¨®n).
A partir de entonces, empiezan ajustes como la oscuridad en la habitaci¨®n, cubrir al ni?o con un saquito en lugar de con una manta, utilizar el llamado ¡°ruido blanco¡±, marcar un horario de siestas diurnas o establecer una secuencia siempre igual que ayude al ni?o a identificar qu¨¦ es lo que viene despu¨¦s. Uno de los cambios m¨¢s llamativos para los padres suele ser la hora recomendada de acostar a los ni?os (desde los 6 meses a los 6 a?os): entre las 19.30 y las 20.00. Un poco pronto para nuestro car¨¢cter mediterr¨¢neo (mientras dure el plan, este horario se mantiene tambi¨¦n los fines de semana) y en ocasiones demasiado exigente para la conciliaci¨®n con el trabajo, pero tiene su explicaci¨®n. ¡°A esta hora, el cuerpo del ni?o est¨¢ prepar¨¢ndose para ir a dormir: bajan los niveles de cortisol, que es la hormona que nos mantiene despiertos, y sube la secreci¨®n de melatonina, que es la que nos ayuda a tener sue?o y mantenerlo. Tambi¨¦n en ese momento desciende la temperatura corporal: el cuerpo est¨¢ prepar¨¢ndose para ir a la cama. Si perdemos esta ¡°ventana biol¨®gica¡± lo que pasa es que entra en acci¨®n la adrenalina, que inhibe la posibilidad de coger el sue?o, y lo m¨¢s normal es que ese ni?o tarde m¨¢s de una hora en bajar esos niveles y poder quedarse dormido. Por otra parte, de la misma manera que el cuerpo se prepara para dormir a esa hora, sobre las 07.30-08.00 de la ma?ana, se prepara para despertarse. Y aunque hay algunos cambios seg¨²n van haci¨¦ndose mayores, en general los ni?os necesitan 12 horas de sue?o¡±.
?Significa esto que todos los ni?os tengan que acostarse a esa hora? Evidentemente, no. Todo depende de la situaci¨®n familiar: hay ni?os que duermen perfectamente sin todos estos h¨¢bitos (¡°?Entonces no cambies nada!¡±, dice Revaliente) y hay otras casas en las que estos horarios no son viables. Ah¨ª es cuando entra la labor de personalizaci¨®n de cada asesora de sue?o.
?C¨®mo es posible que dormir a un beb¨¦ en brazos sea ¡°malo¡±?
Durante a?os, algunos gestos como el de acunar a un beb¨¦ en brazos o el colecho se han percibido como malas costumbres. Caprichos que inculcamos al ni?o. Sin embargo, un experto como ?lvaro Bilbao, neuropsic¨®logo, conferenciante, escritor y referente de la educaci¨®n en positivo en nuestro pa¨ªs, asegura que ¡°dejar llorar al beb¨¦ para que se duerma no es educar el sue?o ni bueno para su desarrollo¡±. De hecho, los primeros m¨¦todos de entrenamiento de sue?o prohib¨ªan coger a los beb¨¦s en brazos y establec¨ªan per¨ªodos de tiempo (normalmente un m¨¢ximo de 30 minutos) para el llanto. Sin embargo, cada vez hay m¨¢s expertos que aseguran cuando un ni?o acaba dormido despu¨¦s de llorar media hora no es que haya aprendido a calmarse sino a callar: entiende que no van a venir a por ¨¦l, pero su nivel de estr¨¦s (producido por el cortisol) sigue alto. La propia Asociaci¨®n Americana de Psicolog¨ªa desaconseja dejar a los beb¨¦s llorar porque puede afectar el desarrollo emocional del ni?o.¡°Tener un beb¨¦ en brazos es algo positivo para el ni?o. Es verdad que si duermes al beb¨¦ en brazos el ni?o puede reclamar los brazos para dormir, pero ?acaso no nos gusta a los adultos abrazar a nuestra pareja? ?No preferimos dormir acompa?ados que en cuartos separados? El ser humano es un ser social y dependiente del otro, y no hay nada malo en expresarlo y m¨¢s cuando son peque?os y se enfrentan a la oscuridad¡±, dice Bilbao en su p¨¢gina web. ¡°Atender al ni?o que llora favorece su bienestar psicol¨®gico. Est¨¢ demostrado que si un ni?o llora, bien sea de d¨ªa o de noche, hacerle caso es imprescindible para su comodidad. Pero tambi¨¦n vela por su seguridad f¨ªsica, ya que no es bueno dejar llorar a los beb¨¦ solos en la habitaci¨®n por que puede provocar que pasen inadvertidos accidentes o situaciones de riesgo¡±, a?ade. ¡°Los beb¨¦s no inventan necesidades (¡) Y es que si un beb¨¦ llora, siempre es por una buena raz¨®n. Posiblemente, el motivo tenga que ver con que el ni?o necesita la seguridad de sus padres. Y esto es algo muy normal y humano. Porque los seres humanos no solo tenemos necesidades f¨ªsicas como el hambre; sino que tambi¨¦n tenemos necesidades psicol¨®gicas, y son igual o m¨¢s importantes que las primeras¡±, concluye.
¡°No es malo que un beb¨¦ se duerma en brazos¡±, coincide Revaliente. ¡°Lo que hay que valorar es si ya no es sostenible para los padres y si es algo que ya no est¨¢ funcionando, entonces es cuando hace falta un cambio. Dormir a un beb¨¦ peque?o en brazos es lo mejor que hay en la vida, pero tambi¨¦n es bueno ser consciente de que dentro de un tiempo no ser¨¢ sostenible hacerlo. Solo algo es ¡°malo¡± cuando no funciona para la familia: creo que se puede ense?ar a dormir a un beb¨¦ y que tenga unos h¨¢bitos de sue?o saludables sin dejar de darle apego seguro¡±, defiende.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.