?Comes m¨¢s cuando te estresas?
Un nuevo estudio sobre la relaci¨®n entre alimentaci¨®n y la ansiedad enfatiza nuestra capacidad de autorregulaci¨®n.
En situaciones de mayor estr¨¦s de lo habitual, ?te da por lanzarte a la nevera o, por el contrario, eres de los que pierden el apetito? Un nuevo estudio confirma lo que sospech¨¢bamos: las personas que pertenecen al primer grupo reducen el consumo de alimentos pasados los momentos de tensi¨®n, mientras que las del segundo tienden a consumir m¨¢s cuando viven experiencias positivas.
La investigaci¨®n supone otro paso adelante en muy abonado campo del estudio de la relaci¨®n entre alimentaci¨®n y estr¨¦s, y desaf¨ªa la visi¨®n simplista de que los que comen m¨¢s cuando est¨¢n estresados necesitan regular su comportamiento para no ganar peso, seg¨²n el autor del estudio, Gudrun Sproesser, de la Universidad de Konstanz, en Alemania. "Tanto los que se saltan comidas como los que pican de m¨¢s muestran maneras diferentes de compensar sus patrones habituales en respuesta a emociones positivas y negativas¡±, se?ala Sproesser.
Mientras que la sabidur¨ªa convencional sugiere que los que comen m¨¢s cuando sufren estr¨¦s son los que necesitan regular sus h¨¢bitos -entre un 40 y un 50 por ciento de la poblaci¨®n, de acuerdo con este trabajo- el estudio, publicado en Psychological Science, sugiere que el comportamiento puede ser beneficioso en situaciones no estresantes. ¡°No deber¨ªa considerarse de forma autom¨¢tica que los que comen de m¨¢s cuando est¨¢n estresados corren el riesgo de ganar peso¡±, se?ala Sproesser. "Tenemos que adoptar una posici¨®n din¨¢mica en lo que se refiere a la alimentaci¨®n en m¨²ltiples situaciones, tanto positivas como negativas¡±. Este experto cree que es necesario reevaluar las recomendaciones habituales en torno a los h¨¢bitos de alimentaci¨®n cuando estamos estresados. Recomendar mayor control a los que pican cuando se agobian, por ejemplo, podr¨ªa influir negativamente en sus mecanismos de compensaci¨®n.
El experto en nutrici¨®n y terapias naturales Kennenth Prange lo expone as¨ª: "Lo que para una persona es medicina para otra es veneno". Prange subraya que cada persona tiene su propia biolog¨ªa y mecanismos de compensaci¨®n. ¡°La homeostasis es un concentro clave en lo que se refiere al estr¨¦s. En biolog¨ªa, la mayor¨ªa de los procesos bioqu¨ªmicos buscan mantener un equilibrio, un estado estable que existe m¨¢s como ideal que como condici¨®n alcanzable. Los factores ambientales, los est¨ªmulos internos y externos, continuamente afectan la homeostasis. La condici¨®n actual de nuestro organismo es un estado de flujo constante que vacila alrededor de un punto homeost¨¢tico que es la condici¨®n ¨®ptima de nuestro organismo para vivir. Esta condici¨®n a menudo se refiere a los mecanismos de auto curaci¨®n del organismo. Las condiciones actuales del individuo, su cultura, h¨¢bitos, sexo, edad, etc, influir¨¢n grandemente en las necesidades biol¨®gicas para crear equilibrio u homeostasis", resume Prange.
M¨¢s all¨¢ de esta investigaci¨®n, e independientemente de si uno pertenece a un grupo u otro, es importante recordar la existencia de lo que podr¨ªamos llamar una dieta de la felicidad, integrada por alimentos que procuran energ¨ªa y mejoran el estado de ¨¢nimo y la concentraci¨®n, y su contraparte, una manera de comer que propicia comportamientos opuestos. La primera est¨¢ compuesta por alimentos como los cereales integrales, la avena o el huevo, mientras que en el centro de lo que podr¨ªamos llamar la dieta de la agresi¨®n se encontrar¨ªan las grasas trans. Estas grasas, que se obtienen a partir de la hidrogenaci¨®n parcial de los aceites vegetales, no s¨®lo son nefastas para el coraz¨®n, algo bien conocido, sino tambi¨¦n para el cerebro.
Conviene, por tanto, mantenerse alejado de la segunda, y lo m¨¢s cerca posible de la primera. Pero, ?acaso es posible cambiar de comportamiento frente a la comida? La pediatra y experta en comer con conciencia Jan Chocen Bays suele hablar no de una, sino de siete ¡°hambres¡±. El del ojo (¡°mmm, qu¨¦ buena pinta tiene ese pastel¡±); el del coraz¨®n (¡°ese pastel me recuerda al que cocinaba mi abuela¡±); el de la mente (¡°no deber¨ªa comer ese pastel. Tengo que adelgazar tres kilos¡¡±). Y as¨ª sucesivamente. Se trata, en resumidas cuentas, de averiguar cu¨¢l es el tuyo, y de reflexionar sobre tu actitud frente a los alimentos: otra forma de auto regularse en tiempos de tensi¨®n.
@nataliamartin es periodista. Si quieres ponerte en contacto con ella escribe a natalia@vidasencilla.es
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